Portada » Historia » La Guerra Civil Española: causas, desarrollo e intervención internacional
En febrero de 1936, el Frente Popular, una coalición de partidos de izquierdas, ganó las elecciones generales en España. Este hecho provocó una fuerte reacción por parte de sectores conservadores del Ejército, que comenzaron a conspirar contra el nuevo gobierno. La Unión Militar Española (UME), una asociación de militares conservadores, se convirtió en el núcleo de la conspiración. Entre los militares implicados se encontraban generales de renombre como Sanjurjo, Emilio Mola, Francisco Franco y Goded.
La trama golpista contó con el apoyo de la llamada trama civil, que se encargó de buscar financiación y recursos. Esta trama fue la responsable de conseguir el avión Dragon Rapide, que trasladaría a Franco desde Canarias a Marruecos para liderar la sublevación.
El detonante del conflicto fue el asesinato del líder derechista Calvo Sotelo el 13 de julio de 1936, perpetrado por miembros de las fuerzas de seguridad republicanas en represalia por el asesinato del teniente Castillo, un destacado miembro de la izquierda. Este hecho precipitó la sublevación militar.
El 17 de julio de 1936, la rebelión militar se inició en Melilla y se extendió rápidamente al protectorado español de Marruecos. El 18 y 19 de julio, la sublevación se extendió por toda la Península Ibérica. El presidente del Gobierno, Santiago Casares Quiroga, se vio obligado a dimitir y Manuel Azaña, presidente de la República, nombró a José Giral como nuevo jefe de gobierno.
La sublevación triunfó en algunas zonas del país, como Marruecos, Canarias, Andalucía Occidental, Castilla y León, Galicia, Navarra, parte de Aragón, Mallorca e Ibiza. En estas zonas, los sublevados contaron con el apoyo del Ejército de África, la Legión y los Regulares. Sin embargo, la sublevación fracasó en otras regiones, como Asturias, Cantabria, Madrid, Cataluña, Levante, Castilla la Mancha, Murcia y Andalucía Oriental, donde las fuerzas leales a la República y las milicias populares lograron resistir el golpe.
El fracaso de la sublevación en controlar todo el país dio lugar al inicio de la Guerra Civil. España quedó dividida en dos zonas:
La Guerra Civil Española se convirtió en un conflicto internacionalizado, en el que las potencias europeas vieron la oportunidad de defender sus intereses estratégicos e ideológicos. La crisis de las democracias, el auge de los totalitarismos y la polarización ideológica que caracterizaban la Europa de los años 30 convirtieron a España en un escenario de la lucha entre el fascismo y la democracia.
Francia y Gran Bretaña, temiendo que la guerra en España desencadenara un conflicto a mayor escala en Europa, promovieron un acuerdo de no intervención. Este acuerdo, que contó con el apoyo de la Sociedad de Naciones, prohibía el envío de armas y material bélico a España. Sin embargo, el acuerdo fue violado sistemáticamente por las principales potencias europeas.
La intervención extranjera, especialmente la de Alemania e Italia, fue determinante en el desarrollo de la guerra y contribuyó a la victoria final de los sublevados en 1939.