Portada » Historia » La Restauración Borbónica y la Crisis del 98
La Restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII va desde finales de 1874 hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII en 1902. Pero el verdadero protagonista de la Restauración fue Cánovas del Castillo, que consiguió establecer en España una monarquía liberal parlamentaria, que haría posible la gobernabilidad del Estado durante más de 40 años.
El proyecto político de Cánovas fue durante el Sexenio, al frente del Partido Alfonsino, consiguió que la reina en el exilio abdicara a favor de su hijo. Alfonso se educó en la academia de Sandhurst; y desde allí, tras el golpe del general Pavía, hizo publicar el Manifiesto de Sandhurst (redactado por Cánovas), presentando la Restauración de la monarquía constitucional como la única solución de los problemas en España.
Durante el reinado de Alfonso XII (1875- 1885), Cánovas estableció las bases para conseguir la estabilidad política en España. Los objetivos políticos del sistema canovista se centraron en:
Se consiguió terminar con la 3º Guerra Carlista en 1876 y la de Cuba con la Paz de Zanjón (1878).
Inspirado en el modelo inglés: alternancia en el gobierno de dos partidos y consolidación de sus instituciones fundamentales: monarquía y parlamento.En España los progresistas solo habían llegado al poder mediante pronunciamientos. Para evitarlo y conseguir estabilidad, era necesario que los liberales se turnaran en el poder. Los dos partidos que se turnaron fueron: el Partido Conservador, formado por antiguos moderados, unionistas y sectores católicos, encabezado por Cánovas; y el Partido Liberal, formado por progresistas, demócratas y republicanos moderados, liderados por Sagasta. El partido conservador estaba apoyado por la burguesía financiera y la latifundista, y la aristocracia; y el Partido Liberal por la burguesía industrial y comercial, funcionarios y profesionales liberales. Los dos partidos aceptaron turnarse en el gobierno. Para conseguirlo, era necesario el fraude electoral, por ejemplo la lista se imponía mediante presión, compra de votos y amenazas, si no era suficiente se manipulaba el censo o las actas de resultados (pucherazo).
Es un documento conservador. Inspirada en la constitución de 1845 pero incluyendo algunas novedades de la de 1869. Establecía la soberanía compartida Rey-Cortes. No existía una clara división de poderes: el legislativo es compartido entre Rey- Cortes bicamerales, el Congreso era elegido por sufragio censitario y el Senado una parte por elección Real y otra mediante un sistema indirecto por los mayores contribuyentes; el ejecutivo lo tiene el rey que elige al Jefe de Gobierno, es el jefe del ejercito y el poder judicial reside en los tribunales.Por último la religión oficial será la católica, aunque tolerando otros cultos.
En el reinado de Alfonso XII (1875-1885) el gobierno lo ejerció el Partido conservador, salvo entre 1881-1884 que gobernó Sagasta. Cánovas restableció el Concordato con la Santa Sede, al mismo tiempo eliminó a los alcaldes y gobernadores civiles nombrados en el Sexenio, puso fin a la libertad de cátedra y prohibió a las asociaciones obreras.
En 1885 muere Alfonso XII, iniciándose la Regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902). En ese año Cánovas y Sagasta firmaron el Pacto de el Pardo, comprometiéndose a respetar el turno de partidos y garantizando el sistema canovista.
El Partido Liberal tendría un mayor peso legislativo en la Regencia; en el parlamento largo (1885-1890) se aprobaban leyes muy importantes, por ejemplo, Ley de Asociaciones (1887) y la Ley del Sufragio Universal (1890).
En 1895 se iniciaba de nuevo la Guerra de Cuba que daría lugar a la pérdida definitiva en 1898.
El turnismo se mantuvo en toda la Regencia, incluso durante la Guerra de Cuba y la muerte de Cánovas. En 1902 con la mayoría de edad Alfonso XIII terminaba la Regencia de su madre.
Se basó en el sistema político ideado por Cánovas del Castillo, el turno de partidos, apoyado en la constitución de 1876. Dos partidos políticos protagonizaron el turnismo, el Partido Conservador y el Partido Liberal; que se fortaleció con la firma del Pacto de El Pardo a la muerte de Alfonso XII, manteniendo el sistema a lo largo de la Regencia de María Cristina.
La oposición al sistema político de la Restauración, no supo aprovechar ni la corrupción del sistema, ni la pasividad de la población. Lo componían las fuerzas políticas no integradas en el sistema, que eran:
Tras su derrota en 1876 quedaron divididos en dos grupos, los que rechazaban el régimen, encabezado por Ramón Nocedal; y los encabezados por Vázquez de Mella que formarían un partido y lucharían dentro de la legalidad.
Estaban muy desunidos. Castelar encabezada a los posibilistas, que colaboraron con el partido de Sagasta. Salmerón defendía una República unitaria, y Pi i Margall apostaba por un república federal.
Surgieron como oposiciones nuevas al sistema de la Restauración, alcanzado un gran desarrollo en los años finales del siglo XIX. Sus objetivo era lograr la independencia. Esto suponía un modelo de Estado descentralizado opuesto al centralista del sistema canovista. Destacaron:
En los años 30 se había iniciado el movimiento literario y cultural conocido como la Renaixença. Pero el catalanismo político se inicia en la Restauración con Almirall, demandando una mayor autonomía. En 1891 se crea la Unión Catalanista que promovió el documento denominado las Babes Manresa, que recogía el primer programa del catalanismo e incluía un proyecto de Estatuto de Autonomía. En 1901 se formó el primer gran partido catalanista, Lliga Regionalista, encabezada por el Prat de la Rila y Cambo. Era un partido conservador que aspiraba a una autonomía de Cataluña apoyado por sectores de las clases medias y altas y vinculadas a la industria local.
No tuvo su origen en movimiento culturales, nació más tarde que el catalán pero tuvo una evolución rápida. Reivindicó los fueros perdidos; critico la industrialización, el capitalismo y a los inmigrantes. En 1895 Sabino Arana fundó el PNV, con un apoyo inicial escaso por su radicalismo antiespañol e independentista. Su nacionalismo era católico y antiliberal y desde 1898 se movió desde el independentismo a la integración autónoma en el Estado español.
Tuvo un desarrollo más lento y un menor arraigo social. A mediados del siglo se produjo un movimiento cultural que fue el O Rexurdimento. Durante la Restauración el galleguismo político se inicia cuando Manuel Murgia funda la Asociación Regionalista Gallega. También se produjeron movimientos regionalistas en Andalucía y Valencia.
estaba dividido en dos corrientes: anarquista y
socialista. Los anarquistas se reorganizaron con la fundación de la Federación
de Trabajadores de la Región Española (FTRE) en 1881. Tuvo mayor presencia en
Cataluña, Aragón, Valencia y Andalucía; las divisiones internas y la represión,
les llevo a final de los 80 a un activismo sindical y reivindicativo, y una
minoría de ese anarquismo se radicalizaba (Mano Negra). Fueron frecuentes los
actos terroristas protagonizados por anarquistas radicales (atentado contra
Liceo). En 1910 fundaron el sindicato de la CNT.Los socialistas fundaron en
1879 el PSOE con Pablo Iglesias; en 1888 la Unión General de Trabajadores como
sindicato del partido quería mejorar las condiciones de vida y trabajo de los
obreros, mediante la negociación, las demandas al poder político y la huelga.
PSOE y UGT fueron hasta el comienzo del siglo XX minoritarios, comparado con
las anarquistas.Hasta 1900 gran parte de las acciones sindicales estaban penalizadas
como delito y fueron duramente reprimidas.
7.3. Tras la Paz de Zanjón (1878) los cubanos
esperaban de la Administración española una serie de reformas que les otorgarse
los mismos derechos de representación política en las Cortes o la abolición de
la esclavitud que aun se practicaba en los campos de caña de azúcar. Peticiones
que no llegaron a más por el rechazo de los grandes propietarios y de los
comerciantes peninsulares. Siguiendo el modelo peninsular se crearon dos
partidos en Cuba: el Partido Autonomista, pedía autonomía y una serie de
reformas políticas y económicas, pero sin llegar a la independencia; y la Unión
Constitucional, era un partido españolista que contaba con una fuerte
militancia de las peninsulares instaladas en la isla.
Sagasta era favorable a
introducir mejoras. En 1888 se abolió la esclavitud, en 1893 propuso un
proyecto de reforma del Estatuto colonial cubano, pero no se aprobó.
La ineficacia de la Administración
para introducir reformas en la colonia estimulo los deseos de emancipación e
independentismo, que fue ganando posiciones. En 1893 José Martí fundó el
Partido Revolucionario Cubano que quería la independencia y encontró el apoyo
de EEUU que tenían amplios intereses económicos.
En 1895 se produjo el Grito del
Baire, con el que se inicio un levantamiento generalizado en Cuba, que comenzó
en el Santiago de Cuba pero se extendió a
La Habana. Cánovas mando a Martínez Campos al frente del ejército para dar una
respuesta de levantamiento, pero no pudo y fue sustituido por Valeriano Weyler
que comenzó una dura represión basada en la concentración de campesinos y el
trato duro de los rebeldes.
En el plano militar la guerra no
era favorable para los españoles, ya que se desarrollaba en plena selva, con
falta de aprovisionamiento y enfermedades tropicales, todo ello culminado por
la lucha de guerrillas.
Tras el asesinato de Cánovas (1897)
y viendo que la estrategia de Weyler no funcionaba se puso al frente general
Blanco. Este comenzó una estrategia de conciliación: autonomía de Cuba,
sufragio universal masculino, igualdad de derechos entre los cubanos y
peninsulares. Pero las reformas llegaron muy tarde y los cubanos que tenían el
apoyo de EEUU se negaron a firmar el acuerdo. Paralelamente también en 1896 comenzó
una rebelión en Filipinas.
El compromiso americano con la
causa cubana se hizo evidente a partir de 1895, cuando el presidente Mckinley
mostro abiertamente su apoyo a los sublevados, a los que enviaba armas por vía
marítima.
En 1897 EEUU intento comprar Cuba
ofreciendo a España 300 millones de dólares, la oferta fue rechazada por el
gobierno español. La ocasión para intervenir en la guerra la dio el accidente
del Maine. EEUU culpo a España y le mando un ultimátum que se exigía su
retirada. El gobierno español negó cualquier vinculación con el Maine y rechazo
el ultimátum, amenazando con declarar la guerra si invadía la isla. Los
dirigentes españoles eran conscientes de la inferioridad española pero
consideraba el ultimátum humillante. De esta forma así comenzó la guerra entre
España y EEUU.
En mayo de 1898 el ejército
español fue derrotado en la batalla de Cavite y la armada española fue
destruida aunque Manila aguanto unos meses.
En julio de 1898 se inicio el
enfrentamiento entre la flota española dirigida por Cervera y la de EEUU en
Santiago de Cuba. La derrota española hizo que EEUU ocupara la isla.
En diciembre de 1898 se firmo la
Paz de Paris por la cual España perdía definitivamente Cuba, Puerto Rico y
Filipinas, que pasaron a ser colonias de EEUU.
En cuanto a las consecuencias
destacamos: La aparición de un movimiento intelectual y crítico
(Regeneracionismo) que rechazaba el sistema político y social en la Restauración
(Joaquín Costa); El regeneracionismo tuvo su vertiente literaria en la Generación
del 98, por ejemplo Unamuno, Pio Baroja, Azorín o Antonio Machado; Economías.
La derrota supuso la pérdida del mercado colonial, acentuándose una política
proteccionista; En política internacional, España perdió sus últimas posesiones
coloniales. Iniciando una intervención colonial en África (Marruecos); Al mismo
tiempo se inicio un reformismo político desde dentro de la Restauración,
encabezado por Silvea (partido conservador) y Canalejas (partido liberal); Se
produjo un desprestigio militar. La imagen del ejército salió dañada lo que
traería grandes consecuencias en el siglo XX; Se produjo un crecimiento del
movimiento obrero y de los nacionalismos periféricos (vasco y catalán)