Portada » Filosofía » La Idea del Bien en Platón: Dualismo Epistemológico y Ontológico
Para explicar mejor qué es la Idea del Bien, Platón recurre a la comparación con el Sol, cuya función es pedagógica. En esta redacción nos centramos también en la Teoría de las Ideas, que abarca el dualismo epistemológico y ontológico.
En el libro de la República, Platón nos expone qué es el Bien mediante un diálogo. Para Sócrates, este asunto parece difícil, pero finalmente se ocupará de él.
En la analogía entre el Bien y el Sol, Platón destaca dos aspectos: el epistemológico y el ontológico.
Así como el Sol, al iluminar las cosas con su luz, hace que sean visibles a la vista, la Idea del Bien –que es como el Sol del mundo de las Ideas–, al iluminarlas con la verdad y el ser, hace que sean inteligibles o accesibles a la inteligencia y puedan ser conocidas por ella.
El Sol y su luz no solo son la causa de que los objetos visibles puedan ser vistos por el ojo, sino también de su existencia misma, de su generación y de su crecimiento. De manera análoga, la Idea de Bien es la causa del ser y de la esencia de las Ideas eternas e inmutables.
Con el término “Ideas” o “Formas”, Platón se refiere a ciertas realidades inmateriales, abstractas, eternas, inmutables, trascendentes, solo accesibles a la inteligencia, que constituyen las esencias y los modelos perfectos e ideales que las cosas sensibles imitan o copian de forma imperfecta. Platón afirma que deben existir estas realidades que no cambian y que permanecen idénticas a sí mismas. De ahí, Platón empieza a formular la Teoría de las Ideas, que afirma la existencia de ciertas realidades inmateriales, únicas, eternas, absolutas, separadas del mundo físico, independientes de las cosas sensibles y opiniones humanas. El objetivo de la teoría era demostrar que la verdad absoluta existe y que tiene contenido objetivo y una existencia real.
Cuando ya sabemos qué es una Idea, podemos continuar con la Idea del Bien. Para Platón, la Idea de Bien es la Idea suprema, representa la máxima perfección y, por tanto, lo máximamente real. Todas las Ideas participan de ella. El Sol representa la forma del Bien, a cuya luz se ve la verdad. También cumple dos papeles: la función ontológica y la función epistemológica. El Sol da vida al mundo material: las plantas, los animales, todos los seres vivos existen gracias al Sol. También la luz del Sol es lo que permite conocer y ver las cosas del mundo material.
Para Platón, la Idea de Bien es como un Sol en el mundo de las Ideas. Si en el mundo sensible todo gira en torno al Sol, en el mundo de las Ideas todo gira en torno a la Idea de Bien, que es el centro y el fundamento del orden. Entre la Idea de Bien y la inteligencia con otras Ideas hay una relación semejante a la que se da en el mundo sensible entre el Sol y la vista y las cosas visibles.
¿Por qué es tan importante la Idea de Bien y el Bien en sí? Pues por el intelectualismo moral de Sócrates. El tema general de la República es el Estado. A Platón lo que le interesa es describir el Estado Ideal, lo que el Estado debería ser para llevar una vida feliz y justa. Se puede decir que su pensamiento es utópico. Quiere un Estado Ideal, una cosa abstracta. El Estado Ideal es aquel que encarna a la perfección las Ideas eternas de Bien, de Justicia y de Belleza; sin esto no habrá un Estado Ideal, justo. Para Platón, un Estado Ideal depende de sus gobernantes. Tienen que ser los verdaderos filósofos, que conocen la Idea de Bien y de la Justicia, para gobernar bien y de forma justa. Platón aplica el intelectualismo moral de Sócrates al terreno político y así se forma su teoría del filósofo gobernante. Por eso es muy importante la Idea de Bien para Platón y para un Estado Ideal.
Ya que las Ideas son modelos de perfección, la Idea de Bien representa la máxima perfección y gobierna el mundo de las Ideas, lo mismo que el Sol y su luz gobiernan el mundo sensible. La Idea de Bien también desempeña una función ética. Aquel que alcanza el conocimiento del Bien en sí podrá conocer en qué consiste el verdadero bien humano, llamado felicidad y virtud, podrá distinguir mejor lo bueno de lo malo y orientar sus acciones de acuerdo con ello.
Por una parte, la Idea de Bien es también un principio unificador del mundo de las Ideas. Lo mismo que cada Idea unifica una multiplicidad de cosas sensibles suprimiendo esta multiplicidad en una única Idea, la Idea de Bien unifica la pluralidad de las Ideas en un principio unificador supremo: el Bien en sí. Todas las formas de realidad están subordinadas al Bien en sí.
Por otra parte, la Idea de Bien es la causa final, el modelo último al que tienden a semejarse todas las realidades. También podemos decir que la Idea de Bien es la esencia de todas las Ideas y es la meta última de la filosofía y del ascenso dialéctico en el Mito de la Caverna.
En el mito, Platón también representa la Idea de Bien. Los prisioneros de la caverna están encerrados en su ignorancia, su irracionalidad, y ven solo las sombras. Cuando uno se libera y se encamina hacia la salida, su camino es difícil, requiere muchas fuerzas, ya que deja el lado de los apetitos, deja el mundo sensible caracterizado por su comodidad. La subida simboliza la educación, que pretenderá dirigir el alma, la única capaz de contemplar las Ideas, ya que los sentidos son engañosos y no se puede alcanzar el verdadero conocimiento. El mundo exterior es el mundo ideal, que simboliza el Sol como la Idea de Bien. Una vez conocida esta Idea, debe regresar para orientar a sus compañeros. Es el filósofo el que debe ocuparse de los asuntos humanos, ya que ha conocido las Ideas y la Idea suprema, que es la Idea de Bien.
En conclusión, podemos decir que la Idea de Bien es muy importante. Ella ilumina las Ideas con verdad y el ser, haciéndolas inteligibles a la inteligencia. De igual modo que el Sol es a la vez causa de la visión de todas las cosas y objetivo de la visión, así también la Idea de Bien es la causa del conocimiento de las Ideas y objeto del conocimiento. El Sol no consiste en la luz y la visión, aunque se relaciona con ellos, es algo supremo; lo mismo la Idea de Bien no consiste en verdad y conocimiento, es más suprema.