1.-Con la aparición y difusión del cristianismo en el siglo 1 de nuestra era, se iniciarán una serie de cambios que entre otras cosas condicionarán la evolución de las ideas en Occidente.
Surge en este entorno la denominada filosofía cristiana que se desarrolla en dos grandes corrientes de pensamiento: la Patrística, o filosofía de los padres de la iglesia, y la Escolástica, o Filosofía de las Escuelas..
2.-Atendiendo a la cronología, podemos decir que la Patrística se extiende entre los siglos 2 y 4 y la Escolástica entre los siglos 8 y 9, hasta el Renacimiento, época en la que nuevamente cambiará la interpretación tanto del ser humano como del mundo.
3.-En estos siglos, las doctrinas cristianas entran en contacto y discusión con los distintos sistemas filosóficos desarrollados hasta el momento, aunque no todas las corrientes de la Filosofía griega tuvieron la misma fuerza de penetración en el Imperio Romano.
4.-De entre las que resultan influyentes en los primeros siglos subrayamos el Platonismo, el Aristotelismo, el Epicureísmo y el Estoicismo, aunque se impone el Neoplatonismo que tendrá una importante influencia entre los Padres de la Iglesia y a partir de estos en toda la filosofía medieval. Su mayor representante es Plotino, cuya obra fundamental, titulada Las Eneadas, presenta una interpretación de la realidad de base platónica, en la que podemos también reconocer rasgos del cristianismo y del judaísmo. En la cúspide de la naturaleza se halla un ser perfecto, el sumo bien denominado UNO, del que surgen todas las cosas por emanación.
5.-Volviendo a los Padres de la Iglesia, diremos que a ellos se debe la elaboración de una primera Filosofía Cristiana, cuya principal finalidad era una defensa de las ideas cristianas, frente a los pensadores paganos y frente a las herejías. Se suele diferenciar, entre Padres Apologistas, que realizaban una defensa de las ideas cristianas y Padres Polemistas, quienes polemizaban con las filosofías del momento.
6.-San Agustín es el más importante de los Padres de la Iglesia. Soliloquios, Contra los Académicos, Las Confesiones, La Ciudad de Dios, Sobre la inmortalidad del alma, son algunas de sus principales obras.
7.-Desde la muerte de San Agustín en el 430, hasta el Renacimiento Carolingio, a finales del siglo 8 apenas hay nada que destaque de la Historia de la cultura. El Imperio Romano ha caído en poder de los bárbaros, y sólo los monjes intentan salvar lo que queda de la cultura antigua.
MOVIMIENTO Y PRIMER MOTOR
Son conceptos que Santo Tomás emplea respectivamente en el punto de partida y en la conclusión de la primera de sus vías denominada precisamente vía del movimiento. Se trata, al igual que el resto de las vías, de un argumento o sea de un planteamiento racional, construido con el fin de demostrar la existencia de Dios.
El punto de partida de tal demostración reside siempre en la experiencia empírica, en un hecho observado, puesto que Santo Tomás haciéndose eco de la teoría del conocimiento de Aristóteles plantea que cualquier proceso de conocimiento debe partir de lo sensible.
En este caso lo que los sentidos nos muestran es le hecho de que en el mundo existe movimiento definido por Sto. Tomás en los mismos términos que en su día empleó Aristóteles o sea como paso de la potencia al acto.
Dado que el motor ha de estar en acto y el móvil en potencia, se plantea a continuación que todo movimiento debe proceder de una causa previa, ,dicho de otro modo que ninguno puede moverse a si mismo, puesto que en tal caso estaría en acto y en potencia simultáneamente respecto de lo mismo, cosa que por definición resulta imposible.
Es más en el caso de que llegara a establecerse una serie de causas, esta no podría prolongarse indefinidamente, pues una serie infinita carece de un principio sin el cual no serían posibles ninguna de las causas intermedias ni los hechos previamente observados.
CAUSA EFICIENTE Y PRIMER SER NECESARIO
Son conceptos que respectivamente nos remiten a la segunda y a la tercera de las vías de Sto. Tomás. La segunda parte de la observación de que en el mundo existen causas eficientes. Se trata de un concepto claramente inspirado en la metafísica de Aristóteles quien una vez planteado el principio de causalidad ofrece una clasificación de cuatro tipos de causas respectivamente denominadas, material, formal eficiente y final. Las dos primeras son intrínsecas pues pertenecen a la propia estructura hilemórfica de la sustancia, mientras que las dos últimas se consideran extrínsecas, externas o ajenas a ella. Siendo la causa eficiente algo así como el artífice o creador de un determinado objeto o realidad.
En la segunda de sus vías Sto. Tomás plantea que habiéndose observado la existencia de causas eficientes en el mundo, estas deben proceder de causas anteriores dado que ningún ser puede ser causa de sí mismo pues en tal caso debería ser anterior a sí mismo cosa manifiestamente imposible.
Las mencionadas premisas conducen a la conclusión de que al final de una serie de causas eficientes debe existir una causa eficiente primera de la que proceden todas las demás. De este modo Sto. Tomás no se limita a demostrar que Dios existe, sino que además deja claro que es el creador, el artífice de todos los seres que en el mundo existen.
SER PERFECTÍSMO E INTELIGENCIA ORDENADORA
Se trata de dos conceptos que podemos identificar respectivamente con el contenido desarrollado en las vías cuarta y quinta.
La cuarta vía parte de la observación de que las carácterísticas que presentan los seres reales se presentan en distintos grados de intensidad. Dichos grados o niveles de perfección se determinan por comparación con un máximo que se considera causa. He aquí la razón por la que esta vía se considera de inspiración platónica. En ella se está recuperando uno de los contenidos esenciales de la teoría de las ideas al plantear que la máxima expresión de una realidad es causa de cualquiera de las manifestaciones menores, o intermedias de la misma.
En la conclusión de esta vía nos habla Sto. Tomás de un ser absolutamente supremo y perfecto, un ser perfectísimo en definitiva, concepto en el que resulta sencillo descubrir vínculos con el argumento ontológico de San Anselmo, quién allá en el siglo 11, elaboró una primera demostración, racionalmente fundamentada, de la existencia de Dios.
EXISTENCIA DE Dios Y EXISTENCIA DEL MAL
Se trata de conceptos que hemos de vincular a la primera de las objeciones y a su correspondiente respuesta.
En la primera de las objeciones Sto. Tomás plantea que si se diera el caso de que dos contrarios, uno fuese infinito, el otro quedaría anulado perdería su espacio, su capacidad para existir. Tal planteamiento adquiere un contenido preciso en la segunda de las premisas donde el mencionado esquema se proyecta sobre el enfrentamiento entre el bien y el mal. Si hubiese un bien infinito, el mal no existiría en el mundo. Pero los hechos son tozudos y la experiencia empírica nos muestra a cada instante la presencia del mal en el mundo. Todo ello nos conduce a la conclusión de que quien no existe es ese bien infinito al que identificamos con la divinidad.
Por otro lado, la respuesta a las objeciones que Sto. Tomás aporta al final del texto tenemos la sensación de que el aristotélico y filosófico Tomás que hemos venido observando anteriormente, ha sustituido su talante racional por un carácter exclusivamente teleológico, pues aludiendo a la omnipotencia divina justifica la presencia del mal en el mundo argumentando que este surge de la voluntad de Dios que en su inmenso poder tiene incluso la capacidad de transformar el mal en bien. Subyace en estos planteamientos la idea de San Agustín acerca del mal, interpretado no como una entidad objetiva en sí misma, sino como algo negativo, como ausencia de bien.