Portada » Lengua y literatura » La Evolución de Valle-Inclán y el Esperpento
Evolución.
La producción de Valle-Inclán presenta una singular evolución, paralela al cambio ideológico del autor: de un modernismo elegante y nostálgico a una literatura crítica de lo social, basada en una distorsión de la realidad. El esperpento es su respuesta ética y estética de denuncia de la realidad miserable.
1.Evolución estilística: Cultiva los tres grandes géneros tradicionales: narrativa, lírica y teatro. La trilogía de novelas sobre la guerra carlista reafirma el reconocimiento de Valle-Inclán como gran escritor. Su obra se puede dividir en tres grandes etapas, en cada una de las cuales cultiva los distintos géneros:
– Etapa modernista: 1898-1910. La obra principal en esta etapa son Las Sonatas, en poesía; Voces de Gesta y un libro de estética, La lámpara maravillosa.
– Etapa de transición del idealismo al esperpento, pasando por el mito de 1910 a 1920 aprox. Destaca, en novela, La guerra carlista y, en teatro, Las comedias bárbaras.
– Etapa esperpéntica: de 1920 a la Guerra Civil aprox. Corresponden La pipa de Kif, en poesía; Tirano Banderas, en novela; Luces de Bohemia y Divinas palabras, en teatro.
Hacia 1920, todas sus obras presentan rasgos esperpentizadores. Valle evoluciona ideológicamente hacia posiciones más críticas, menos evasivas y más comprometidas con la realidad. Rompe con el teatro que tenía mucho de callejón sin salida, dando una vuelta que adoptará dos direcciones: la del mito y la de la farsa. Por otro lado, el adulterio, que en la «alta comedia» y el drama burgués, Valle aparecerá desideologizado; esto será el punto de arranque de la dramaturgia valleinclanesa: «El marqués de Bradomín».
En la etapa esperpéntica, Valle esperpentiza a sus personajes: los deshumaniza, los cosifica, los animaliza y los idiotiza. Se mueven en espacios vulgares, sucios, malolientes y desordenados, casi siempre mal iluminados. Es frecuente el uso del contraste entre lo grave y lo burlesco, así como el uso cotidiano de la ironía.
Luces de Bohemia: contexto histórico y literario: es la primera obra donde Valle da el nombre de esperpento. Es una sátira política y social de la España coetánea donde los personajes son «héroes bufos» y «payasos trágicos», personajes huecos que reflejan la realidad más profunda de los humanos, distorsionando o exagerando los rasgos físicos y ambientales con la finalidad de hacer el retrato emocional de la sociedad española de su tiempo.
Designa lo ridículo, extravagante y grotesco. Es una nueva estética y una nueva visión del mundo. Distorsiona y deforma la imagen que tenemos de la realidad para demostrar su verdadero rostro: la grotesca y absurda vida española de principios del siglo XX.
En la obra, se fustiga al capitalismo y al conformismo burgués, y se presenta, en contraste, el hambre y las miserias del pueblo, pero sin idealizarlo con enfoques «populistas», mostrando también su embrutecimiento, su ignorancia y su degradación moral. De especial fuerza es la protesta ante la represión policial, junto a la ridiculización de la policía, etc.
Características del esperpento y su reflejo en Luces de Bohemia
Valle cree que una realidad nacional deformada, sórdida y ridícula, podrá reflejarse por medio de una estética igualmente deformada. Para reflejar esta realidad, Valle propone a Max Estrella, personaje bohemio de la noche madrileña de principios de siglo XX.
Características:
Degradación de los personajes por los rasgos de animalización o cosificación. Los hombres se transforman en perros, camellos, etc. También son vistos los personajes como muñecos, fantoche, peleles. Valle nos dice que se sirve de unos espejos «especiales» que reflejan en su superficie una imagen retorcida y deformante de la realidad (espejos del callejón del gato). Hace también uso de luces y sombras que nos muestran claroscuros violentos.
Su tipo de humor: la mordacidad, la risa agria. El humor más frecuente es de raíz intelectual. Se observan parodias literarias, humor negro, sarcasmo. Para Valle, el humor es un ataque demoledor. Es fundamental el empleo de contrastes entre lo doloroso y lo grotesco; también podemos observar el uso magistral de la lengua. Presencia de máscaras o caretas que tienen por objeto descubrir la realidad esencial de los seres que están tras ellas. La presencia de la muerte, que acompaña al protagonista y se convierte en el «personaje principal» de la obra. En cuanto al lenguaje, los diversos tonos y modalidades aparecen con fines caracterizadores de los personajes, al servicio de la parodia y la crítica: lenguaje pedante junto al léxico y giros del habla madrileña. Todo ello nos conduce al arte del diálogo; cabe señalar la oportunidad y exactitud con que suceden las réplicas, combinando ágilmente los tonos y rasgos aludidos, con predominio de la lengua hablada coloquial. Paralelamente, debe destacarse el arte de las acotaciones en su obra.
Modernismo y noventayochismo en Luces de Bohemia
Valle pertenece al modernismo e ideológicamente al 98. La característica definitoria del modernismo es el estilo, y la del 98 será el sentido crítico. La España que se refleja en Luces de Bohemia es irremediable; el esperpento alcanza a la totalidad de la vida nacional, su condena es absoluta y desesperanzada, su visión del país completamente pesimista. Pero Valle va más allá; la crítica nacional es crítica de la humanidad. Salvo excepciones, las relaciones humanas que muestran están presididas por la insolidaridad, egoísmo, codicia, violencia y lujuria. Zaratrusta se aprovecha de sus parroquianos. Además, el tema de España (preocupación por la mala política y la miseria, económica y moral del pueblo español), Valle se ocupa de la intrahistoria. Las preocupaciones existenciales se ven reflejadas en esta obra. Valle, como los más destacados modernistas, muestra una consideración al lenguaje literario por sí mismo y no solo como vínculo de expresión. Establece un canon de belleza, de palabra, de estilo. Cuenta con un lenguaje revolucionario, más eficaz que el lenguaje modernista. Valle utiliza un lenguaje jergal, ordinario que combina con las figuras retóricas más audaces. En Luces de Bohemia encontramos gran cantidad de citas literarias. La inclusión de citas y las referencias artísticas es propia de la literatura modernista. Otro aspecto a destacar es la selección intencionada de expresiones características del modernismo que en el contexto de la obra resultan pedantes. La lengua empleada por Valle en las acotaciones es de influencia modernista: prosa poética que transciende su función meramente informativa para la representación y que hace que las acotaciones adquieran valor literario en sí mismas. Las alusiones a la mitología son propias también del modernismo: el Buey Apis, Venus… Para terminar, señalaremos el cosmopolitismo característico del modernismo presente en las alusiones a París, «lo parisino» y los modelos literarios que inspiran este tipo de vida; ideal de la bohemia modernista, que siempre es evocado con nostalgia.
Personajes:
Max Estrella. Aunque es una proyección del propio Valle, los rasgos físicos que les presta, las peripecias de su muerte y otros datos, corresponden al poeta bohemio Alejandro Sawa. El fracaso en los intentos de publicar sus libros y la retirada de la colaboración que tenía en el periódico El Liberal le hicieron perder la razón. Murió en la miseria y sus amigos tuvieron que pagar el entierro. Representa el último bohemio. Valle nos lo presenta como un héroe clásico, pero es un inadaptado social, cercado por el alcohol, la miseria y la ceguera que no le impide ver el sufrimiento del pueblo. Es un ser consciente de su talento y de su superioridad intelectual y moral. Es un personaje lleno de contradicciones. Es crítico y denuncia las injusticias sociales, pero también sucumbe al poder aceptando el dinero del ministro que gastará en una cena mientras su familia padece necesidades. Se mezclan el humor y la queja, la dignidad y la indignidad. Junto a su orgullo, tiene la amarga conciencia de su mediocridad. La degradación de Max sintetiza el enfrentamiento de dos mundos: bohemia como marginación voluntaria y poder indiferente y egoísta ante las penalidades del pueblo. En el lenguaje de Max predomina la violencia.
Don Latino de Híspalis. Corresponde a un desdoblamiento de la contradictoria personalidad de Sawa; capaz de comportarse con gran dignidad en ocasiones y de extrema bajeza en otras. Es la contrafigura necesaria de Max, su cara oscura. Es el personaje más esperpéntico. Cínico, parásito, desleal y canalla, bohemio golfo que se arrima como un perro al bohemio heroico, al que no duda en adular, burlar y robar. Es un mediocre intelectual que admite no entender la poesía de Rubén Darío. Es falso y ruin, incapaz de asumir la lucha popular o indignarse ante la injusticia social. Ofrece una visión conservadora, reaccionaria, personaje que ataca el sistema, no atiende a ningún sentimiento que no sea el de su propio beneficio.