Portada » Historia » La Revolución Industrial y el Ascenso de las Nuevas Ideologías
Tres cuartas partes de la población activa se concentraba en el sector primario. La industria era de tipo artesanal con rasgos gremiales. La maquinaria era escasa y las fuentes de energía eran la humana, la animal, el agua o el viento. Predominaba el comercio triangular.
Cada estamento se correspondía con un grupo definido por un común estilo de vida. Se dividían en privilegiados y no privilegiados. El clero y la nobleza no pagaban impuestos, también disponían de sistemas judiciales propios. Y poseían numerosos derechos feudales y señoriales sobre las tierras y los habitantes de sus propiedades.
El monarca concentraba todo el poder, se decía que recibían la legitimidad de Dios. Su autoridad no tenía límites y la autoridad real prevalecía sobre la de los estamentos.
Uno de sus artífices fue Adam Smith, que demostraba que el progreso económico exige dejar en libertad los factores de producción. El trabajador era quien producía la riqueza.
Las doctrinas de Marx y Engels se conocían como socialismo científico. Engels era hijo de un rico fabricante de tejidos y un buen conocedor de la industria moderna. Marx tenía una amplia formación académica y filosófica y se había formado con los jóvenes hegelianos. La colaboración de ambos supuso una nueva teoría socialista, el marxismo. La primera formulación de estas ideas se publicó en el Manifiesto del Partido Comunista, era un escrito propagandístico concebido en la coyuntura de 1848. El máximo se difundió inicialmente con otra idea básica: los trabajadores deben organizarse en un partido político propio, independiente de los partidos burgueses. Esta idea fue la semilla de todos los partidos socialistas que se crearon en el siglo XIX.
Bakunin llegó a ser el principal representante del anarquismo, tanto por sus doctrinas como por su activismo. Los seguidores de Bakunin rechazaban la organización centralizada, eran enemigos de la acción política y sus ataques iban contra cualquier forma de estado. Estos seguidores se conocían como socialistas autoritarios, pensaban que se produciría una insurrección revolucionaria de carácter espontáneo mediante la cual el proletariado eliminaría al estado. Los anarquistas, al renegar del partido político, actuarán preferentemente en los sindicatos, otros se inclinaron por la acción directa de los trabajadores contra los patronos a través de la huelga general.