Las elecciones municipales en realidad se convirtieron en un plebiscito sobre la monarquía. Aunque fueron elegidos por sufragio universal masculino más concejales monárquicos, en las grandes ciudades y
capitales de provincia (donde supuestamente las elecciones eran más limpias) el triunfo republicano se consideró como un rechazo a
la monarquía. En diversas ciudades se proclama la República, el rey marcha al exilio y el 14 de abril de 1931 se proclama la II República Española.
La II República: la Constitución de 1931
La Constitución implantó un régimen totalmente democrático:
Sufragio universal masculino y femenino.
Se reconocieron muchas libertades: expresión, prensa, culto.
España se convierte en un estado aconfesional, sin religión oficial.
Derecho a la educación laica – se potencia la educación pública.
Descentralización territorial – Estado de autonomías.
Se favorece el bienestar social – derecho de expropiación de tierras por motivos sociales o públicos.
La II República: el bienio reformista
Niceto Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República y Manuel Azaña Jefe del Gobierno. Se continuaron las reformas anteriores:
Se inició una reforma agraria para mejorar las condiciones de los campesinos, contemplando la expropiación de tierras (bajo pago) de los terratenientes, para repartir entre campesinos sin tierras.
Se concedió la autonomía a Cataluña.
Se reformó el ejército tratando de disminuir el número de oficiales y se le hizo jurar lealtad a la República.
Se realizaron mejoras laborales y sociales: salarios mínimos, seguros de accidente y enfermedad.
Se mejoró la educación pública y se construyeron numerosas escuelas públicas.
Los problemas
No obstante, pronto empezaron importantes problemas:
Oposición de los propietarios de tierras y de parte del ejército, que consideraban demasiado radicales las reformas.
Enfrentamiento con la Iglesia y numerosos católicos.
Oposición de los campesinos por la lentitud de la reforma agraria.
Oposición de los anarquistas, contrarios a la República, que querían llevar a cabo la revolución.
La II República: el bienio conservador (1933-35)
Las elecciones de 1933 dieron el triunfo a los partidos de derecha, que se presentaron unidos en la Confederación Española de Derechas Autónoma (CEDA), liderada por Gil Robles.
Revolución de 1934
La izquierda, dirigida por el Partido Socialista, decide recurrir a la fuerza para derrocar al gobierno (ante la entrada de ministros de la CEDA en el gobierno). Se produce la revolución de 1934.
La creación del Frente Popular
Los partidos de la izquierda deciden agruparse en el Frente Popular, integrado por partidos republicanos de izquierda, socialistas, comunistas y algunos nacionalistas.
La victoria del Frente Popular
El Frente Popular obtiene la victoria electoral y forma gobierno. Manuel Azaña se convierte en Presidente de la República. El nuevo gobierno reemprende las reformas paralizadas en el bienio anterior y se amnistía a los presos de la revolución de 1934.
Pronto se inicia una importante conflictividad social: huelgas y ocupaciones de tierras, incendios de iglesias, enfrentamientos entre juventudes comunistas y socialistas y de la Falange. Además, algunos militares, dirigidos por el General Mola, empiezan a conspirar contra la República. En julio de 1936 pistoleros de la derecha asesinan al teniente izquierdista Castillo. Pocos días después el líder derechista Calvo Sotelo es asesinado por Guardias de Asalto. Los españoles se dividen cada vez más y el extremismo va ganando posiciones.