Portada » Español » La novela después de la Guerra Civil
El ambiente de libertad en el que comenzó a desarrollarse la cultura española tras la muerte del general Franco (20 de Noviembre de 1975), permitíó un mejor conocimiento de la literatura española en Europa y de la literatura occidental en España. A ello contribuyó significativamente la desaparición de la censura (lo que supuso la publicación de novelas españolas prohibidas en nuestro país y editadas en el extranjero, expurgadas o inéditas), la recuperación de la obra de los escritores exiliados y un mayor conocimiento de la narrativa de otros países. Hacia 1975 ha desaparecido la narrativa social, y los autores están cansados de tanta experimentación formal, que no se sabe muy bien a dónde conduce. Tampoco podemos vincular las nuevas historias a los modelos inmediatos, ni siquiera hablar de un proyecto común, salvo ese rechazo al experimentalismo agresivo que conduce a un callejón sin salida.Señálamos a continuación brevemente las principales líneas de la novela a partir de 1975 hasta nuestros días, así como algunos de los autores y títulos más significativos: a) Metanovela. Simbiosis entre la narración de la historia (creación) y el proceso seguido para la construcción de la misma (crítica). Esta manifestación de la literatura dentro de la literatura define la mayoría de las novelas de Juan Goytisolo (Juan sin Tierra) y de su hermano Luis (La cólera de Aquiles), de José María Merino (La orilla oscura), Juan José Millás (El desorden de tu nombre) o Carmen Martín Gaite (El cuarto de atrás), entre otros. B) Lirismo. La novela lírica o poemática centra su interés en un mundo más sugerente que concreto, con personaje-símbolo y una mayor tendencia al lenguaje poético. Es la modalidad preferida por Francisco Umbral (Mortal y rosa) y la carácterística esencial de la narrativa de Julio Llamazares (La lluvia amarilla). Dentro de ese mismo género podemos encontrar otros afines, como el relato de aprendizaje, el memorialismo y la autobiografía. Aspectos a los que responden muchas de las novelas de Javier Marías (Todas las almas, Corazón tan blanco). C) La novela histórica. Novelas ambientadas en el pasado, desde el más lejano (El maestro de esgrima, de Pérez Reverté) al más próximo: la Guerra Civil (Octubre, Octubre, de José Luis Sampedro), los años de la dictadura franquista (El río de la luna, de José Mª Guelbanzu) y, la transición política (Los dioses de sí mismos, de Juan José Armas Marcelo) d) La novela de intriga. Mezcla esquemas policíacos con aspectos políticos e históricos. La serie de novelas sobre el detective Carvalho o Galíndez (1990) convierten a Manuel Vázquez Montalbán en el escritor más representativo; aunque no es el único, ya que de algunos elementos de este género también se han servido Eduardo Mendoza (La ciudad de los prodigios) y Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa y Beltenebros). E) Enfoque realista. Tras el furor del experimentalismo, algunos autores han vuelto a recuperar para la novela el arte de narrar. Eso sí, desde una perspectiva mucho más amplia y abierta, que abarca también el mundo onírico, irracional o absurdo… En esta línea cabría mencionar a Luis Mateo Díez (La fuente de la edad) o a Luis Landero (Juegos de la edad tardía). F) Novela culturalista. En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace Juan Manuel de Prada con Las máscaras del héroe o La tempestad. . Debemos tener en cuenta que muchas de las novelas y novelistas citados participan, a la vez, de más de una de las carácterísticas señaladas, por lo que se les podría incluir en más de una tendencia.
Las décadas de los 40 y 50 en España coinciden con la denominada “posguerra”, una época durísima no solo desde el punto de vista económico, sino también cultural. Paradójicamente, tras la derrota del eje fascista en la 2ª Guerra Mundial, el Franquismo no es arrastrado por ella sino que se convierte en aliado anticomunista de Estados Unidos en la guerra fría, lo que perpetuará el sistema. El panorama cultural era más bien desértico, dado que gran parte de la intelectualidad se había visto obligada a exiliarse y que la censura que impónía la Iglesia y el gobierno eran severas. No obstante, desde los férreos años 40 hasta los 60 se ve una progresiva apertura que permitirá la expresión más o menos crítica de sucesivas generaciones de autores.Quizá haya que empezar hablando de la narrativa en el exilio, que se nutríó más de la nostalgia de la patria perdida y el dolor por la contienda que de la resistencia directa a Franco. Entre los muchos autores no podemos olvidar al imaginativo Max Aub, con su larga serie de los “Campos”, al longevo y gran especialista en cuentos Francisco Ayala (“Los usurpadores”) o al fecundo Ramón J. Sender, con su capacidad de indagación en la sociedad española (“Réquiem por un campesino español”Ya en España, la literatura siempre estuvo bajo sospecha. La censura directa, la autocensura de los autores y el miedo o imposibilidad de editar impidieron todo desarrollo normal de la narrativa. Al margen de los exitosos géneros de evasión (novela rosa, del oeste, tebeos y fotonovelas), dominaban el panorama autores realistas de ideología muy tradicional (Zunzunegui, Gironella, Sánchez Mazas…). Fue por ello un acontecimiento “Nada”, de Carmen Laforet, quien en 1942 plantea el conflicto existencial de una universitaria en un ambiente asfixiante de la Barcelona de posguerra.A partir de los años 50 va a surgir una nueva generación de narradores, denominada “Generación del medio siglo”, “de los 50” o de “los niños de la guerra”, que se sienten algo más libres para expresar cierta crítica sobre la realidad social. Con una estética realista, influidos por la “nouveau Román” francesa y el conductismo norteamericano, van a dar lugar a los que se llamó el “Realismo social”. Serán novelas donde el narrador desaparece y cede su papel a los personajes.El panorama narrativo español a principios de los años 60 está protagonizado por la novela social. Autores neorrealistas como José Manuel Caballero Bonald, Juan Goytisolo o Ignacio Aldecoa publican novelas ya maduras dentro de esta estética. Sin embargo, la publicación en 1962 de “Tiempo de silencio”, de Luis Martín-Santos, iba a cambiar abruptamente la trayectoria de nuestra literatura.Lo que en los años 60 fue innovación fue cobrando auge y radicalismo y en la primera mitad de los 70 puede hablarse sin error de experimentalismo. Los autores van dejando de lado el tema de España y se centran en el lenguaje, en la propia tarea de escribir. Parecen buscar la destrucción del género novela en una exploración de sus límites: los personajes se desdibujan, el espacio pierde consistencia, el tiempo puede concentrarse en un instante, los argumentos desaparecen en favor de una mente pensante, obsesiva, cada vez más hermética. Ejemplos de ello son obras como “Reivindicación del conde don Julián”, de Juan Goytisolo, “Si te dicen que caí”, de Marsé o “La saga/fuga de JB”, del más mayor Torrente Ballester. Quizá por su carácter proteico, por servir de cauce a la expresión de la épica cotidiana del hombre actual, la novela se ha convertido en el objeto de consumo dominante de la literatura hoy en día. En esta segunda mitad del Siglo XX hemos asistido a un viaje desde el Realismo a la experimentación para volver a un Realismo distinto, menos crítico y más íntimo, que ha enriquecido sin duda al género. Por calidad y cantidad de autores y obras, podemos afirmar que estamos en un momento de mucha vitalidad y de él debemos disfrutar.
a comedia burguesa de Benavente. Don Jacinto Benavente propuso un teatro sin grandilocuencia, sin excesos, con atención preferente a los ambientes cotidianos. Su obra supone una crítica amable de los ideales burgueses. Así sucede en sus obras «Lo cursi», «Rosas de Otoño» y «Los intereses creados». Otras veces intenta el «drama rural» («Señora Ama», «La Malquerida» ) Benavente se ganó el favor del público y una popularidad enorme a nivel nacional. Y en 1922 se le concede el Premio Nóbel A.-2. : El teatro en verso. Supone ante todo la presencia en los escenarios del arte verbal modernista. De los cultivadores de esta línea merecen citarse: .- Francisco Villaespesa (1877-1936 ) «Doña María de Padilla», «Abén Humeya»y «La leona de Castilla». .- Eduardo Marquina (1879-1946): «Las hijas del Cid», «En Flandes se ha puesto el sol». .- Los hermanos Manuel y Antonio Machado en obras escritas en colaboración como «Julianillo Valcárcel», «Juan de Mañara», «Las adelfas» o «La Lola se va a los puertos». A.-3. : El teatro cómico. Los tipos y ambientes castizos que habían sido la materia de los cuadros costumbristas del Romanticismo vuelven ahora a la escena de la mano de autores como: .- Los hermanos Álvarez Quintero presentan en sus obras la imagen de una Andalucía superficial, tópica e incluso falseada Algunas de sus obras más celebradas son : «La reina mora», «El ojito derecho», «El patio», «Las de Caín», etc EL TEATRO DE LOS AUTORES DEL 98.-:
Al margen de pretensiones comerciales, estos autores (Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y Jacinto Grau, sobre todo) pretenden hacer un teatro que sirva como cauce para la expresión de sus conflictos religiosos, existenciales y sociales (en esta última faceta destaca Valle-Inclán). Harán un teatro intelectual y complejo que enlazará con las tendencias filosóficas y teatrales más renovadoras del panorama occidental de la época. Técnicamente, intentarán romper definitivamente con las formas realistas de la representación, aspecto en el que destaca, sobre todos, Ramón del Valle-Inclán. VALLE INCLÁN Su producción es variada e incluye novelas, cuentos, poesía, teatro… En todos esos géneros que cultiva se observa una evolución paralela al cambio ideológico por el que pasa de un Modernismo elegante y nostálgico ( «Las sonatas»- entre 1902 y 1905 – ) a una literatura crítica, basada en una feroz distorsión de la realidad ( «El esperpento», a partir de 1920 ) Su obra teatral suele agruparse en tres ciclos: A) EL MITO: La acción transcurre en una Galicia mítica, intemporal: Comedias bárbaras, Divinas palabras. B) LA FARSA: Obras situadas en un espacio más ‘ridículo’, propio del Siglo XVIII: jardines, rosas, cisnes: La marquesa Rosalinda, Farsa y licencia de la reina castiza. C) EL ESPERPENTO: Luces de Bohemia, (1920) y la trilogía «Martes de carnaval» («Los cuernos de don Friolera, 1921; «Las galas del difunto», 1926; «La hija del capitán», 1927).El TEATRO esperpento (hay obras esperpénticas que no son teatro: el poema «La pipa de Kif» y las novelas «Tirano Banderas» y «El ruedo ibérico») es un teatro de crítica de una realidad falsa y de unos valores que ya no tienen sentido (Actitud crítica de los hombres del 98, a la que se incorpora Valle después de una época de literatura preciosista cargada de princesas, salones, aristocracia; sin embargo, en esta época la crítica noventayochista ya había cedido).EL TEATRO EN LA GENERACIÓN DEL 27 B.- 2. : El teatro de la generación del 27. Aunque la mayor parte de la producción del 27 está constituido por poesía, varios componente de la generación se vieron tentados por el teatro. Son interesantes las obras escritas por Salinas ( «El dictador»), Rafael Alberti ( «El adefesio» ), Miguel Hernández ( «El labrador de más aire» ) y Alejandro Casona ( «La dama del alba» ). Federico GARCÍA Lorca La obra dramática de Lorca puede agruparse en tres grandes bloques: PRIMERAS PIEZAS TEATRALES. En 1920 estrena «El maleficio de la mariposa», obra de influencia modernista sobre el amor entre una cucaracha y una linda mariposa, que inaugura ya el tema fundamental de la dramaturgia lorquiana: la insatisfacción amorosaTEATRO VANGUARDISTA: las comedias imposibles o misterios. Lorca dio este nombre a las comedias creadas bajo el influjo surrealista. La técnica surrealista le vale para explorar en los instintos ocultos del hombre. Así en «El público» (incompleta) Lorca defiende el amor como un instinto ajeno a la voluntad, que se manifiesta de formas muy diversas, entre ellas, la homosexual; y critica a una sociedad que condena a todo el que es diferente. LA ETAPA DE PLENITUD. Lorca escribe durante los años treinta obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial: «Bodas de sangre», «Yerma», «Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores» y «La casa de Bernarda Alba». Todas ellas tienen en común el protagonismo de las mujeres, cuya situación de marginación social es tema común en las cuatro.
Tras vencer en la Guerra Civil (1936-1939), Franco se erige caudillo. Años 40, aislamiento internacional por el rechazo a una dictadura que, aparentando neutralidad, apoya a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial; pobreza y represión política. La década de los 50 supone el fin del aislamiento. En los 60, gran desarrollo económico pero faltan libertades, el contacto con otras democracias alentará la oposición a un régimen que se debilita hasta la muerte de Franco en 1975. Democracia y Constitución de 1978.AÑOS 40. POSGUERRA a) Autores tradicionales. Siguen Benavente, Arniches y Marquina. Alta comedia continuadora del teatro benaventino. Obras bien construidas (diálogos cuidados y elegantes) pero poco innovadoras y poco críticas con la realidad del momento (defienden los valores tradicionales). Teatro burgués con personajes de las clases urbanas acomodadas, que trata temas intrascendentes: adulterio, infidelidad, la rebeldía de los hijos, etc. La mezcla de humor, sentimentalismo y final feliz le llevó al éxito de público. Joaquín Calvo Sotelo: La muralla, trata un problema de conciencia. Juan Ignacio Luca de Tena: ¿Dónde vas Alfonso XII? B) Teatro de humor. De evasión, cómico, de humor inofensivo. Pretende transformar el humor español introduciendo lo inverosímil (redujo su audacia adaptándose al gusto del público), se acerca a veces al “teatro del absurdo”. Renuevan rompiendo con las formas tradicionales burguesas y realistas. Enrique Jardiel Poncela, creador de un teatro de lo inverosímil, nuevo, audaz e inteligente: Eloísa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada. Miguel Mihura practica un humor ilógico y absurdo, pero con intención crítica y existencial; maneja con maestría ingenio y ternura: Tres sombreros de copa, choque entre una forma de vida, acomodada, burguesa y otra bohemia, rebelde; Dionisio y Paula encarnan los dos mundos, coinciden en un hotel de provincias la víspera de la boda de Dionisio. Maribel y la extraña familia, explota las posibilidades cómicas del lenguaje con equívocos y juegos de palabras disparatados, creatividad y eficacia dramática. C) En el exilio. Max Aub, Jacinto Grau y Rafael Alberti. Alejandro Casona continúa escribiendo en Argentina y vuelve con una buena acogida por parte del público;
CRÍTICO a)
Teatro de compromiso ético y social, preocupado e inconformista. Autores de la “generación realista”, como Buero Vallejo, que entienden el teatro como un medio para transformar la sociedad española. A veces, el Realismo adopta tintes vanguardistas o expresionistas. Alfonso Sastre tuvo dificultades para representar sus obras debido a la censura; pretendíó hacer del teatro un arma de denuncia y de protesta contra la injusticia, de crítica social con manifiestos o con obras: La mordaza, Escuadra hacia la muerte, de tono existencialista. B) Preocupaciones existenciales. Se tratan los temas e inquietudes del ser humano. Antonio Buero Vallejo, su obra gira en torno a la defensa de la dignidad del hombre, con un hondo sentido trágico; en cuanto a la técnica teatral: el “efecto de inmersión” (recursos escénicos que introducen al espectador en la atmósfera dramática de la obra: luz, oscuridad, música, ruidos, etc., con un significado alegórico), algunos personajes poseen taras físicas y simbólicas.
ÑOS 60. TEATRO SOCIAL a) Predominio de temas sociales: la explotación del hombre, las injusticias sociales, la alienación, la Guerra Civil, las condiciones de vida en los pueblos y en los suburbios, los abusos de poder, etc. Lauro Olmo, situaciones y personajes dotados de gran Realismo y fuerza dramática: La camisa, el problema de la emigración. Carlos Muñiz: El tintero, aborda la burocracia deshumanizada y la esclavitud del trabajador. José Mª Rodríguez Méndez: Los inocentes de la Moncloa, angustias de unos jóvenes opositores. José Martín Recuerda: Las salvajes en Puente San Gil.
AÑOS 60 Y 70. BÚSQUEDA DE NUEVAS FORMAS a) Teatro renovador. Experimenta con nuevas fórmulas, aunque por los condicionamientos comerciales e ideológicos mencionados, quedará como un teatro de minorías al margen de los circuitos comerciales. Fernando Arrabal, cercano a las vanguardias y al teatro del absurdo, admite lo insólito, lo sórdido y el humor: El emperador de Asiria. Francisco Nieva, también director y escenógrafo, en la línea surrealista, acude a la farsa, lo grotesco y lo onírico: Malditas sean Coronada y sus hijas. Buero Vallejo, escenario múltiple y simbolista en el que se combinan elementos del teatro realista y del experimental. Castañuela 70, Els Joglars, Dagoll-Dagom, etc. Funcionan como una empresa colectiva que se ocupa de manera itinerante del montaje y la representación. Conciben el teatro como espectáculo y el texto pierde importancia; el actor puede cantar, bailar o tocar algún instrumento.
Género literario que compite con otros espectáculos, a su vitalidad contribuyen: a) Fernando F. Gómez, autor de éxito: Las bicicletas son para el verano y Ana Diosdado: Los ochenta son nuestros; y otros que reflejan la realidad de su tiempo como José Luis Alonso de Santos: La estanquera de Vallecas. B) Se crea el Centro Dramático Nacional y otras instituciones similares en diversas comunidades autónomas, se lleva a cabo una política de subvenciones por parte de las administraciones, se organizan festivales y se recuperan autores.
Tras vencer en la Guerra Civil (1936-1939), Franco se erige caudillo. Años 40, aislamiento internacional por el rechazo a una dictadura que, aparentando neutralidad, apoya a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial; pobreza y represión política. La década de los 50 supone el fin del aislamiento. En los 60, gran desarrollo económico pero faltan libertades, el contacto con otras democracias alentará la oposición a un régimen que se debilita hasta la muerte de Franco en 1975. Democracia y Constitución de 1978. POESÍA DEL EXILIO Las obras de los exiliados no llegan a España por la censura. Antes de morir en la cárcel, Miguel Hernández escribe Cancionero y romancero de ausencias, palabra dolorida por la guerra y la separación familiar. Juan Ramón Jiménez continúa con su etapa de poesía “intelectual” buscando la belleza, la eternidad, a Dios, etc.: En el otro costado. El resto de poetas escriben sobre el dolor y la injusticia de los grandes conflictos mundiales como Guillén en Clamor o Salinas en El contemplado, Alberti se muestra comprometido ideológicamente en Retornos de lo vivo lejano y Cernuda en Desolación de la quimera expresa su amargura y recuerdos en el exilio. El soneto es su estrofa preferida. Revistas poéticas que recogieron este tipo de poesía fueron Escorial y Garcilaso. Dionisio Ridruejo, Leopoldo Panero y Luis Rosales: La casa encendida, vivencias y recuerdos con un lenguaje directo e imágenes surrealistas. 2. Poesía desarraigada Surge como contraposición al garcilasismo. Los poetas desarraigados publican en la revista Espadaña, fundada por Eugenio de Nora y Victoriano Crémer. Poesía de tonos más humanos, refleja las inquietudes y las circunstancias de la terrible posguerra, presenta el mundo como un caos y una angustia, conecta con el existencialismo. Comienza esta tendencia con dos obras de escritores del 27: Hijos de la ira de Dámaso Alonso, obra desgarrada de carácter existencial con alusiones a la desastrosa situación existente, lenguaje crispado con palabras que no tienen nada que ver con el preciosismo garcilasista; y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre, dolor por el paraíso perdido y por la humanidad alejada de su destino. La métrica utilizada es el versículo que, en muchos casos, se aproxima a la prosa. 3. Poesía social Poesía objetiva y de denuncia. Los poetas, testigos de la vida cotidiana, se hacen eco del sufrimiento con un lenguaje prosaico y sencillo en un tono coloquial. Denuncian las desigualdades e injusticias, falta de libertad, pobreza, etc. Escriben “a la inmensa mayoría”. Influencias de Machado, Neruda y Aleixandre con Historia del corazón. Blas de Otero posee una calidad y una fuerza expresiva que ha ido evolucionando. En Ancia reúne Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, poesía existencial y desarraigada; se revuelve contra la poesía religiosa del momento y la imagen tradicional de Dios, el hombre está perdido en un mundo desolado pero cercano al sufrimiento de los demás.DE LOS AÑOS 50 A LOS 70 A mediados de los 50, en pleno auge de la poesía social, surge un grupo de poetas a los que la crítica llama “Generación de los 50” o “Segunda generación de posguerra”, aunque su poesía marca los años 60. La forman Ángel González, Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral y José Manuel Caballero Bonald. Aunque no se incluyan en ella, escriben también Antonio Gamoneda, Francisco Brines, Claudio Rodríguez, Ángel Crespo, José Agustín Goytisolo y José Ángel Valente. Carácterísticas: a) Posición crítica ante la realidad. B) Tono menos dramático que el de la poesía social. C) Preocupación por un lenguaje más cuidado, aunque habitualmente sobrio. D) Vuelta al intimismo, a lo subjetivo. E) Presencia, a veces, del humor, de la ironía o del escepticismo. F) Entienden la poesía no solo como comunicación sino, también, como una forma de experiencia personal y de exploración de la realidads. En los 80, la corriente dominante es la poesía de la experiencia: asuntos cotidianos, ámbito urbano, interés por lo biográfico e intimista, claridad y sobriedad; entre otros: Luis García Montero, Jon Juaristi, Ana Rossetti, etc.
Modernismo y Generación del 98 fueron corrientes de carácter antiburgués que se tradujeron en la literatura en estos dos movimientos de renovación opuestos al Realismo. Tuvieron en común su actitud de rebeldía frente a los valores burgueses; la desconfianza de la razón: el subjetivismo; el individualismo y la visión pesimista de la Vida. Se reservo el término de Modernismo para quienes demostraban interés por la belleza (“el arte por el arte” ) y el rechazo de la mediocridad, adoptando a veces una postura evasiva. El termino de Generación del 98 fue para los autores que se interesaban más por contenidos humanos y por su actitud critica ante la situación política, social y económica de España (situación que pretenden cambiar).
Respecto a la literatura del Modernismo, consistíó en un movimiento de ruptura con el Realismo, que se inicio en torno a 1880, y cuyo desarrollo se alcanzó hasta la primera Guerra Mundial. Se inició con la publicacién del Ismaelillo de José Marti; se produjo la llegada de Rubén Dario a España, que representó el esplendor modernista. Tuvo influencias del Parnasianismo y del Simbolismo y los “poetas malditos”. Además de otras influencias en el ámbito español, destacando Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
Ideas principales:1. Exaltación de las pasiones, lo irracional y los sentidos. 2. Actitud escapista hacia lugares exóticos (China, India…) y la evasión temporal (Antigüedad, Edad Media. . .). 3. Los temas amorosos y eróticos destacan frente a los demás. Principio de esteticismo: se busca la belleza a través de imágenes visuales, sonidos, colores y armonía.5. Lograron un enriquecimiento estilístico, el léxico se caracterizó por la abundancia de cultismos y neologismos. Transforman o inventan las estrofas, siendo habitual el uso del soneto, las rimas internas, paralelismos y la perfección formal.//Los autores de la Generación del 98 defendían ideas de izquierdas, próximas al anarquismo. Por la influencia de diversos autores como Kant y Nietzsche, perciben al hombre como un ser temporal destinado a la muerte que observa su trágica vida. Debido a estas influencias, los temas más tratados fueron relacionados con la filosofía, el existencialismo y la religión. Autores destacados: Pío Baroja Los rasgos más destacados de Baroja son su visión pesimista de la vida y el mundo, su actitud individualista y solitaria, su carácter inconformista e independiente y su escepticismo radical acerca de la religión, la política y la sociedad. ) Miguel de Unamuno: la personalidad contradictoria y atormentada de Unamuno se refleja en toda su producción literaria. Escribíó sobre sí mismo y sus preocupaciones personales: el sentido de la vida, la angustia ante la muerte, la existencia de Dios,, el tema de España…. Unamuno utilizó la novela para expresar sus preocupaciones existenciales y filosóficas. Sus novelas más destacadas son: a) Niebla (1914), que trata los problemas existenciales y de identidad del protagonista, que llegará a enfrentarse con su creador, el propio Unamuno. B) San Manuel Bueno, mártir (1931), donde aparecen los temas unamunianos clásicos: la identidad personal, el sentimiento trágico de la vida, el destino del hombre y la inmortalidad. VALLE-INCLÁN · En su juventud simpatizó con las ideas tradicionalistas, pero evoluciónó posteriormente hacia un inconformismo con la sociedad, lo que le llevó a posturas revolucionarias.. · Sus novelas más destacadas son: Sonata de primavera, Los cruzados de la causa, Tirano Banderas.
Una generación literaria es un grupo de escritores que, nacidos en fechas cercanas y movidos por un acontecimiento de su época, se enfrentan a los mismos problemas y reaccionan de modo semejante ante ellos. – Un grupo de escritores. – Los principales representantes del grupo son Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández y Luis Cernuda. – Nacidos en fechas cercanas. – Entre el más joven, que es Cernuda, y el mayor, Salinas, sólo hay nueve años de diferencia. – Movidos por un acontecimiento. – El acontecimiento que los uníó y les dio el nombre fue el homenaje que el grupo hizo a Luis de Góngora en el año 1927 en Sevilla, al conmemorarse el tercer centenario de su muerte. Hay que destacar la influencia ejercida por Juan Ramón Jiménez.- Reacción semejante. – Todos sienten la necesidad de encontrar un lenguaje poético que exprese mejor los temas que tratan. Tradición y Vanguardismo. Aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con nuestras tradiciones y sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por nuestros autores clásicos y por las formas populares del Romancero. A la par que lo tradicional, las corrientes de vanguardia, sobre todo el Surrealismo, ejercen gran influencia en el grupo del 27. Los escritores surrealistas exploran el mundo de lo inconsciente y pretenden alcanzar la belleza absoluta, que está por encima de la realidad. Intención estética Intentan encontrar la belleza a través de la imagen. Pretenden eliminar del poema lo que no es belleza y, así, alcanzar la poesía pura. Quieren representar la realidad sin describirla; eliminando todo aquello que no es poesía.
El Novecentismo y las Vanguardias fueron dos movimientos literarios desencadenados por un afán de modernización y la rebeldía. El Novecentismo comenzó en la primera década del Siglo XX y perduró hasta 1930 y se podría considerar el relevo de los modernistas y noventayochistas. Las principales carácterísticas son: Europeísmo frente al casticismo. Preocupación por España: rechazan los sentimientos y analizan los problemas del país de manera objetiva, con actitud esperanzada. *Preferencia por el genero del ensayo por la intención pedagógica de los autores. *Concepto elitista del arte: se alejan de los sentimientos y emociones, defendiendo un arte deshumanizado. Emplean un estilo que refleja el proceso del razonamiento abstracto, alargando los párrafos. PROSA: A.Ensayo: José Ortega y Gasset, de tipo filosóficos(¿Qué es filosofía?), político/social (España invertebrada), teoría artística y literaria. Novela: género minoritario que destacaron Gabriel Miró (las cerezas del cementerio), Fernández Flores (el bosque animado), Benjamín Jarnes. En la poesía destaca Juan Ramón Jiménez.
Surge en Francia durante los años de la primera Guerra, refleja el espíritu de lucha y confrontación que el nuevo arte del siglo opónía. Las vanguardias con mayor presencia en el continente europeo fueron: expresionismo, Futurismo, Cubismo, dadaísmo, Surrealismo, creacionismo y el ultraísmo. Sus carácterísticas generales son: *Antirrealismo, deshumanización y autonomía del arte. * Irracionalismo: uso de imágenes incoherentes, intuitivas y emocionales.*Afán de originalidad y experimentación estética. *
Futurismo(1909): Marinetti crea su primer manifiesto. *
Se inicia en 1913, por Guillaume Apollinaire. El Cubismo procede a deshacer la realidad para después recomponerla mezclando conceptos, imágenes… *
Creado por Tristán Tzara, quien rechazaba los valores estéticos. Reivindicaron la rebeldía y la destrucción del arte tradicional. Entienden que no solo hay que destruir sino construir algo distinto. *Surrealismo: surge en Francia con André Bretón quién expone su primer manifiesto surrealista en 1924.La influencia surrealista inició la rehumanización. Fue el movimiento más influyente en la segunda etapa de la Generación del 27 Los surrealistas empleaban la escritura automática para hacer emerger lo inconsciente
Fue introducido por Guillermo Torre. Según el Manifiesto Ultra, la literatura se basa en la metáfora. El ultraísmo es una mezcla de influencias cubistas, dadaístas y futuristas. Destacan los escritores Assens , Borges y R. G. De la Serna( las Greguerías).El ultraísmo solo duró cuatro años . *
Lo difundíó Vicente Huidobro. El creacionismo defiende la capacidad creadora de las imágenes, pues la poesía es creación. Destaca el escritor Gerardo Diego con sus obras Imagen y Manual de espumas.