Portada » Español » Las Vanguardias Artísticas en Europa: Movimientos Sorprendentes del Siglo XX
Las vanguardias son los distintos movimientos artísticos sorprendentes y provocadores que se extienden por Europa en sucesivas oleadas durante el 1er tercio del s.XX. También se las llama ismos. Comparten estos rasgos:
Consiste en desformar y exagerar los rasgos para conseguir expresividad. Su punto de partida es la realidad y su objetivo es comunicarla con mayor fuerza. Se caracteriza por las descripciones caricaturescas, las situaciones absurdas y la distorsión en el lenguaje (ej: Franz Kafka).
El italiano Filippo Tommaso inició el movimiento vanguardista. Se proponen la destrucción del pasado y la sustitución de los valores tradicionales por otros: riesgo, velocidad, rebeldía, violencia, belleza de los nuevos avances de la modernidad y el progreso. Su principal consecuencia literaria fue la aparición de las máquinas, automóviles, electricidad, fábricas, como nuevos objetos poéticos, así como la liberación del lenguaje, algo característico también de otras vanguardias.
Nace en las artes plásticas, cuando Picasso rompe con la visión tradicional de perspectiva. En el campo de la literatura, el cubismo fue iniciado por Guillaume Apollinaire en 1913. Los cubistas imitan en sus poemas la fragmentación de la pintura, atendiendo a los aspectos visuales y tipográficos. Apollinaire creó los caligramas, en los que las palabras del poema dibujan algo relacionado con su contenido.
Surgió en 1916, en torno al Cabaret Voltaire en Suiza, donde se reunía un grupo encabezado por Hugo Ball y Tristan Tzara. Su nombre significa balbuceo infantil. Destaca por su carácter provocador y por su nihilismo (negación total del arte y de la cultura anterior, abolición de la lógica y de la memoria, e incluso destrucción del lenguaje). Los dadaístas creen en la espontaneidad infantil y desprecian todas las normas lógicas, morales y sociales. Los dadaístas son el punto de partida del surrealismo.
Es una transcripción de la palabra francesa ‘surréalisme’, donde la preposición ‘sur’ significa ‘por encima de’. Los surrealistas intentaban una liberación no solo en el arte, sino en la vida en general. Los surrealistas creen en la superrealidad, que está oculta en el subconsciente y que es mucho más interesante cuando aflora. Los poetas surrealistas, como Luis Aragon, pretenden reflejar el contenido más íntimo de la mente en sus poemas, rasgos: uso de imágenes extrañas, escritos con procedimientos que permiten la desinhibición, se rompe la coherencia del texto, predomina en ellos el verso libre.
Los movimientos de vanguardia llegaron a España desde Europa en los primeros años del s.XX (destacó Juan Ramón Gómez de la Serna). Sin embargo, no hubo vanguardias específicamente españolas hasta el año 1918, con la llegada a España del poeta chileno Vicente Huidobro.
La recepción de las vanguardias fue fundamental el trabajo personal de Ramón, que tuvo el mérito indudable de servir de propagador de las vanguardias europeas. La obra literaria de Ramón es amplia, pero su principal creación vanguardista fueron las greguerías (que son breves definiciones ingeniosas basadas en comparaciones, metáforas, juegos de palabras, etc lo definió como greguería=metáfora+humorismo). Escribió además biografías, obras teatrales renovadoras y diversas novelas.
Vanguardias hispánicas. La llegada a Madrid del poeta chileno Vicente Huidobro en 1918 fue el catalizador para que surgieran los dos movimientos de vanguardia de origen hispánico: ultraísmo y creacionismo.
El surrealismo. El ultraísmo y creacionismo abrieron el camino para la entrada del surrealismo en España. Algunos autores se hacen surrealistas después de haber participado en las anteriores vanguardias. Sin embargo, las mejores obras surrealistas surgen en torno a la Residencia de Estudiantes. El surrealismo español persigue romper todos los bloqueos morales y sociales que impiden al hombre entrar en contacto con la superrealidad, con su yo más íntimo a menudo reprimido. Valoran especialmente el mundo de los sueños y se valen de la escritura automática. El surrealismo rehumaniza las vanguardias. De hecho, libros de poesía surrealista de Lorca y Alberti nacen de la necesidad de expresar una honda crisis personal, y están muy lejos de la actitud intelectualista y distanciada de los primeros vanguardistas.