Portada » Español » La renovación del teatro en España
Al terminar la Guerra Civil el panorama del teatro es desolador. No sólo los grandes maestros (Valle-Inclán y Lorca) habían muerto, sino que la mayoría de los autores importantes se habían exiliado. Además, existían otras dificultades:
En un primer momento aparecerá un teatro de carácter propagandístico sin el menor interés y se tenderá a hacer un teatro de tipo burgués y de entretenimiento, básicamente comercial, carente de todo tipo de crítica por mínima que fuese (José María Pemán y Enrique Jardiel Poncela).
A finales de los años 40 nos encontramos con dos hitos de gran importancia: el estreno de Tres sombreros de copa de Miguel Mihura, una obra humorística escrita antes de la guerra, con rasgos que recuerdan al teatro del absurdo; e Historia de una escalera (1949), de Antonio Buero Vallejo, que inicia un teatro de corte social que será la tónica dominante durante los años 50. Es un teatro de oposición al régimen franquista, en el que destaca, junto a Buero, Alfonso Sastre. Abordaban temas como la falta de libertad, la marginación, la desigualdad social, los conflictos personales y colectivos.
Desarrollará una extensa obra en la que, mediante procedimientos de ocultación, critica determinados aspectos del Régimen, como lo presos políticos, la falta de libertad creativa, etc.) Además de un uso exhaustivo de los elementos escénicos la (iluminación, los juegos con los decorados o el sonido), Buero utiliza un procedimiento que le permitirá burlar la censura, en concreto, la presentación de los acontecimientos como hechos históricos, con lo que el autor se desentiende (hasta cierto punto) de las palabras de sus personajes. Teniendo en cuenta el contenido de sus obras, en su trayectoria pueden señalarse tres etapas:
Predomina un enfoque existencial. Desde el punto de vista técnico, las obras se ajustan a una estética realista y a lo que él mismo llamó “construcción cerrada” (espacio escénico tradicional y progresión clásica de la acción). Destacan: Historia de una escalera (refleja un mundo gris donde las frustraciones se repiten, no sólo por el peso del medio social sino también por la debilidad personal) y En la ardiente oscuridad.
Es la etapa social, ahora se insiste más en las relaciones entre el individuo y su entorno. La necesidad de burlar la censura hace que en esta época cultive reiteradamente un tipo de drama histórico, en el que la anécdota de la historia es un pretexto para plantear problemas actuales. Destacan: Un soñador para el pueblo, Las meninas, El concierto de San Ovidio, El tragaluz (centrada en unos personajes marcados por la Guerra Civil) y El sueño de la razón.
Manifiesta una voluntad de no permanecer al margen de las innovaciones experimentales de los 70. La novedad técnica más llamativa es lo que se ha denominado “efectos de inmersión”, que nos hacen ver u oír la cosas tal y como las percibe o las imagina algún personaje. Con ello logra expresar lo escondido en la conciencia, las obsesiones e incluso los trastornos psíquicos. Destacan en esta etapa La Fundación, donde nos introduce en una celda de presos políticos, uno de los cuales cree hallarse en un centro de investigación hasta que comprende la situación real y comparte las angustias y esperanzas de los demás.
Dedicado plenamente al teatro comprometido y de protesta, sus tragedias son una lucha en la que el individuo sale siempre derrotado. Para él, el teatro debe tener la misión de transformar la sociedad injusta en la que vive el ser humano. En su trayectoria se distinguen las siguientes etapas:
En torno al año 1965 los autores españoles comienzan a aplicar en sus obras las tendencias vanguardistas europeas y americanas que se venían desarrollando desde principios de siglo. En esta corriente experimental cabe destacar a Fernando Arrabal. Su teatro se basa en una violencia y erotismo extremos (el llamado Teatro pánico), tratados con procedimientos surrealistas.
Els Joglars, Els Comediants, La Fura dels Baus, TEM (Teatro Estudio de Madrid), Los Goliardos, Tábano, TEI (Teatro Experimental Independiente), Teatro Circo, Chévere…