Portada » Filosofía » Las ciencias naturales y las ciencias sociales
La ciencia es un conjunto de procedimientos racionales que nos permiten obtener conocimientos objetivos. Existen diferentes tipos de ciencias las cuales se distinguen según el objeto que estudien, el método y el criterio de verdad que utilizan. 1-Las ciencias formales estudian un objeto que no tiene referente empírico (no está situado espaciotemporalmente). El criterio de verdad es la razón. La verdad tiene que ser de carácter necesario. El método utilizado es el axiomático-deductivo, el cual consiste en extraer una conclusión a partir de otras verdades ya establecidas (axiomas). Esta conclusión debe de ser siempre verdadera. 2-Las ciencias empíricas estudian objetos con referente empírico (está situado espaciotemporalmente). El criterio de verdad es la experiencia. La verdad tiene que ser de carácter contingente ya que está sometida a condiciones empíricas. Los métodos utilizados son el hipotético-deductivo (ciencias de la naturaleza), el hermenéutico y el dialéctico (ciencias históricas sociales).
3. Métodos. 1–
Inductivo. Consiste en extraer una conclusión general a partir de la observación de casos particulares.
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Axiomático-deductivo.
Este método consiste en partir de juicios generales, de los cuales se sacan juicios menos generales. Otra forma de entender la deducción es la construcción de conocimientos complejos a partir de otros simples dados.
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Hipotético-deductivo (M. Científico).
>Se parte de ciertos hechos de experiencia que se desean explicar. >Se descompone y se analiza el hecho sensible que se quiere explicar en sus partes simples más esenciales. >Después de elaboran hipótesis que luego será necesario contrastar. >Los hechos se demuestran extrayendo consecuencias que deberían seguirse de la hipótesis. Si las consecuencias observables se producen en la experiencia sensible pasaría a ser una teoría cierta.
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Hermenéutico. CEhs. Es empleado por aquellas ciencias cuyo objetivo es comprender el sentido de ciertos fenómenos. Esos fenómenos de las cuales se encarga la hermenéÚtica son las ciencias humanas.
La filosofía es un saber racional porque se vale de la capacidad humana de razonar. Esta supuso el paso de mito a logos, es decir, de la explicación de fenómenos a través de seres míticos y religiosos a la explicación de un pensamiento racional. El pensamiento racional presupone que los fenómenos están sujetos a un orden propio de estos y que es inteligible.
Además es un saber crítico ya que somete todo a un análisis y por tanto no da nada por supuesto, es decir, admite todo aquello que es argumentado. La actitud crítica se opone a la actitud dogmática, que es aquella que admite ciertas verdades como principios inamovibles.
Tras la guerra del Peloponeso y la contigua derrota de los atenienses, Atenas sufre un gran declive. Platón, discípulo de Sócrates, responsabiliza a los Sofistas y sus enseñanzas relativistas por el desastre de la polis. Estas enseñanzas presente en gran parte de la población se caracterizaba principalmente por buscar el bien propio en vez del bien común.
Platón tiene el objetivo de justificar el pensamiento socrático frente a las posiciones de los Sofistas y resolver los problemas de los presocráticos. Por ello diferencia la existencia de un dualismo ontológico donde expone su teoría de las Ideas englobando otras posiciones de filósofos. Este dualismo ontológico consta de dos mundos: >Mundo sensible: es el mundo inmediato, en el que nos desenvolvemos. Es el que percibimos a través de los sentidos a lo que denominamos doxa (opinión). Este está constituido por materia, lo que significa que predomina el desorden y el caos. >Mundo inteligible: está constituido por realidades formales que son simples, universales, eternas, etc. A estas realidades Platón las denomina “ideas”, las cuales se captan a través de la razón. A partir de este término responde al escepticismo de los sofistas sosteniendo que para que haya ciencia tiene que haber un objeto inmutable, permanente…, siendo este la idea, la base del conocimiento. Además también considera que las esencias de Sócrates no solo son definiciones, sino entidades formales que existen al margen de las cosas del mundo sensible. Esto explica que las ideas son el fundamento que posibilita hablar de definición universal y valores morales universales.
La relación entre estos dos mundos viene dada por el mito de Demiurgo donde explica que las cosas del mundo sensible son copias que no alcanzan el grado de perfección de las realidades formales debido a la materia ya que esta es imperfecta.
Aristóteles, discípulo de platón, no comparte y cuestiona la teoría de las ideas de su maestro. Niega el mundo de las ideas sosteniendo la imposibilidad de que los objetos del mundo sensible y sus propias esencias se encuentren separados. A partir de esto explica que la esencia de cada cosa está en sí mismo. Además tampoco comparte la explicación del cambio y multiplicidad.
Aristóteles busca dar respuesta a estos problemas explicando que el decir se sigue del ser. Según él existe diez formas categóricas de manifestación del ser. La primera es la sustancia que es la categoría fundamental y las nueve restantes son accidentes que se predican de la sustancia. Toda sustancia está compuesta de dos principios: materia y forma. La forma sustancial es lo que da forma a la materia, es decir, lo que define al ser (esencia para Aristóteles). En cuanto la materia es el sustrato que permanece tras los cambios. Este último concepto es para Aristóteles el centro de su explicación, viniendo a ser el paso de potencia a acto. Para que se produzca el cambio se necesita de una forma que desaparezca, otra que aparezca y un sustrato. Dentro del cambio, distingue dos tipos: los sustanciales (generación y corrupción) aquellos que afectan a la forma, y los accidentales que afectan a la materia y son cualitativos, cuantitativos y locales. También diferencia cuatro causas del cambio: causas intrínsecas, propias de cada ser y son las causas formales (afectan a la forma) y las causas materiales (afectan a la materia (accidentes)); y las causas extrínsecas, no propias del ser y son la eficiente (motor de cambio) y la final (fin hacia el que cambia). Estos aspectos se encuentran reflejados en la diferenciación que realiza entre seres naturales y seres artificiales. Según Aristóteles los seres naturales poseen physis, es decir, considera que presentan un principio de cambio caracterizado por ser intrínseco (propio del ser), espontaneo y teleológico (que tiene un fin propio). En cambio los seres artificiales, los cuales no poseen physis, cambian de forma extrínseca ya que el cambio viene de fuera y eso conlleva a que un ser artificial pueda tener varios fines o telos.