Portada » Filosofía » La Evolución del Concepto del Alma y la Mente: Desde la Antigüedad hasta la Actualidad
El alma se consideraba un principio de vida interno que reside en todos los organismos vivos y que posibilita y regula sus funciones psicológicas y mentales.
Según algunos pueblos primitivos, los fenómenos naturales son producidos por la acción de los espíritus. El animismo se refiere a las creencias religiosas que consideran que los fenómenos naturales están dotados de alma y tienen un comportamiento semejante al humano: tienen vida, sentimiento y voluntad. Según las distintas culturas, el alma puede separarse del cuerpo temporal o definitivamente y puede encarnarse en otro cuerpo, trasladarse o desaparecer.
En los inicios de la historia cósmica solo existía una realidad de carácter físico-químico. Esta realidad se organizó en estructuras más complejas, dando lugar a los seres vivos, a lo biológico. Después de muchos años, las estructuras físico-químicas que constituían lo biológico se fueron haciendo más complejas, haciendo que algunos animales tuvieran un sistema nervioso. Cuando este sistema nervioso obtuvo un nivel de desarrollo, apareció la psique.
Según los griegos, el alma es un aliento que mantiene la vida del cuerpo inanimado y que lo abandona cuando muere. Cuando la persona muere, el alma sale por la boca o heridas y no alcanza la eternidad porque, separada del cuerpo, lleva una existencia tenue, carece de vigor. Según los primeros filósofos griegos, todo lo que está dotado de vida está regido por un alma que los lleva a nacer, desarrollarse y morir. El alma sigue siendo vital, pero también la causa de todos los movimientos y cambios.
Según las ideas religiosas del orfismo, el alma es de origen divino y eterno, preexiste al cuerpo, entra dentro de él y sigue existiendo después de la muerte y la corrupción del cuerpo.
Para Platón, alma y cuerpo pertenecen al mundo divino de las ideas. Platón distingue 3 partes del alma: la parte concupiscible (apetitos y deseos), la parte irascible (pasiones nobles) y la parte inteligible (razón).
La metafísica de Platón se resume en la teoría de las ideas: las cosas del mundo en que vivimos no son reales, porque cambian y desaparecen. Por eso Platón piensa que tiene que haber una realidad inmutable, una realidad que sea idéntica a sí misma. Él las llamó ideas. Platón dice que las ideas no son pensamientos que están en la mente, sino que es la propia realidad. Platón considera dos mundos: el mundo de las ideas, que es inmutable y perfecto, y el mundo de las cosas, que es imperfecto y cambiante. Platón piensa que el alma es de naturaleza semejante al mundo de las ideas y que ha vivido antes de incorporarse al cuerpo en una vida con los dioses buscando el conocimiento de la verdad. Platón explica la unión del alma-cuerpo con una unión accidental: el cuerpo es un simple instrumento del alma. Platón admite que las almas, al morir el cuerpo, pasan a otro cuerpo (será como cambiar de caballo).
Según Aristóteles, el alma es aquello por lo que vivimos, sentimos, cambiamos de lugar y entendemos. Como el alma es el principio de vida, al haber tres vidas distintas deberá haber tres clases distintas de almas:
Cuerpo y alma se unen entre sí, actuando el cuerpo como materia y el alma como forma sustancial. El resultado es una única sustancia completa, que es el hombre. Para entender adecuadamente esta idea del alma hay que señalar que su estudio de los seres vivos se encuadra en el marco más amplio de los seres físicos o naturales. Aristóteles llama seres físicos a aquellos seres que están sometidos al cambio, y estos seres son físicos naturales en la terminología latina porque tienen fisis (physis, natura), que es un principio interno del movimiento y del reposo. Esto quiere decir que estos seres cambian según su modo de ser o su naturaleza. Para Aristóteles, no son seres físicos las mentes matemáticas; en efecto, los matemáticos no están sometidos al cambio. Los seres materiales se componen de dos principios diferentes: principio formal o forma, y principio material o materia. El principio formal es aquello que hace que un ser sea lo que es: una mesa, un roble, un gusano; es principio de determinación y de realidad. La materia o principio material es principio de indeterminación y de individualidad. Por ejemplo, son formas: ser gato, ser geranio, ser una mesa, pero también son formas las propiedades o indeterminaciones de esas cosas: gato negro, geranio rojo, mesa de madera. Según Aristóteles, los seres vivos tienen en sí mismo el principio y el origen de los cambios propios de la vida; a ese principio lo denominó alma, en griego psyche. Por lo tanto, el alma es el principio de vida de los seres vivos, es decir, aquello por lo que los seres vivos viven, respiran, crecen, sienten. Por eso la relación entre alma y cuerpo que establece Aristóteles es completamente distinta de la de Platón. Para Aristóteles, alma y cuerpo no son dos seres diferentes, sino dos principios complementarios que forman un único ser: el ser vivo. En efecto, todas las operaciones propias de los seres vivos son realizadas de forma complementaria por sus principios, cuerpo y alma; y como la unión de ambos da lugar a un único ser, una sustancia, se dice que esa unión es sustancial. El principio de conocimiento dice que el alma aspira a liberarse del cuerpo mediante la sabiduría.
El cristianismo afirma que el alma humana ha sido creada de la nada por Dios y es un puente de unión entre lo material y lo divino. Cada ser es espiritual, sin materia, y constituye la intimidad de la persona. La noción de persona distingue al ser humano del resto de los individuos porque está dotado de racionalidad y voluntad. Los filósofos medievales distinguen 3 funciones del alma: memoria, entendimiento y voluntad. Cada persona tiene sus experiencias, pensamientos y razonamientos, y toma decisiones.
El dualismo sustancial de Descartes. La ciencia de Galileo exigía un método de investigación experimental para explicar los fenómenos físicos. Descartes sienta las bases de un pensamiento racional, autónomo de las ideas religiosas, capaz de descubrir certezas. Galileo sustituye la idea de que el cosmos es de origen teológico por la idea mecanicista, en la que cree que el cosmos es un mecanismo de fuerzas. Descartes hace una distinción entre alma y cuerpo. El alma es pensamiento, carece de extensión. Los cuerpos son extensos y se rigen por causas mecánicas.
El dualismo sustancial: consecuencias:
Intentos de solución al problema de la relación mente-cuerpo:
La disolución del sujeto cartesiano:
Freud afirma la existencia de pensamientos y sentimientos inconscientes que actúan sobre la conducta.
El reduccionismo monista niega la existencia de la mente como una realidad distinta del cerebro. La postura reduccionista considera que se hace distinción entre mente y cerebro porque no se tienen conocimientos suficientes de los procesos cerebrales.
Dualismo neurofisiológico: Hay que destacar la teoría de los tres mundos:
Mente y cerebro son dos entidades distintas, pero existen interacciones entre ellas. El dualismo neurofisiológico de Eccles deriva finalmente a un planteamiento religioso, puesto que identifica la mente con el alma, objeto de la creación divina.