Portada » Historia » La Revolución Francesa: Causas, Fases y Legado
En el siglo XVIII se dio un aumento demográfico debido a nuevos sistemas de cultivo y mejoras en las herramientas, aunque en las últimas décadas hubo malas cosechas, que hicieron que subieran los precios de los productos de primera necesidad. Hubo un descenso del comercio por la pérdida de las posesiones americanas tras la guerra de los 7 años. El gasto en guerras supuso un déficit económico por la política internacional. La solución era que los privilegiados pagaran impuestos, pero se negaron e hicieron que el rey Luis XVI convocara los Estados Generales. Influyó la Ilustración y la revolución americana que trajo nuevas ideas de libertad, progreso…
Luis XVI convocó en 1789 los Estados Generales con el objetivo de hacer que los privilegiados pagaran impuestos para resolver los problemas. Como se negaron, el tercer estado exigió que el voto fuera por persona y no por grupos estamentales. La burguesía se retiró y se reunió en la sala de juegos de la pelota, formando la Asamblea Nacional en junio de 1789, siendo el poder supremo y comprometidos a elaborar una constitución. Comienzan las jornadas revolucionarias, con la toma de la Bastilla el 14 de julio, se quemaron residencias nobiliarias y Luis XVI acepta la Asamblea Nacional para conformar al estado francés como monarquía constitucional. Se declaran los Derechos del Hombre y del Ciudadano en agosto de 1789, para eliminar las bases del Antiguo Régimen.
Sufragio censitario y con una constitución de corte liberal moderado.
La burguesía radical proclama la república y comenzó el proceso para convertir Francia en una democracia igualitaria.
La burguesía moderada tomó el poder e implantó el liberalismo moderado con la formación del Directorio.
Se formó la Asamblea Nacional Constituyente, para abolir las bases del Antiguo Régimen:
La Convención Girondina (1792-1793). Los girondinos tomaron el control a principios de 1792, se formó una nueva asamblea llamada Convención Nacional, y se inicia el proceso contra Luis XVI y María Antonieta, quienes fueron guillotinados. La Convención Jacobina (1793-1794). Los jacobinos representan la burguesía radical. Se promulga la constitución de 1793, se pusieron reformas como la ley de máximo para fijar el precio de los alimentos necesarios, y se puso un nuevo calendario revolucionario. Gran parte de la sociedad estaba en contra del gobierno, en 1794 se produce un golpe de estado ejecutando a Robespierre.
La burguesía moderada toma el control. Para recuperar a los exiliados, se promulga la constitución de 1795, por sufragio censitario. El poder ejecutivo lo toma el Directorio, y el Consejo de Ancianos, pero los jacobinos y los privilegiados quieren retomar el poder, y debido a la tensión, Napoleón dio un golpe de Estado en 1799 diciendo que la Revolución había terminado.
Las ideas del liberalismo eran difundidas por la revolución: libertad de religión, de propiedad, libertad individual… Defendían la limitación del poder de los monarcas, la separación de poderes, derecho de sufragio. La creación de Estados nacionales, animó a los pueblos a formarse como estados independientes (nacionalismo). En Europa existían varios Imperios plurinacionales. Respecto al nacionalismo existen 2 formas, la disgregadora y la unitaria.
Existen 2 tendencias, la república laica y unitaria o una monarquía parlamentaria. Italia en el siglo XIX estaba dividida en varios estados, en 1820 se dio un movimiento de afirmación nacional, creándose sociedades clandestinas en 1830 con la formación La Joven Italia dirigida por Mazzini, era una organización. En 1859 el Piamonte, estaba gobernado, por Cavour constituido como una monarquía liberal de los Saboya, que se enfrentaron a Austria. Debido al pacto entre las 2 tendencias, en 1861, el parlamento Italiano proclamó como rey a Víctor Manuel II de Saboya. En 1870 Roma se convierte en capital.
Estaba fraccionada en 36 estados, integrados en la Confederación Germánica, llamada así desde 1815, donde rivalizaban dos grandes potencias: Austria y Prusia. La guerra definitiva fue contra Francia, y la victoria permitió en 1871 proclamar el II Imperio alemán con Guillermo I como emperador. Alemania en esta fecha estaba unificada.