Portada » Filosofía » La coherencia entre los principios del conocimiento, los instrumentos del conocimiento y el resultado de conocimiento del proceso de conocimiento
La Hélade, así se les llama a los griegos, ocupaban gran parte del Mediterráneo. Jonia era uno de los centros más activos. Allí se situaron los aqueos para huir de Micenas que está arrasada. Esa fue la cuna de la filosofía. Siempre se dice que empezó con Tales, un griego de Mileto. Anaximandro, Anaxímedes (sus discípulos) y él empezaron a cuestionar los valores míticos. Se dieron cuenta que no eran lógicos y querían explicaciones que lo fueran; así pasaron del mito al logos. Estos intentaron obtener respuestas de preguntas que les inquietaban, buscando en la naturaleza de las causas de los fenómenos y buscan una ley que les permitiere entender la realidad.Pensaron que todo lo que captan los sentidos, bajo las apariciones naturales, que existe una realidad fija y básica, y este principio lo llamaron arkhé. Lo más importante de estos no son las respuestas concretas que dieron, sino las preguntas que formularon y la forma de responderlas. Lo más fecundo de ellos es su estilo de pensamiento: la búsqueda de un principio único, desvinculado de las representaciones míticas. Las circunstancias que hicieron posible que las polis, en concreto en Mileto, se produjera el milagro griego de la racionalidad fueron:
-Las sociedades eran abiertas, ya que había habían aprendido adaptarse a diferentes cambios por la dependencia del Rey persa y los gobernadores.
-Debido a los viajes continuos, los griegos manténían contacto con varias grandes civilizaciones que tenían costumbres muy distintas
-La religión y los mitos no están controlados por dogmas sino por sacerdotes para rechazar las distintas opiniones. Los poetas eran quienes difundían los mitos.
Los griegos tenían una actitud crítica constante, cada generación tenía que revisar su herencia y dar una explicación alternativa un sentido de mejora.
Esto buscaba un principio material, en cambio Pitágoras buscan la estructura del cosmos y no de sus elementos. Los pitagóricos descubrieron que las proporciones se podrían reducir a números y a figuras geométricas. Entonces para conocer el cosmos habría que conocer todas aquellas proporciones, ya que la estructura del cosmos es matemática.
3.3 Heráclito veía el mundo como una serie de cambios. Su pensamiento era el perpetuo fluir de las cosas. Y de igual manera con las plantas y lo físico se defendía el dinamismo. La posición de Heráclito no solo afirmó que las cosas van cambiando con el tiempo, sino que todo se modifica a cada instante, es decir, nada se mantiene igual que hace un segundo. Usa como metáfora el fuego todas las cosas son ya más de un gran fuego. Esta medida a las que se refiere responde a que, bajo a los elementos, esconde un orden, un logos: la justicia. Si no hay lucha entre los opuestos hay injusticia. Y la justicia significa tener enfrentamientos.
3.4. Empédocles, Anaxágoras, Demócrito y Leucipo hicieron el primer intento de conciliación. Ellos no se quedaron con un “su punto de vista”, sino que pretendieron sumar perspectivas: de Heráclito aceptaron la phisis o el mundo físico, un proceso de cambios constantes; y de Parménides, qué lo es no puede venir de lo que no es. Estos pensamientos lo los agrupamos con el nombre de pluralistas, y eso es defienden:
1-Lo existente no surge de un solo principio (no cómo los predecesores), sino de diferentes elementos originales.
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Los cambios que observamos son combinaciones de los elementos primigenios, no transformaciones.
Empédocles, recogíó la consideración del agua como principio que había formulado Tales, la del aire de AnaxíMenes y la del fuego de Heráclito. Establecíó la teoría de los 4 elementos no reducibles. Las cosas naturales son combinaciones de estos elementos en proporción matemática. Estas combinaciones están recogidas por dos fuerzas: el amor o amistad y el odio o discordia. Los primeros unen y los otros dividen
debido a su inmigración a Atenas, se ejercitó por primera vez en la filosofía. Fue acusado de ser ateo ya que decía que el Sol no era una divinidad, sino un objeto luminoso, y se tuvo que exiliar. Para él no existen solo cuatro elementos, sino muchos más: tantos elementos originales como tipos de cosas. En cada cosa encontramos la semilla de todas las cosas que ella puede llegar a ser. El hecho que predomine un elemento u otra fuerza a la que llama nous, que depende de una mente divina.
Dicen que son los precursores del atomismo. Creen que la realidad está dentro de una infinidad de elementos, en forma de azar. En conclusión, todo e incluso el ser humano está compuesto por átomos. Los cambios que vemos no son más que remodelaciones, que son posibles gracias a los espacios entre átomos.
Sócrates será el que aparecerá en los primeros escritos de Platón, concretamente en la Apología de Sócrates. Sócrates era un sofista, pero se le diferenciaba por ser el más polemizador, ya que rechazó tanto relativismo como escepticismo. Creía en leyes estables que se pueden descubrir. Con su famosa frase de “Solo sé que no sé nada” nos quería decir que todos podemos llegar hasta el conocimiento.
Sócrates, junto a los sofistas, quería educar a los jóvenes y alcanzar la excelencia. Pero era una preocupación en la que la excelencia o areté es el conocimiento. Decía que las aspiraciones de los sofistas eran absurdas porque deseaban enseñar la excelencia promulgando que el conocimiento es imposible. Él pensaba que la excelencia dependía del conocimiento, y si no hay conocimiento el ser humano no conoce la excelencia de la vida, no podemos enseñar. Por eso decía que los sofistas enseñaban y no sabían nada.
2.2 El método socrático fue el arte del diálogo, de formular preguntas determinadas en una discusión objetiva. Era una investigación conjunta; Sócrates, con su habilidad, acompañaba al interlocutor al reconocimiento de su ignorancia. El filósofo usaba dos recursos: la ironía y contradicción.
2.2 El método socrático PT2:
Sócrates usaba contradicciones contra aquellos que decían saber. Cuando aceptaban la ignorancia abandonaban sus prejuicios y saberes, para convertir este arte en una herramienta para el conocimiento, la mayéÚtica, el arte de ayudar al interlocutor a buscar la verdad en su interior. Así, este afirmaba que ayudaba a nacer ideas.
2.3La actividad socrática tenía una finalidad ética.
El areté lo podía obtener todo aquél que tenga valores morales e intelectuales. Los humanos podemos ser buenos o malos dependiendo de sus criterios internos. La revolución ética de Sócrates ha conseguido que se le dé más importancia a lo moral que al pensamiento público, es decir, la conciencia. La razón no es solo el instrumento que nos permite acceder a la verdad, también es la fuente y fundamento de la ética: los que razonan son buenos. Es necesario definir los conceptos morales si queremos tener la conducta moral: si quiero ser justo, tengo que saber qué es la justicia; si quiero ser bueno, tengo que saber qué es la bondad. Aquel que investigue usando la razón puede ser virtuoso; la teoría que considera el conocimiento como base de la moral es llamado intelectualismo moral.
Platón decía que para tener un ideal de vida había que tratar cuestiones filosóficas. Para ello recoge la claridad racional en la naturaleza y en el ser humano, para que después Sócrates cree una síntesis filosófica para la teoría de las ideas. Con los ojos de la mente vemos más allá de algo físico, es decir, captamos la idea de algo. La teoría de las ideas afirma la existencia de unas entidades inmateriales, absolutas, inmutables, universales, perfectas e independientes del mundo físico. Estas realidades son ideas del mundo inteligible. Como consecuencia, podemos decir que la teoría sostiene la existencia de dos mundos: por un lado, el mundo excelso y perenne de las ideas, es decir que se mantiene, y por otro, el imperfecto y fugaz mundo de las cosas. La teoría tiene dos posiciones: la lógica y la metafísica. La lógica identifica las ideas con los conceptos generales. Así, recogemos una gran cantidad de flores, pero el concepto de flor no es único, sino algo más universal en vez de concreto. La metafísica forma la teoría platónica. Afirma la existencia de una flor ideal, perfecta.La teoría establece una jerarquía de ideas. Podríamos construir un mapa jerárquico. Existe una relación entre ideas y cosas. Según platón la flor es bella porque está dentro del ideal de belleza. La idea intenta copiar una cosa. Esto nos supone un problema de la idea de los dos mundos.
4.2 El mito del demiurgo nos explica como se encuentra el origen del mundo de las ideas. La materia desordenada, la naturaleza, era imperfecta. El demiurgo escoge el mundo de las ideas para usarlo de modelo e integra el orden y la armónía. Al introducirlos en una materia informe genera poco a poco el mundo sensible. Esto nos explica que nuestro mundo está lleno de imperfecciones. El mundo sensible no es caótico, sino ordenado, ya que está organizado por la armónía matemática. El demiurgo introduce en las cosas una finalidad, una teleología, que los lleva a buscar su pleno desarrollo, el propio bien. Lo relacionamos con alcanzar el bien poniéndolo como la idea de lo inteligible de las ideas y belleza. Platón lo llamó impulso amoroso y que el plano de lo intelectual hacia referencia a la dialéctica, es decir, cuando podemos llegar hasta un conocimiento superior.
El mito de la caverna es uno de los relatos con más expresividad en el pensamiento occidental: es una alegoría en la teoría de las ideas y un relato antropológico. Con este podemos ver las piezas básicas en el camino que marca Platón para llegar al conocimiento. Platón cuenta este mito para llegar a ver cuan doloroso es el conocimiento. El hombre que está encadenado en el interior de la cueva representa a la humanidad inicial.
La salida es como las puertas al conocimiento. Esto representa a dos mundos de la metafísica: el de Platón que es lo difícil que es llegar al conocimiento, sabiendo que este camino es duro. Así entrelaza la teoría platónica con las del conocimiento.
5.2 Platón consideraba que el conocimiento era acercarse a la verdad, sin contar con la ignorancia y el engaño. Encontramos la verdad en el mundo ideal e inteligible. Por eso, el conocimiento es entender un proceso de afirmación y la admiración de ideas.En uno de los libros de La República, Patón usa una línea partida en segmentos para explicar los distintos niveles de conocimiento.
En el esquema, vemos tanto los diferentes tipos de objetos y niveles de realidad como los grados de conocimiento. La opinión: es la idea que dice que las cosas cambian en el mundo sensible. Tiene en cuenta las experiencias y por eso Paltón decía que no era un verdadero conocimiento. Heráclito afirmó que todo cambia, por eso no podemos decir que algo es permanente. La ciencia: es el conocimiento verdadero del mundo sensible. Las ideas al ser realidades se vuelven objetos seguros. Este no es un conocimiento únicamente para eruditos, sino para los que
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que sean capaces de tener un nivel de intelecto para llegar a la verdad.
5.3 Al ser la idea universal al contrario de la cosa, llegamos a diferenciarlo, según Platón, con nuestra alma o señales de que la idea está oculta. Lo que tenemos que hacer es buscar lo que están en nosotros. Para que aprender no sea más que recordar ideas.
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6.3 La concepción de Platón la encontramos en nuestra alma, pero el alma está unida al cuerpo. Lo que nos quiere decir que valoramos mucho al alma, pero no tanto al cuerpo.El alma y el cuerpo son dos conceptos distintos y distinguibles. El cuerpo es lo físico y lo mortal, y el alma en cambio es inmortal y ayuda a definir al ser humano. El dualismo y el origen del alma es el que hace posible el conocimiento de las ideas. Las ideas abstractas son las alcanzables, ya que el alma forma parte del un mundo perfecto, del cual ha sido expulsada. El anhelo de está es poder volver al mundo inteligible. Y para entrar tiene que estar limpia de impurezas porque si no, no superará el juicio de las almas y se reencarnará.