Portada » Historia » La Segunda República Española: Reformas y Conflictos
La proclamación de la Segunda República española, el 14 de abril de 1931, supuso un cambio de régimen. El Gobierno provisional republicano emprendió reformas urgentes, acordadas en el Pacto de San Sebastián, y convocó elecciones a Cortes constituyentes, que serían las encargadas de elaborar la nueva Constitución de 1931.
Esta constitución aspiraba a ser el marco jurídico para la construcción de un régimen democrático moderno, con libertad y justicia social. Además de los derechos y libertades individuales, negados durante la dictadura de Primo de Rivera, recogía disposiciones propias de un Estado social de derecho: así, España se declaraba como una «República de trabajadores de toda clase».
Las Cortes eligieron como presidente de la República a Niceto Alcalá-Zamora y a Manuel Azaña como jefe del Gobierno. A partir de entonces, la trayectoria de la República se dividió en tres periodos bien diferenciados.
En este primer periodo, republicanos y socialistas formaron un Gobierno de coalición presidido por Manuel Azaña. Fue el más estable de la Segunda República y acometió las principales reformas recogidas en la Constitución:
El rechazo a las reformas por parte de la oligarquía, los terratenientes, la Iglesia y una parte de los militares, y las reivindicaciones obreras crearon un violento clima de oposición al Gobierno, que culminaría con el episodio de la matanza de Casas Viejas. Este suceso terminó de desacreditar al Gobierno, y provocó la dimisión de Azaña y la convocatoria de elecciones.
Los sucesos de Casas Viejas
En enero de 1933, en el pueblo gaditano de Casas Viejas, la Guardia Civil y la Guardia de Asalto reprimieron brutalmente un levantamiento anarquista fusilando no solo a los implicados, sino también a sospechosos y familiares en una indiscriminada matanza. Este hecho provocó la caída del Gobierno de Manuel Azaña.
Guardias de asalto y guardias civiles buscando, casa por casa, a los sospechosos de la revuelta.
Falange Española
Este partido político fue fundado por José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador Miguel Primo de Rivera, en el Teatro de la Comedia de Madrid, el 29 de octubre de 1933. Sus 33 puntos iniciales definían una ideología inspirada en el fascismo italiano.
La familia Primo de Rivera con José Antonio, segundo por la izquierda, y Pilar, la primera por la derecha.
El Estatuto de Autonomía de Cataluña
En 1919 se elaboró la primera propuesta de autonomía para Cataluña, si bien este proyecto fue rechazado por el Gobierno de Romanones. Con la llegada de la República, el autonomismo catalán presentó de nuevo un proyecto, que fue aprobado por las Cortes en 1932. Tras la llegada de los radicales-cedistas al poder, se sucedieron los conflictos entre la Generalitat y el Gobierno, que terminó por suspender la autonomía de Cataluña. Una vez más, la cuestión autonómica se convirtió en fundamental tras la llegada del Frente Popular al poder, en 1936. Entonces se restauró la autonomía catalana y sus instituciones autonómicas, con Lluis Companys como presidente.
Lluis Companys durante un discurso.
Las elecciones de 1933 dieron el triunfo a los partidos de derechas. El Partido Radical, liderado por Alejandro Lerroux, asumió el Gobierno. Su principal objetivo político fue frenar o anular la labor reformista del bienio anterior. Para contrarrestar esta política, se extendieron las movilizaciones populares que, poco más tarde, se transformaron en un movimiento revolucionario cuando la CEDA (Confederación Española de Derechas) entró en el Gobierno. Este partido, formado por grupos católicos de derechas con simpatías declaradas hacia el modelo fascista, fue el más votado en las elecciones de 1933, por lo que su líder, José María Gil Robles, se convirtió en árbitro de la situación política.
Se produjo la Revolución de octubre de 1934 en Asturias, durante la cual los revolucionarios llegaron a controlar ciudades y numerosas zonas mineras. En Cataluña, los nacionalistas catalanes aprovecharon la huelga general para instaurar un Gobierno autónomo federal, al margen del Estatuto de Autonomía. En el resto de España, la huelga general fracasó por falta de coordinación.
Para acabar con la situación revolucionaria, el ejército llevo a cabo una brutal represión, que dejó miles de víctimas: Asturias fue sometida, Cataluña perdió su autonomía y se bloquearon los estatutos que estaban en marcha. A partir de 1934, la CEDA reforzó su papel en el Gobierno. La izquierda cambió de estrategia y trató de llegar a un acuerdo de todas la tendencias buscando el consenso, como había sucedido en Francia, para frenar el ascenso del fascismo.
La búsqueda de un acuerdo para una alianza entre republicanos y socialistas con el objetivo de ganar las elecciones llevó a la formación del Frente Popular. Este amplio frente estaba integrado por partidos republicanos de izquierda, nacionalistas, socialistas y comunistas. Su programa básico consistía en proseguir con las reformas del primer bienio reformista y promulgar una amnistía general para los presos políticos que habían sido encarcelados durante el bienio radical-cedista.
En febrero de 1936, el Frente Popular ganó las elecciones y Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República. Un nuevo programa de reformas se puso en práctica de inmediato, lo que pasaba por derogar las leyes más conservadoras del bienio anterior:
Manuel Azaña (1880-1940)
Manuel Azaña fue uno de los políticos españoles más influyentes e importantes de la Segunda República. Destacó por su oratoria crítica hacia la monarquía, lo que le llevó a ser uno de los principales líderes republicanos. Tras la caída de Alfonso XIII y el establecimiento de la República, desempeñó el cargo de presidente del Gobierno en dos etapas (1931-1933 y 1936-1939). Tras la victoria del Frente Popular, Azaña ejerció como presidente de la República pero, con el fin de la Guerra Civil, hubo de exiliarse en Francia, donde murió en 1940.
Azaña (centro) presidiendo el Gobierno del Frente Popular, tras las elecciones de febrero de 1936.
Contrarios a las reformas del Frente Popular, algunos militares y organizaciones de extrema derecha, apoyados por terratenientes y la oligarquía económica, comenzaron a conspirar creando el clima propicio para un golpe de Estado. El desorden y la violencia se extendieron por buena parte de España. En julio de 1936, los asesinatos en Madrid del teniente Castillo, militante del PSOE, y del líder conservador Calvo Sotelo fueron el prólogo de la sublevación militar que derivaría en la Guerra Civil.
ACTIVIDADES
1Observa esta fotografía. Luego, investiga en Internet y señala a qué elementos de la imagen corresponden los emblemas de la patria, la justicia y el progreso, representativos de la Segunda República española.
2Elabora una tabla de tres columnas en la que hagas constar las principales reformas en materia política, económica y social durante la Segunda República.
3Haz una lista de motivos por los que crees que fracasó el proyecto republicano en 1936 y discute las razones con tus compañeros.
4La Segunda República se caracterizó, entre otras cosas, por implantar una igualdad política y social entre ambos sexos. Incluso surgieron destacadas personalidades como Clara Campoamor y Victoria Kent. Busca la biografía de ambas y comenta la fotografía que aparece debajo, muy relacionada con esta cuestión. Puedes consultar este artículo (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2006/10/01/actualidad/1159653602_850215.html) y comparar la distinta visión que plantean ante alguno de los derechos de la mujer.
5Lee estos artículos, seleccionados de la Constitución de 1931, que en su momento despertaron gran polémica y tuvieron gran relevancia en el futuro cercano. Comenta cuáles pudieron ser las causas de debate. Puedes leer el resto de la Constitución en esta página del Congreso de los Diputados: http://www.congreso.es/constitucion/ficheros/historicas/cons_1931.pdf
«Artículo 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de libertad y de justicia.
Artículo 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Artículo 11. Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas, culturales y económicas comunes, acordaran organizarse en región autónoma para formar un núcleo político administrativo, dentro del Estado español, presentarán su Estatuto […].
Artículo 26. Todas las confesiones religiosas serán consideradas como asociaciones sometidas a una ley especial. El Estado, las regiones, las provincias y los municipios, no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las iglesias, asociaciones e instituciones religiosas.
Artículo 27. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la moral pública […].
Artículo 81. El presidente de la República podrá convocar el Congreso con carácter extraordinario siempre que lo estime oportuno […]. El presidente podrá disolver las Cortes hasta dos veces como máximo durante su mandato cuando lo estime necesario […]».
6Copia en tu cuaderno este esquema y complétalo con los principales partidos del periodo republicano. Consulta los diagramas de las páginas anteriores relativos a las distintas elecciones celebradas en ese periodo.