Portada » Historia » La emancipación del Perú
14) Crisis de 1808 y la Guerra de la Independencia:
En España, la crisis del Antiguo Régimen inicia durante el reinado de Carlos IV: el temor a la Revolución Francesa da lugar al cierre de fronteras, el apartamiento de los ministros ilustrados y el corte de las reformas. La ejecución de Luis XVI lleva a España a participar, junto con otros países europeos, en la guerra de la Convencíón contra la Francia revolucionaria.
Por otro lado, asistimos a la crisis de la Corte, que muestra una sumisión creciente a la figura de Napoleón Bonaparte: Carlos IV sube al poder al valido Godoy, que tiene en contra a un sector de la nobleza, de la Corte y al heredero Fernando. Godoy reanuda las reformas y mantiene una política de alianzas con Napoleón Bonaparte, cuyas consecuencias son la derrota de Trafalgar y el tratado de Fontainebleau (acuerdo territorial pactado por el emperador austríaco José II y las Provincias Unidas de los Países Bajos. ), por el que las tropas francesas son autorizadas a entrar en España con el pretexto de invadir Portugal y dividir el país en tres reinos.
Ante la amenaza napoleónica, Godoy propuso a la familia real huir a Sevilla, lo que provocó el motín de Aranjuez, que dio lugar a la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII. Estos hechos pusieron de manifiesto la debilidad de la monarquía española: padre e hijo se disputaban el poder y recurrían al arbitraje de Napoleón, cuyas tropas ocupaban España. Bonaparte convocó a Carlos IV y a Fernando VII en Bayona y los forzó a abdicar a favor de su hermano José I. Buena parte de la población rechaza la monarquía recién instaurada, y el 2 de Mayo de 1808 se produce el alzamiento popular en Madrid, que se extiende por otras ciudades, en las que se forman Juntas Provinciales de Defensa. Inicia así la Guerra de Independencia, que duró hasta 1814.Esta supone el inicio de la Edad Contemporánea en España.
La guerra tiene tres fases: en la primera (1808-09) tiene lugar la resistencia de ciudades como Zaragoza o Gerona que obstaculizan el avance francés (guerra de sitios) y la derrota de las tropas francesas en Bailén, que forzó a José I abandona Madrid.
En la segunda fase, conocida como guerra de guerrillas (1809-12), Napoleón entra con su gran ejército y ocupa todas las ciudades, salvo Cádiz, pero la resistencia de Las guerrillas supuso un enorme desgaste para las tropas francesas.
En la tercera fase tiene lugar la ofensiva anglo-hispana (1813-14): Napoleón saca su ejército de la península para la guerra con Rusia, movimiento que es aprovechado por el general inglés Wellington desembarcar en Portugal y conseguir sucesivas victorias (Arapiles, Vitoria, San Marcial) y derrotar definitivamente a José I.
Podemos distinguir 2 posturas dentro del país – Afrancesados: apoyo a José I, parte de la nobleza, del alto clero y sobre todo funcionarios que ven en la nueva monarquía una posibilidad de modernización y reforma, reflejándose la misma en la aprobación en Julio de 1808 del Estatuto de Bayona (constitución liberal)
. – Patriotas: oposición a la invasión francesa y al nuevo rey, dos grupos enfrentados: liberales (burguésía, parte del clero, profesiones liberales: obra revolucionaria en las Cortes de Cádiz) y tradicionalistas (mayor parte del clero, la nobleza y masas populares; defensa de los valores tradicionales y del absolutismo).. En Septiembre se forma una Junta
Suprema Central, presidida por Floridablanca que declara la guerra a Francia, jura lealtad a Fernando VII, promete la convocatoria de Cortes y pide ayuda a Gran Bretaña.
– Carácterísticas: guerra nacional (pueblo en armas frente al dominio francés). La inferioridad del ejército regular español hace que se adopte la nueva táctica de guerrillas (pequeños grupos de civiles armados que realizan pequeños, constantes y rápidos ataques contra las fuerzas invasoras) y defensa de las ciudades por el conjunto de la población (sitios como los de Zaragoza, Gerona y Cádiz).
15) Revolución liberal: las Cortes de Cádiz. Convocatoria y trabajo legislativo.
Existen en ese momento cuatro ideologías: los afrancesados, eran ilustrados que apoyaban a José I; partidarios de reformas desde una óptica de autoridad, querían poner fin al Antiguo Régimen desde arriba y pretendían evitar la guerra. Los absolutistas eran partidarios del Antiguo Régimen, del absolutismo y de los estamentos; pertenecían a la nobleza, clero y algunos sectores del campesinado. Los liberales pertenecían a la burguésía revolucionaria y deseaban una total transformación basada en los principios de la Revolución Francesa. Eran partidarios de la soberanía nacional, la separación de poderes, de la necesidad de una Constitución y de una monarquía parlamentaria. Exigían la abolición de los privilegios y estamentos, el libre acceso a los cargos públicos, libertades individuales y el liberalismo económico. Por último, los jovellanistas eran herederos de los ilustrados y defendían una conciliación entre tradición y renovación. Las tres últimas opciones integraron el bando de los rebeldes, partidario de Fernando VII.
Convocatoria : – La invasión francesa de Andalucía hace que la Junta Suprema Central ceda los poderes a una Regencia, que mantiene la convocatoria de Cortes. Las mismas se inician en Cádiz en Septiembre de 1810 al ser la única zona libre de ocupación. – Composición: se decide la formación de una única cámara, sin división por Estamentos; primacía de representantes del Tercer Estado y algunos clérigos: todo lo anterior supone el predominio liberal. – Grupos políticos: liberales (enemigos del poder absoluto, libertades individuales, soberanía nacional, división de poderes y constitucionalismo; grupo predominante), serviles (absolutistas, divididos en moderados y radicales) y americanos (poca fuerza, partidarios de la independencia de las colonias).
La obra revolucionaria de las Cortes: Liquidación de los fundamentos del Antiguo Régimen a través de: – Reformas políticas: soberanía nacional, división de poderes y predominio de las Cortes (Constitución de 1812). – Reformas sociales: abolición de los privilegios de la nobleza, igualdad ante la ley, supresión de señoríos jurisdiccionales, abolición de la Inquisición. – Reformas económicas: libre empresa y desamortización eclesiástica.
Las Cortes de Cádiz se reúnen en 1810. No se convocan por estamentos, sino que las elecciones se hicieron por provincias. Acuden 184 diputados, con predominio de la ideología liberal. El 19 de Marzo de 1812, tras dos años de trabajo, se proclama la Constitución(conocida como “La Pepa”), cuyos rasgos son los siguientes: soberanía nacional; separación estricta de poderes: el poder legislativo recae en unas Cortes unicamerales, cuyas competencias son la elaboración y aprobación de la leyes, el mando sobre el ejército y la aprobación de los tratados internacionales; el poder ejecutivo cae en manos del Rey, que tiene derecho de veto sobre las leyes; declaración de derechos y libertades, con reconocimiento de la libertad de pensamiento y expresión; sufragio universal indirecto, con tres niveles de elección; el Catolicismo es la religión del Estado y se prohíbe la práctica de cualquier otra religión. Además, las Cortes de Cádiz promulgaron varios decretos para poner fin al Antiguo Régimen: libertad de prensa e imprenta, abolición de los señoríos jurisdiccionales, supresión de la Inquisición y abolición de los gremios.
16) Reinado de Fernando VII: choque entre absolutismo y liberalismo
El reinado de Fernando VII se caracteriza por la lucha entre dos ideologías, el absolutismo, apoyado por el rey y el liberalismo. Este enfrentamiento da lugar a tres etapas:
En 1814 el Imperio de Napoleón fue finalmente derrotado y el tratado de Valençay autorizó la vuelta de Fernando VII a España, donde tanto los liberales como los absolutistas deseaban el regreso de este rey, conocido como “El Deseado”. Fernando VII, partidario acérrimo del absolutismo duda entre aceptar el régimen de Cádiz, cuya fuerza desconoce, o abolirlo. Un grupo de 69 diputados de ideología absolutista entregó al rey el documento conocido como “Manifiesto de los Persas”, en el que le solicitaban la restauración de la monarquía absoluta. Ante esta muestra de apoyo, el 4 de Mayo de 1814 Fernando VII dio un Golpe de Estado con los generales Elío y Eguía y promulgó un decreto por el que derogaba la Constitución. Fernando VII disolvíó las Cortes, restauró el Antiguo Régimen y promovíó una dura represión contra los liberales, que tuvieron que exiliarse.
En 1820 triunfó un pronunciamiento encabezado por el coronel Riego en Las Cabezas de San Juan, con tropas que iban a embarcar en Cádiz para combatir la insurrección americana. Algunas ciudades se adhirieron a la insurrección y Fernando VII se vio obligado a jurar la Constitución de 1812. Se iniciaba así el período liberal, se proclamó una amnistía y volvieron los exiliados liberales y afrancesados. Se convocaron las llamadas Cortes del Trienio, que continúan el desarrollo legislativo de las Cortes de 1812,los absolutistas conspiraron desde el principio para hacer fracasar el régimen. La actitud del rey dividíó a los liberales en dos grupos: moderados o doceañistas y exaltados. Los moderados propónían llegar a un pacto con los absolutistas a cambio de restringir algunos principios liberales. Los exaltados eran partidarios de radicalizar las medidas liberales.El trienio finaliza con la intervención de la Santa Alianza que en el congreso de Verona decide aplicar el principio de intervención, del que se encargó Francia con la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis, ejército formado por 60000 franceses y 35000 realistas españoles, que cruzó la frontera y recorríó el país persiguiendo al gobierno liberal.
Decenio :
(1823-1833): Tras la invasión francesa se restauraron de nuevo todas las instituciones del Antiguo Régimen salvo la Inquisición, que duró hasta 1820. La vuelta del absolutismo trajo consigo una ola de represión y la abolición de todo tipo de libertades políticas.La década absolutista incorporó, no obstante, algunos cambios en la organización del Estado y cierta modernización de la Administración: desde 1825 Fernando VII recurre a algunos antiguos afrancesados para la gestión económica.Los absolutistas más reaccionarios solicitaron más inmovilismo y represión, se apartaron del rey y se agruparon en torno a su hermano, don Carlos, que se presenta como mejor defensor del Antiguo Régimen.Desde 1830 se planteó la cuestión sucesoria. Fernando VII tuvo una hija, Isabel,nacida en 1830. Según la Ley Sálica de 1713, las mujeres no podían acceder al trono,por lo que el sucesor de la corona debía ser el hermano del rey, Carlos María Isidro. Fernando VII cambió la ley poco antes de morir, y nombró heredera del trono a su hija. A la muerte del rey su viuda, María Cristina, se encargó de la regencia. Pero los partidarios de Carlos, los absolutistas más intransigentes, no aceptaron el testamento de Fernando VII y se alzaron en armas contra la regente, que se vio obligada a buscar el apoyo de los liberales. Comenzó así la larga Guerra Civil de siete años entre los carlistas o absolutistas y los isabelinos o liberales.
La emancipación de la América española: España poseía un enorme Imperio en América, que estaba dividido en cuatro grandes virreinatos:- Virreinato de Nueva España-Virreinato de Nueva Granada -Virreinato de Perú-Virreinato de Río de la Plata
Desde 1808 hasta la década de 1820 se produjo el proceso de emancipación de las colonias americanas. Las causas de este proceso fueron las siguientes: -Los movimientos independentistas aspiraban a librarse de la autoridad de los funcionarios nombrados por el gobierno español, que impedían el ascenso social de las minorías criollas. -La difusión de las ideas de la Ilustración y de la Revolución Francesa, en particular el principio de la soberanía nacional. -El deseo de libertad económica para poder relacionarse con otras potencias, como Gran Bretaña, ya que por el proteccionismo sólo podían comprar productos españoles, tenían prohibida la compra de cualquier producto de otro país. -El ejemplo de los Estados Unidos del norte, que se independizaron de Inglaterra, o el propio de España, que estaba en plena guerra de independencia para sacudirse la dominación francesa.
En el proceso de emancipación de las colonias se distinguen tres periodos: -Primera etapa (1810-1816): Coincidíó en gran parte con la guerra de la Independencia en España. En ella estallaron algunas insurrecciones capitaneadas por personajes muy populares, como el cura Hidalgo en México, Simón Bolívar en Venezuela y el doctor José Francia en Paraguay. -Segunda fase (1815-1818): Coincidíó con la reacción absolutista de Fernando VII. Las autoridades españolas, con el apoyo de las tropas enviadas a las colonias, sofocaron los alzamientos rebeldes. -Tercera fase (a partir de 1818): las campañas de los líderes americanos decidieron la guerra, sobre todo después de la batalla de Ayacucho (1824, Perú): San Martín consiguió liberar Argentina y Chile y Simón Bolívar a Venezuela, Ecuador y Colombia. Ambos ejércitos confluyen en Perú, último reducto hispano, y Sucre obtiene la victoria definitiva en Ayacucho. En 1824 la mayor parte de las colonias se habían emancipado de la corona española, que solo manténía el dominio en Cuba, y Puerto Rico, y, en el Pacífico, en las islas Filipinas, las Marianas y algunos otros archipiélagos. Estos últimos territorios se conservaron hasta 1898.
Tras la independencia de América España perdíó importantes recursos fiscales (los caudales de Indias) esenciales para la Hacienda, así como un importante mercado para las exportaciones españolas. España quedó, así, reducida a una potencia de segundo orden entre los estados europeos