Portada » Español » La novela española desde la Guerra Civil hasta la actualidad
Una de las consecuencias de la Guerra Civil fue el exilio de numerosos escritores que desarrollaron su creación fuera de España. A pesar de sus diversas orientaciones, en sus relatos podemos encontrar rasgos comunes como su oposición a la dictadura y ciertos temas recurrentes:
Uno de los principales autores de la novela del exilio fue Ramón J. Sender, cuya obra más destacada es Réquiem por un campesino español. En su extensa obra se encuentran manifestaciones de varias tendencias y temas: narraciones realistas, alegóricas, históricas o autobiográficas, entre otros.
Por su parte, la obra narrativa de Max Aub incluye novelas y relatos cortos cuyo tema principal es el ser humano como ser social, político y moral (su producción más considerada es la serie sobre la Guerra Civil y sus consecuencias, destacando Campo de los almendros).
Asimismo, destaca la prosa de tono reflexivo de Francisco Ayala donde prevalece una visión pesimista de la realidad en novelas moralistas que analizan los vicios del ser humano y critican aspectos sociopolíticos desde una visión humorística e irónica (El fondo del vaso).
Las consecuencias de la guerra se hicieron notar en todos los ámbitos de la cultura; las tendencias artísticas que se habían iniciado en los años anteriores fueron interrumpidas violentamente, lo que obligó a la nueva generación de novelistas a partir de la nada y explorar nuevas formas narrativas, inspirándose en la novela realista y naturalista del siglo XIX y entre sus contemporáneos (principalmente, Pío Baroja).
Varias serán las tendencias novelísticas triunfantes en los cuarenta:
En los cincuenta la novela evoluciona hacia concepciones sociales (se pretende reflejar fielmente las condiciones a las que está sometida la sociedad española por parte del régimen autoritario que coarta la libertad del individuo y le somete a situaciones injustas) y se distinguen dos líneas:
En el ámbito narrativo de los años sesenta, junto al agotamiento de la fórmula realista, hay que destacar dos factores de índole literaria que favorecieron la decisiva modernización de la novela española: el descubrimiento de la novela hispanoamericana (Mario Vargas Llosa o Gabriel García Márquez) y la lectura de los grandes renovadores de la literatura universal (Proust, Kafka, Joyce).
Algunos de los rasgos de esta narrativa son los que siguen:
Los autores más destacados de esta corriente fueron:
1975 fue un año decisivo en la historia de nuestro país: con la muerte del dictador, la transición a la democracia y la supresión de la censura, se abría un período que parecía conducir a la recuperación de las libertades.
La narrativa posterior a 1975 se caracteriza, sobre todo, por el abandono del experimentalismo y el regreso a la narratividad: los autores recuperan el placer por contar historias y buscan conectar de nuevo con los lectores. En este sentido, el fin de la novela experimental está íntimamente relacionado con la aparición de dos novelas: