Portada » Historia » La Primera República Española: El Sexenio Revolucionario y el Gobierno de Estanislao Figueras (1873-1874)
El primer presidente provisional de la República fue Estanislao Figueras. Su gobierno estaba compuesto por republicanos federales y progresistas. La composición del gobierno fue la siguiente:
La situación del país era compleja. Francia acogió a los reaccionarios exiliados y favoreció el carlismo. En el interior, la aristocracia era hostil al nuevo régimen, y la Iglesia lanzó una campaña en su contra. Además, seguía la guerra colonial y la situación económica era precaria.
El gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes y desarrolló medidas urgentes del programa republicano, como la disolución de las quintas (aunque esta medida quedó en nada por la guerra colonial y la doble guerra civil). En 1868 se establecieron ayuntamientos y diputaciones de carácter republicano, de manera provisional.
El 23 de febrero de 1873, el presidente de la Asamblea Nacional, el radical Cristino Martos, organizó un intento de golpe de Estado para cambiar el gobierno, darle una hegemonía radical más clara y establecer una república unitaria. Sin embargo, el golpe fracasó gracias a los “voluntarios de la República” y a la acción popular. Los radicales no querían que se celebrasen elecciones, sino que la Asamblea Nacional elaborase la Constitución. Esto provocó la primera remodelación del Gobierno de Figueras, sustituyendo a los ministros progresistas por ministros republicanos federales.
Figueras tuvo que enfrentarse al intento de proclamación del Estat Català el 9 de marzo de 1873 dentro de la República Federal española. Este intento fue superado tras una serie de gestiones telegráficas con los dirigentes catalanes.
El 23 de abril de 1873 se produjo un nuevo intento de golpe de Estado preparado por alfonsinos, miembros de la Unión Liberal, progresistas de Sagasta y sectores monárquicos del Ejército. Sin embargo, también fracasaron cuando varias unidades se abstuvieron a última hora. Esto obligó a los radicales a salir del gobierno, ya que también participaron en la conspiración.
El gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes entre el 10 y el 13 de mayo de 1873. Las elecciones se desarrollaron en condiciones muy poco ortodoxas, y su representatividad resultó ridícula, pues no participaron ni los carlistas (en guerra desde 1872), ni los monárquicos alfonsinos de Cánovas del Castillo, ni los republicanos unitarios, ni las incipientes organizaciones obreras adscritas a la Internacional, que se pronunciaron por la abstención. Fueron posiblemente los comicios con la participación más baja de la Historia de España: votaron un 39% y se abstuvieron un 61% del electorado.
Las Cortes Constituyentes resultantes estaban dominadas por los republicanos federales, con 343 diputados. Había 20 radicales a título individual, 7 sagastinos y 3 alfonsinos. Prácticamente no hubo oposición.
Los republicanos no tenían una coherencia ideológica. Se distinguían tres tendencias:
El planteamiento nacionalista en aquel momento era todavía bastante conservador. Posteriormente se creó un nacionalismo de izquierda. Los republicanos, en general, planteaban que la nación era la Nación española.
Se debatió la formación de un nuevo gobierno. Figueras se marchó de España hacia Francia antes de que se estableciera el nuevo gobierno.
El 8 de junio de 1873, las Cortes proclamaron la República Federal. El 11 de junio de ese año, Pi y Margall formó gobierno y presentó su programa. El esfuerzo principal del nuevo gobierno sería la elaboración de una nueva Constitución federal, así como la aprobación de una serie de leyes de carácter social:
El 30 de junio de 1873 se aprobó el proyecto de ley que concedía al gobierno medidas extraordinarias. Los republicanos intransigentes se opusieron, creció la tensión y los acontecimientos se precipitaron con una celeridad asombrosa.
A partir de aquí estalló la revolución cantonal (promovida por los intransigentes) en contra del gobierno de Pi y Margall. Querían una revolución desde abajo. En el norte de España, además, ya había comenzado la Tercera Guerra Carlista. El 1 de julio de 1873, los dirigentes intransigentes se trasladaron a Cartagena, donde se estableció el “Gobierno provisional de la federación española”. Los cantones triunfaron durante un periodo breve de tiempo, aunque en un mes y medio fracasaron. A partir de agosto de 1873, sólo resistió Cartagena, que lo hará hasta el 12 de enero de 1874.
La diferencia de los cantones con los Estados federados es que se organizan desde abajo, no se diferencian desde el punto de vista territorial. La revolución cantonal se limitó a Andalucía (Málaga, Sevilla, Cádiz) y Levante (Valencia, Alcoy, Murcia, Cartagena).