Portada » Arte » La Ciudad Antigua: Urbanismo y Vida Cotidiana en Atenas y Roma
La Atenas de la época clásica era de dimensiones humanas. Es decir, no era muy grande y tampoco estaba excesivamente poblada. El ritmo de vida era relajado y los ciudadanos podían llegar a pie a todas partes.
En Grecia no se planificó el urbanismo hasta la época helenística, por ello, Atenas tenía un trazado irregular con calles estrechas e insalubres. Las calles eran a veces tan estrechas que el ateniense debía avisar antes de salir de casa para no golpear con la puerta a algún transeúnte que anduviera por la calle.
En Atenas, y en todas las ciudades griegas, había cuatro áreas diferenciadas, pero muy integradas:
Pero además, apenas contaba con el puerto del Pireo a las afueras de la ciudad, que era el centro del comercio Mediterráneo y el cuartel general de la armada o flota ateniense.
El ágora era el centro de la vida social, comercial y política de Atenas. En ella pasaban mucho tiempo los ciudadanos hablando sobre temas intrascendentes de la vida, sobre conceptos filosóficos o sobre aspectos decisivos de la política.
Las principales edificaciones del ágora eran:
La Acrópolis era el centro religioso de la ciudad y, al igual que hoy, el lugar más importante de Atenas. En este promontorio amurallado se alzan una serie de edificios, casi todos ellos dedicados a la diosa Atenea, la patrona de la ciudad, que constituyen un conjunto arquitectónico único en el mundo.
La Acrópolis contaba, y aún cuenta, con algunos de los edificios más importantes de la historia:
Las estatuas de Atenea: Fidias esculpió, en el siglo V a. C., dos estatuas de la diosa Atenea para la Acrópolis:
Las ciudades que los romanos construyeron en su imperio tenían un trazado regular, de planta cuadrada o rectangular. Dos calles principales las atravesaban perpendicularmente: el cardo, de norte a sur, y el decumano, de este a oeste. En todas ellas no podía faltar:
Además, las ciudades romanas disponían de infraestructuras, entre otras, murallas, puentes, calzadas con aceras, alcantarillado, acueductos, cisternas y fuentes para asegurar el suministro de agua.
Roma tenía un trazado irregular porque se construyó a lo largo de siglos. Sus edificios más importantes eran los foros, los templos, los edificios institucionales y los espacios para el ocio.
Los foros eran el centro neurálgico de Roma, que veremos con detenimiento en el apartado siguiente.
En Roma había muchos templos, como el de Cástor y Pólux, o el de Venus y Roma, pero los más importantes eran: el templo de Vesta y el de Júpiter Capitolino o Capitolio. En este último, que estaba dedicado a Júpiter, a Minerva y a Juno, los cónsules tomaban posesión de su cargo y acababan los desfiles triunfales.
El foro era una plaza de forma rectangular que tenía galerías con pórticos en las que se instalaban numerosas tiendas.
En sus orígenes, el foro era la plaza del mercado (lo que posteriormente fue conocido como macellum); de ahí que en Roma se conservaran otros foros, como el Boario (dedicado al comercio del ganado) o el Holitorio (dedicado a la venta de hierbas y verduras).
Con el tiempo, el foro se destinó a actividades más nobles, como las políticas y las religiosas, y el mercado se trasladó a una plaza vecina.
En Roma, el antiguo foro romano se amplió con otros cinco foros: foro de César, de Augusto, de la Paz, de Nerva y de Trajano; de ahí que al conjunto se le llame «foros imperiales». Esta denominación se debe a que, a partir de Julio César, varios emperadores decidieron prolongar el foro original para ofrecer mayores áreas de servicios públicos y dejar huella de su gestión.
El foro era el corazón de Roma. Aquí los romanos solían pasar una buena parte del día, puesto que era el punto de encuentro por excelencia, donde se concentraba toda la actividad comercial, administrativa, judicial y religiosa de la ciudad y donde se encontraban sus principales edificios.
En el foro romano se situaban algunos de los edificios más importantes de Roma, y muchos de ellos se han mantenido hasta la actualidad. En la actualidad, es uno de los conjuntos arqueológicos más bellos que se conocen, y sigue siendo objeto de investigación por parte de arqueólogos y filólogos.
Las casas griegas eran modestas y sombrías, porque tenían pocas ventanas y estas, además, se situaban en lo alto de los muros. Hasta el siglo IV a. C., las casas no tuvieron cocina, por lo que se cocinaba en un brasero al aire libre. Las habitaciones se organizaban en torno a un patio interior, que era el corazón de la casa y donde se hallaba un altar para ofrecer sacrificios a los dioses. El número de habitaciones variaba en función de la riqueza de cada familia, pero en todos los hogares había, al menos, dos estancias:
En Roma, la población se repartía en distintos tipos de casas: la insula, la domus y la villa.
La insula era un bloque de pisos, de hasta cinco plantas, donde se apiñaban los romanos menos pudientes. Por lo general, eran casas de alquiler, con ventanas al exterior muy pegadas unas a otras y con una habitación que servía de cocina y comedor, una sala de estar y uno o dos dormitorios. Algunos pisos tenían letrinas propias, pero, en otros casos, las letrinas eran comunes. Insula significa «isla» y, en nuestro caso, «manzana». Normalmente, un edificio con casas ocupaba una manzana completa.
Era una casa señorial en la que vivía la gente adinerada. Tenía una o dos plantas y las ventanas daban a un patio interior. Una variante de las domus eran las villae, en las afueras de Roma, y las villae rusticae, dedicadas a la explotación del campo. Estas casas estaban ricamente decoradas, con pinturas y mosaicos. Además, contaban con desagüe en el retrete y agua corriente, que llegaba a las casas a través de tuberías de plomo. Al igual que las casas griegas, las estancias de las domus se distribuían en torno a un patio, el atrium, en el que, además del larario o altar en el que se hacían sacrificios a los dioses familiares, había un estanque que recogía el agua de la lluvia (impluvium). El número de habitaciones en estas casas variaba, pero la estructura básica de una domus es como la que mostramos en la ilustración.
os en la ilustración.