Portada » Geografía » La Meseta y sus Unidades Interiores
Desde el punto de vista geológico, la meseta constituye el núcleo primitivo y la pieza fundamental del solar ibérico (un 45%). Ocupa el oeste de la península ibérica y se encuentra basculada hacia esta dirección en un 0.3%. Su altura media excede los 600 metros y se halla dividida en dos mitades por el sistema central. Al norte queda la submeseta septentrional, cuya altitud media supera los 700 metros, y que alberga la cuenca del Duero e históricamente con los primitivos reinos de León y Castilla. Al sur se extiende la submeseta meridional, de altitud más moderada (sobre 600 m) y dividida, a su vez, en dos mitades por los montes de Toledo, que se interponen entre los ríos Tajo y Guadiana. Estas tierras fueron incorporadas algo más tarde a los reinos cristianos y recibieron las denominaciones de Extremadura y Castilla la Nueva.
Presenta materiales paleozoicos, hercinianos, que fueron reducidos a penillanura en el mesozoico por efectos de la erosión y que fue afectada por el alpino que:
Cuenca del Duero y la llanura manchega: surgen por el hundimiento del zócalo paleozoico y la colmatación posterior de estas depresiones. La sedimentación tuvo lugar a finales de la era terciaria, una vez finalizado el plegamiento alpino, de ahí que los estratos conserven la disposición horizontal con la que se depositaron. Hoy son extensas planicies en cuyos horizontes se forman los páramos, costras de caliza en la superficie y de arcillas y margas abajo, y que la erosión ha trabajado dando lugar a cuestas, cerros testigo u oteros y campiñas.
Elevada altitud media, en torno a los 750 m, aislada de las influencias externas por los bordes montañosos.
Zócalo paleozoico colmatado de sedimentos en el cuaternario. Predominio de terrazas fluviales. Predominan las rocas arcillosas, las formas de relieve son simples donde predominan los páramos y las campiñas.
Suaves ondulaciones. Superficie de erosión del zócalo granítico (Salamanca, Zamora). Los arribes del Duero (encajonamiento del río) límite con Portugal.
Altitud menor, 650-500 m de altitud. Aislada de las influencias marítimas por los rebordes, excepto por Portugal.
Mismas características que la del Duero, aunque menos simétrica que la norte. Tajo (campiñas) y Guadiana (zonas endorréicas, lagunas de Ruidera, Daimiel).
Ciudad Real, Extremadura. Superficies de erosión sobre el zócalo primario. En Campo de Calatrava, vulcanismo.
El resultado final de la evolución orogénica analizada fue la individualización de unidades de relieve hasta entonces inexistentes en el interior de la meseta, las cuales se concretaron en forma de cordilleras (sistema central y montes de Toledo) o en forma de depresiones (cuenca del Duero y la Mancha).
Está formado por un rosario de sierras que se extiende a lo largo de 400 km y 35-40 de ancho. Es una alineación oeste-este que, en su parte oriental, se torna suroeste-noreste. Destacan las sierras Guadarrama, Gredos, Sierra de Gata y, ya en Portugal, Sierra de la Estrella. Y en la parte oriental: Somosierra, Ayllón, Robledal. Las sierras se corresponden con bloques fragmentados del zócalo meseteño en un sistema de horst (bloques elevados) y graben (bloques hundidos originados por el plegamiento alpino). Entre unas y otras se interponen puertos o collados que facilitan la comunicación entre ambas submesetas.
Las rocas constituyentes son de la era primaria, paleozoicas, y entre ellas abundan los granitos, las pizarras, los gneis y otras de composición silícea en su parte occidental y materiales mesozoicos en la oriental (cuarcitas, pizarras duras). La diversidad de formas se corresponde con el modelado producido por el glaciarismo en aquellas sierras de más de 1.500 m, que han dado lugar a circos, lagunas, como Peñalara y Navas, tierras pantanosas y dando lugar a relieves tan espectaculares como la Pedriza de Manzanares, Peña de Gredos,… Presenta recursos mineros escasos en: granito, pizarra, algo de plata y estaño.
Los montes de Toledo tienen menor entidad como cordillera, pues su altura máxima es de 1.600 m. Su formación es similar a la del sistema central (materiales paleozoicos, hercinianos, afectados por el alpino), aunque su complejidad geológica es mayor. Sus cumbres no sobrepasan los 1.600 metros, destacando Guadalupe, Montánchez y San Pedro. Entre las rocas constitutivas abundan las pizarras y cuarcitas, duras y muy resistentes a la erosión. Presenta un relieve apalachense, crestas de cuarcita o materiales duros alternando con depresiones, se trata pues de una erosión diferencial. En los piedemontes se han acumulado depósitos de materiales de tamaño irregular, denominados rañas (cantos de cuarcita).