Portada » Español » La novela después de la Guerra Civil
Durante la Guerra Civil, algunos escritores se exiliaron para evitar las represalias del régimen franquista. Son temas recurrentes en ellos la Guerra Civil, la dictadura, la falta de libertades y la España desde una perspectiva crítica y realista. Los autores más destacados son: Francisco Ayala, Max Aub, Rosa Chacel o Ramón J. Sénder, con su obra
/En el panorama de la narrativa española posterior a la Guerra Civil, los autores que permanecen en el país enfocan su obra desde dos visiones distintas, ambas con un enfoque realista: el idealismo y el Realismo existencial./La novela idealista contó con dos corrientes: una política, cuyos autores eran afines al régimen franquista y lo ensalzaban en narraciones tópicas y superficiales, como Javier Mariño, de Gonzalo Torrente Ballester; y una de evasión, escrita por autores que evitaron toda alusión a la guerra y sus consecuencias, como Maleni, de Cecilio Benítez de Castro. /En cuanto al Realismo existencial, se trata de novelas que reflejan la miseria moral y material del país tras la guerra y la frustración que este ambiente genera a unos personajes que se sienten desarraigados y desilusionados. Destacan las figuras de Camilo José Cela, Miguel Delibes y Carmen Laforet, con su obra Nada (1945). Merecen mención especial:/Camilo José Cela, que ganó el Premio
Nobel en 1989. Su obra narrativa es muy extensa y heterogénea. Destacó por su interés en la experimentación y la búsqueda de nuevos caminos de expresión, dando lugar a obras como La Colmena y Mazurca para dos muertos.
Destacó en la novela, pero también escribíó libros de viaje, como Viaje a la Alcarria.
Se inicia en la década de los cuarenta con la publicación de La familia de Pascual Duarte, paradigmática del Realismo existencial, en la que emplea la técnica del tremendismo y la narración en primera persona para describir con crudeza los críMenes del protagonista./Miguel Delibes, en cuya obra La sombra del ciprés es alargada, refleja el ambiente social provinciano encorsetado por la resignación y la hipocresía. Conjugó su labor de novelista con el periodismo. Tiene una obra muy extensa y variada caracterizada por la sobriedad, la sencillez y la riqueza del lenguaje. También fue experimentando con las técnicas narrativas. Destacan sus obras:
El camino y Cinco horas con Mario.
En Los santos inocentes, fusiona el Realismo crítico y la narrativa experimental. Denuncia la explotación padecida por las clases más humildes y el cinismo y la violencia de un régimen opresor./La narrativa de los años cincuenta se corresponde con la llamada narrativa social. La novela La Colmena, de Camilo José Cela, marcó el paso a un tipo de novela de contenido
social y enfoque realista. Los relatos se llenan de testimonios de personajes de las clases trabajadoras. Que padecieron las consecuencias de una situación laboral, moral y política de injusticia y explotación. Las carácterísticas principales de estas novelas son: el tema de la situación de España tras la dictadura, presencia de personajes tipo o colectivo, narrador objetivo en 3ª persona, estructura lineal de los hechos o en secuencias breves, espacios rurales o urbanos y uso de un lenguaje sobrio y claro. Las novelas representativas de esta narrativa son:
Los bravos, de Jesús Fernández Santos;
El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio; y Los gozos y las sombras, de Gonzalo Torrente Ballester. Destacan también las figuras de Ignacio Aldecoa y Carmen Martín Gaite./En los años sesenta se produjo una profunda renovación en la narrativa española, que se alejó de las fórmulas propias del Realismo en busca de nuevas soluciones expresivas y técnicas, que se encontraban en plena exposición de la narrativa del boom. Se buscan otras formas narrativas inspiradas en las innovaciones técnicas de autores europeos y estadounidenses, como Kafka, Proust, Joyce y Faulkner. Las técnicas predominantes en la novela experimental son: la recurrencia de una cronología desordenada, la fragmentación de la estructura narrativa, el protagonismo individual de un personaje
intelectual, el multiperspectivismo y el empleo del estilo libre y del monólogo interior. Entre los autores cuya obra tuvo mayor repercusión destacan:/Luis Martín Santos, cuya prosa se caracteriza por la mezcla de discursos y de registros lingüísticos, y por una minuciosa disección de la realidad. Su única obra acabada, Tiempo de silencio (1961). Constituye una crítica a la realidad española coetánea, en especial del ambiente de miseria moral en el que viven las clases sociales. Comenzó una segunda parte, Tiempo de destrucción, que quedó inacabada con su muerte./Juan Benet, cuya obra más reconocida es Volverás a Regíón, en la que predominan las digresiones y las descripciones en la que el autor simboliza el estado en el que había quedado España durante la posguerra, con personajes oscuros y solitarios./Juan Marsé, con Últimas tardes con Teresa, ambientada en Barcelona y que recrea el mundo burgués con protagonistas que no encajan con el entorno en el que se mueven./Juan Goytisolo, con Señas de identidad./
Con la publicación de La verdad sobre el caso Savolta, en 1975 por Eduardo Mendoza, comienza una nueva forma de hacer novela. Se retoma el interés por la trama y temas como el individuo y la sociedad y la importancia de la memoria en la construcción de la historia. Aumenta el número de títulos publicados debido
al mayor número de mujeres escritoras y a la creación de numerosas editoriales independientes. Las tendencias son muy diversas. Destacan: Eduardo Mendoza, Antonio Muñoz Molina, Javier Marías, Almudena Grandes y Arturo Pérez Reverté. La heterogeneidad de discursos narrativos domina el panorama literario actual.