Portada » Latín » La retorica y la Oratoria
La palabra en público con una corrección y belleza, empleándose para agradar y persuadir tuvo en Roma un uso temprano y prolongado. La República favorecíó su desarrollo, mantiniéndose vivo y con fuerza hasta que Roma aparece el poder individual con la figura del imperator. Entonces la oratoria se languidece y se transforma en ejercicio de retórica.
La oratoria aparecía en gran parte de la vida pública (tribunales, foros, algunas manifestaciones religiosas). El pueblo romano valoraba a los oradores brillantes e intervénía en las discusiones entre escuelas.
El primer discurso del que tenemos constancia es el de Apio Claudio el Ciego(312.A.C.) en guerra contra Pirro. El elemento principal es la improvisación delante de un auditorio y más tarde empezarán a escribirse.
También se convierte en un instrumento educativo clave y en la principal causa del desarrollo de la prosa latina, sucediendo la reflexión teórica de la misma.
La retórica surgida en Grecia como una sistematización de técnicnas y procedimientos expositivos necesarios para el orador.
En la evolución de la oratoria y más en la retórica, cobra importancia la progresiva helenización de la vida romana. Esto supone un momento apasionante cultural y política en Roma. Es la éoica de los Escipiones, de Catón… Se contrastan distintas maneras de entender el papel de Roma en el mundo, estimulando la elocuencia y la retórica.
La oratoria prevalecía la propia opinión ante los tribunales o asambleas. En el Foro de Roma se desarrollaban las actividades más importantes de la ciudad. Esta el Comitium donde se reunía la Asamble legislativa, en la que los magistrados juzgaban las propuestas de ley; la Curia, sede del Senado; las grandes basílicas, edificios donde negociantes o banqueros discutían sus intercambios , o los vendedores más modestos pregonaban y defendían la calidad y buen precio de sus productos a las puertas de las tabernae. Se deténían en ese lugar los cortejos fúnebres de personajes importantes y se ensalzaba su figura. Las escuelas donde los niños aprendían a leer, contar o escribir, y estudiar lengua y literatura griegas.
La principal actividad era hablar y escuchar. Esta actividad apasionaba a los romanos, que se consideraban entendidos. El “arte de hablar en público” se denomina oratoria y orator al que lo ejercía; un discurso era un oratio. El dominio se llamaba eloquentia, habilidad indispensable para hacer carrera en las grandes actividades. La teoría se llamaba rhetorica. Las escuelas en las que se estudiaba se llamaban “escuelas de retórica”
La oratoria tanto política como forense, solo puede manifestarse en un Estado donde se garantice las libertades y la independencia judicial. Estas condiciones se cumplían en Roma durante el período republicano con una figua deslumbrante:
Entonces surgíó un arte sistematizado de técnicas y estilos que debía seguir un buen orador, surgíó la retórica. Nació en Grecia con la finalidad de ofrecer una serie de normas para discursos y los oradores. Los retores griegos se instauraron en Roma, y comenzaron a educar a los jóvenes romanos hasta ser la disciplina fundamental. Encontramos tratados de retórica como Retórica ad Herennium. Cicerón y sus documentos son indiscutibles para conocer la oratoria de la época. Se polarizaron dos posturas estilísticas: Asianismo (estilo más formal) y Aticismo(simple).
La oratoria romana se consolida por sus frecuentes contactos con Grecia. Aparecen dos figuras opuestas por su formación y mentalidad, CATÓN Y ESCIPIÓN. Preocupados por los valores morales de la sociedad, Catón se encierra ante lo procedente de Grecia, Escipión se muestra totalmente abierto a ello.
Sevio Sulpicio Galba fue otro orador notable según los datos aportados por Cicerón
Los hermanos Tiberio y Cayo hacen del discurso auténticas arengas hacia la sociedad humilde para cambiar el sistema de gobierno y conducir a la república por caminos mejores a los intereses del pueblo.
La época de Cicerón es propicia para el discurso. Fue testigo de cuatro enfrentamientos civiles como el de César y Pompeyo. Defensor a ultranza de la república no vio con buenos ojos el triunfo de César. Quiso romper una lanza por los ideales republicanos. Arremetíó contra Marco Antonio, a quien dedicó unas filípicas que le costaron la vida. Formado en las lenguas griega y latina, fue una figura de la vida pública en Roma. Hay que tener en cuenta el Cicerón orador como artífice de los discursos y el retóre como autor de obras teóricas para el aprendizaje de la oratoria.
Comenzó como abogado con infinidad de discursos. Recordemos las circunstancias históricas de su época, con los enfrentamientos civiles de su época. Cesar y Cicerón son como el contrapunto el uno del otro, mientras César era un patricio líder de los demócratas, Cicerón era plebeyo rico representante de la nobleza senatorial. Los discursos se dividien en tres clases: DISCURSOS JURÍDICOS(ante los jueces, ya que como abogado intervino a raudales(por conclusión,asuntos de tierras o alta traición,fraude,asesinato)). DISCURSOS POLÍTICOS(en el Senado o ante el pueblo para juzgar un momento político. Y GENUS EPIDICTU como técnica de lucimiento en algunos discursos.
Cicerón no se limita a una oratoria propia, además escribe teorías sobre la retórica unidos al valor didáctico y práctico de sus discursos para la formación del orador. Destacan sus obras:
-De oratore libri tres, diálogo ante Antonio y Craso en el que muestra las cualidades básicas del orador.La preparación de un discurso consta de cinco partes( inventio, dispositio, elocutio, memoria y actio). El discurso se compone de exordium, narratio, argumentatio y peroratio). Cada una de las partes requiere un método para quedar como todo unido. El discurso sirve según Cicerón para conmover, instruir y agradar.
-Brutus: tratado en forma de diálogo con visión de la historia de la oratoria.
-Orator: se basa en la técnica del discurso: las figuras de pensamiento que el orador usa en los discursos, la armónía, el ritmo, estructuro o los estilos. Realiza una crítica de las escuelas de retórica romanas, propugnando un equilibrio entre los estilos oratorios.
Es considerado maestro por su contenido y por la pureza de su lemgua. Perfecciona la lengua y no emplea barbarismos ni un lenguaje elevado que se le considere incrompensible. Tampoco vulgarismos ni arcaísmos. Su lengua destaca por sus combinaciones y figuras estilísticas. Corrección y claridad son sus dos cualidades.