Portada » Español » La poesía medieval oral y épica en la Edad Media
LA EDAD MEDIA: La España medieval;En el siglo VIII los musulmanes llegaron a la Península Ibérica, mientras hubo algunos visigodos que se atrincheraron al norte en unos pueblos que habitaban la zona de astures, cántabros y vascones. Desde del siglo IX iniciaron su expansión hacia el sur en un proceso conocido como Reconquista, que se prolongó hacia el siglo XV. La aparición de una cultura específica, que mezcló la tradición cristiana con la influencia musulmana. Este panorama se vio complementado desde el siglo XI por el influjo cultural y artístico que penetró a través del Camino de Santiago. Sociedad y economía;La sociedad medieval era estamental: privilegiados (la nobleza y el clero) y los no privilegiados (campesinos y artesanos). La debilidad de los reyes medievales y la inseguridad de la época fortalecieron el poder de la nobleza y de la iglesia, que acumularon extensos señoríos territoriales. La Edad Media se inició con un proceso de ruralización y desde el siglo XII se revitalizó el mundo urbano.
La poesía tradicional se pueden diferenciar: la popular o tradicional y la culta. La poesía de tipo popular se transmite de forma oral y cuenta con una variante lírica y narrativa. La poesía culta, presenta las variantes lírica y narrativa, se transmite de forma escrita. La poesía tradicional, se ha ido transmitiendo y recreando oralmente, las principales formas de poesía tradicional peninsular son las jarchas, cantigas de amigo y los villancicos. Las Jarchas; son breves composiciones de raíz popular y transmisión oral, originarias de Al-Andalus. Están escritas en mozárabe y en árabe vulgar, algo comprensible porque surgen en un territorio bilingüe. Las jarchas son la expresión femenina de un amor angustiado o gozoso. En cuanto a su forma, consta de una sola estrofa de dos a cuatro versos con rima consonante, y se caracterizan por su sencillez expresiva, habitual en la literatura popular. Cantigas de amigos; compuestos en galaicoportugués y procedentes de la tradición oral, serán recopilados e imitados por poetas cultos, como Martin Códax o Pero Meogo. Las cantigas recogen también anécdotas amorosas puestas en boca de una joven. Emplean frecuentemente el recurso del paralelismo, pues se repiten versos con parecidas o idénticas palabras. Villancicos; son las principales composiciones de la lírica tradicional castellana. Los textos de este tipo de lírica aparecen recogidos por escrito en recopilaciones denominados cancioneros. Suelen tratar un asunto amoroso en un entorno natural cargado de simbolismo, también aparecen otros tipos de temas como el de la mujer malcasada o la llegada de la primavera. Formalmente, constan de un estribillo de dos o tres versos que se repite en todas las estrofas, y de varias glosas o mudanzas en las que se desarrolla el contenido del estribillo. El villancico emplea versos de arte menor, rima asonante y numerosos paralelismos y repeticiones.
La poesía épica está integrada por narraciones en verso que cantan las hazañas o gestas de un héroe, el cual encarna los principales valores de un pueblo. Las narraciones de este tipo compuestas en la Edad Media reciben el nombre de cantares de gesta. Origen y transmisión; los cantares de gesta medievales se inspiran en hechos históricos, a los que se van superponiendo elementos míticos y legendarios que engrandecen la figura del héroe. Estas se transmitieron oralmente de una generación a otra. La difusión de este tipo de textos corría a cargo de juglares que recitaban el cantar ante un auditorio, estos poemas reciben el nombre de mester (oficio) de juglería. Los juglares podían acompañar su recitación de un instrumento. Características; los cantares de gesta relatan las hazañas bélicas de un héroe, este héroe representa las virtudes caballerescas (honor, valentía, magnanimidad). En cuanto a su forma, se estructuran en tiradas o agrupaciones de versos asonantes que oscilan entre doce y dieciséis sílabas, que divide cada verso en dos hemistiquios y abundan los paralelismos y los epítetos épicos. La épica castellana; A diferencia en países como Francia, se conservan pocas muestras de cantares de gesta castellanos. Contamos con unos miles de versos repartidos entre el Cantar de Mio Cid, casi completo, un fragmento de Roncesvalles y otro de las mocedades de Rodrigo. Se ha mencionado como origen de los cantares castellanos, de los poemas griegos y latinos. Entre los rasgos generales, cabe destacar su espíritu de unidad cristiana frente al islam, un mayor realismo con respecto a los cantares europeos, además del héroe, de la figura de los reyes. Las obras pertenecientes a la épica castellana se aglutinan en torno a tres ciclos o ejes temáticos: – Ciclo carolingio, -Ciclo de los condes de Castilla, – Ciclo del Cid.
El Cantar de Mio Cid es el principal cantar de gesta de la poesía épica castellana. Manuscrito, autor y fecha de composición; El texto que se conserva aparece en un manuscrito para uso de juglares que data del siglo XIV. Este manuscrito es copia a su vez de otro, realizado por un clérigo llamado Per Abbat en 1207. La redacción del Cantar debió de componerse en la segunda mitad del siglo XII. Contenido y estructura; El Cantar de Mio Cid recoge los últimos años de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar (ca. 1048-1099). Por su contenido, puede dividirse en tres partes, que quizá coincidían con el número de sesiones en las que se recitaba: -Cantar del destierro, -Cantar de las bodas, -Cantar de la afrenta de Corpes. La obra trata así del proceso de recuperación: para restaurar su honor político y para recobrar el honor familiar. El Cantar mantiene un tono de verosimilitud que lo diferencia de otras gestas europeas quizá por la aproximidad cronológica entre los hechos narrados y la fecha de composición del poema. Características; El Cantar consta de casi cuatro mil versos, distribuidos en tiradas monorrimas, tienen una cesura que los divide en dos hemistiquios. El lenguaje es muy claro y expresivo, en su estilo se aprecian los recursos propios de la recitación oral juglaresca: las llamadas de atención para dirigirse a los oyentes, la abundancia de epítetos épicos, fórmulas para referirse al héroe y magnificar sus virtudes y la reproducción en estilo directo de las palabras de los personajes. La figura del héroe; El protagonista, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, representa a la nobleza guerrera castellana, enfrentada a la aristocracia leonesa. Como héroe épico representa los valores arquetípicos de amor conyugal y filial, pasión guerrera, honradez, inteligencia, mesura y religiosidad. Es decir, el perfecto caballero cristiano, amante padre y esposo, que reúne en su persona sabiduría y fortaleza.
Los romances son poemas de carácter épico-lírico que pertenecen a la literatura popular. Suele establecerse una división entre romancero viejo; pertenece a esta clase el conjunto de romances anónimos que se cantaban a finales de la Edad Media. Es un género de origen oral y popular, pero acabará sometido a las reglas de la literatura escrita. Y entre romancero nuevo; a este tipo corresponden los romances escritos por los poetas cultos. Origen y transmisión; El origen de parte de los romances parece situarse a finales de la Edad Media en la descomposición de los poemas épicos. La transmisión de estas composiciones debió de hacerse principalmente de modo oral, lo que explica las diferentes versiones que se han hallado de un mismo romance. A partir de estos siglos los romances circularon por escrito a través de dos caminos aparte de las copias manuscritas: impresos en pliegos sueltos y recopilados en cancioneros, romanceros y libros de música. Contenido; Se distinguen distintas clases de romances según su contenido: – Épicos: derivan de cantares de gesta castellanos y franceses y tratan de figuras como el Cid o Carlomagno. – Históricos: se incluyen aquí los llamados romances fronterizos y los moriscos. – Líricos y novelescos: Se centran en la expresión de un sentimiento, generalmente amoroso, o se inspiran en episodios legendarios de personajes como el rey Arturo y sus caballeros. – Otros romances: recogen por ejemplo asuntos bíblicos o de la Antigüedad grecolatina. Características formales: los romances son poemas de diferente extensión, integrados por versos octosílabos con rima asonante en los pares, mientras que los impares quedan sueltos. Estas métricas se explicarían porque al segmentarse los largos versos de los cantares de gesta, los hemistiquios iniciales habrían dado lugar a los versos impares de los romances, mientras que los finales habrían derivado en los versos pares. Del carácter épico de los romances y su transmisión oral proceden rasgos como el empleo de arcaísmos y de carácter lírico de estos poemas derivan características como la sencillez sintáctica, las repeticiones o el lenguaje expresivo con gran carga emotiva