Portada » Lengua y literatura » La novela de los años 60
A partir de 1960 los autores españoles buscan nuevas fórmulas narrativas, y algunas de las causas de ese cambio son el “cansancio” del Realismo Social (demasiada política y pobreza técnica), el conocimiento de la nueva novela hispanoamericana (a partir de 1962 con La ciudad y los perros de Vargas Llosa, y en 1967 con Cien años de soledad de García Márquez), y especialmente la publicación de Tiempo de silencio de Luis Martín Santos en 1962.
La gran diferencia entre los autores de esta corriente, experimentalistas, y los de la década previa, pertenecientes al Realismo social, es la concepción ideológica de la literatura. La literatura ya no se concibe como una herramienta de concienciación social en que la palabra esta al servicio de la idea; el ejercicio literario se justifica en sí mismo, lo que no es impedimento para que subyazca una visión pesimista y escéptica del mundo que se narra; es, pues, ante todo, una corriente retórica cuyo fin prioritario es una voluntad de modernizar la prosa española. La corriente experimental se interesa por la narración en sí misma, por lo que el relato se convierte en objeto y fin de si mismo. Esta construcción da lugar a estructuras complejas muy elaboradas.
En cuanto a los procedimientos narrativos, los temas recurren frecuentemente a la infancia, la adolescencia, la guerra, el paso del tiempo y la reconstrucción de la propia memoria. No se abandonan del todo los problemas sociales ni la intención crítica, pero se da cabida en la novela a lo irracional, lo onírico, la ironía y el humor. Hay un frecuente empleo del monólogo interior caótico en que las ideas se agolpan sin una lógica conexión gramatical: es el medio más propicio para mostrar la compleja psicología del personaje: su estado de ánimo, su pensamiento, su visión del mundo, sus temores, encuentran cauce de expresión en la utilización de esta técnica. El narrador externo se alterna con el narrador en primera persona. Se mezclan los modos del relato: estilo directo, indirecto, diálogo, monólogo, pero se da especial importancia al uso del estilo indirecto libre. Se produce, también, una ruptura con el uso convencional de los signos de puntuación.
Tiempo de silenciode Luis Martín Santos abre lo que se denominará como corriente experimental, y sin embargo, en su última esencia, no deja de ser una novela social porque es una denuncia, pesimista y demoledora, de la situación social de la España de ese tiempo. Ahora bien, no es una denuncia objetiva, sino cargada de la ideología del autor, que manifiesta continuamente sus ideas morales e intelectuales a través de múltiples procedimientos.
El argumento se centra en la figura de un joven médico e investigador llamado Pedro, que se provee de ratones para sus experimentos en la chabola del Muecas. Pedro se verá implicado en la muerte de la hija del Muecas, por lo que será detenido. Cuando sale de prisión, su novia es asesinada por Cartucho, amante de la hija del Muecas.
La novela supone un profundo recorrido por diversos aspectos de la realidad española del momento, en un ambiente de miseria moral y degradante.
Martín Santos ha sustituido el campo por la ciudad, y de ella ha tomado a sus personajes, que son representativos de las distintas clases sociales, desde el aristocrático Matías hasta el Muecas, patriarca de un barrio de chabolas; en medio, Pedro, un joven investigador —una rara avis en la realidad laboral de ese tiempo—, representante de una clase media venida a menos ; las mujeres de la pensión; un trabajador, Amador, que no un obrero, porque Martín Santos tiene mucho cuidado de no tender puentes con Io claramente social; y prostitutas y asesinos; y todo ello engarzado en una trama simple, casi de folletín, pero intercalada por múltiples reflexiones de tono culto que acaban por desconcertar al lector medio. Ese es el gran acierto de Martín-Santos, escribir una novela en la que el relato reclama la atención sobre sí mismo.
Otro autor destacado es Juan Marsé. Desde su primera novela, Encerrados con un solo juguete(1960), Marsé ya deja claro que su literatura se va a caracterizar por un enfoque intimista, repleto de alusiones autobiográficas. Sus grandes novelas toman como escenario el barrio de su niñez y juventud, el barrio del Carmelo de Barcelona, y el tiempo físico que les corresponde, la Barcelona posfranquista, en donde la degradación moral lo preside todo. Es la Barcelona de los derrotados, de los emigrantes, de las diferencias de clase, y todo ello contado con una lúcida ironía.
Finalmente, debemos destacar el papel de Juan Goytisolo. Tras iniciar su carrera en los años 50 dentro del Realismo social y el compromiso político, pasa a defender la renovación narrativa con la publicación de Señas de identidad(1966). El tema de esta novela es la búsqueda de un sentido a la vida. El protagonista, un exiliado que vuelve a España, va recordando su pasado y el de la vida española a través de cartas, fotos y otros documentos, con la intención de recuperar sus propias raíces en un país con el que ya no se siente identificado.
Presenta innovaciones como las rupturas en el espacio y en el tiempo, la narración en segunda persona combinada con la primera y la tercera, la presencia de párrafos en otros idiomas, el monólogo interior…