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TEMA – 14
La Celestina
En el paso entre los Siglo XV y XVI, en un momento de profundos cambios de la sociedad, en sus valores y costumbres, aparece La Celestina
.
Su autoría, el peculiar tratamiento de los temas, la realidad social que recoge, su intención o sus personajes son asuntos que siguen generando atracción y polémica.
La primera versión de esta obra aparece en 1499, anónima, dividida en dieciséis actos con el título de Comedia de Calisto y Melibea. Poco tiempo después se vuelven a publicar varios añadidos:
Carta- prólogo En ella el autor se dirige “a su amigo” y explica que encontró en Salamanca el primer acto de la Comedia ya escrito y se decidíó a continuar la obra. Además, sostiene que la intención del libro es advertir a los amantes sobre los peligros del amor, de los sirvientes malvados y de las alcahuetas (mujeres manipuladoras). Este hallazgo del primer acto, no es un recurso literario sino que la comparación del lenguaje y el estilo entre este acto y los restantes confirman su doble autoría.
Poema acróstico Dividido en octavas, en él se revela el nombre del autor, Fernando de Rojas, (en cada inicio de estrofa muestra una letra de su nombre, de ahí se obtiene el autor de la obra) y se insiste en el propósito de la obra.
Argumento El autor explica la trama general de la obra.
Versos del corrector de la impresión Se trata de unas coplas escritas por el humanista Alonso de Proaza.
A partir de 1502, la obra se edita con cinco actos más, un prólogo y el nuevo título de Tragicomedia de Calisto y Melibea. Explica Rojas en este prólogo cómo el autor del primer acto dio título de comedia a la obra y como él, teniendo en cuenta su final, se decició por el de tragicomedia.
Entre las fuentes literarias destacan las comedias romanas de Plauto y Terencio y el Pamphilius de amore, una comedia latina del Siglo XII. Su aportación fundamental a La Celestina es la aparición de la figura de la alcahueta, ya empleada por el arcipreste de Hita en un episodio de su Libro de buen amor. En la obra de Rojas este personaje (La Celestina) adquiere una profundidad y un protagonismo que no tenían sus precedentes.
Pero la fuente principal es la comedia humanística, género dramático nacido en el Siglo XIV en los ambientes universitarios italianos, pensado para la lectura ante un reducido público erudito y no para la representación (verosimilitud y el no respetar las unidades dramáticas clásicas).
Otras fuentes son la novela sentimental, cuyos elementos carácterísticos (amantes, nobles, amor cortés, final desdichado…) son claramente parodiados por La Celestina.
Todas estas fuentes explican una de las peculiaridades de la obra de Rojas: la dificultad para encontrar y determinar su género. Para algunos se trata de una obra dramática mientras para otros es una novela dialogada. (Forma dialogada, utiliza apartes, no hay narrador, la extensión de la obra, el espacio y tiempo.)
El amor Es el asunto central de la obra, visto desde diferentes perspectivas. Aparece como una enfermedad con síntomas como la enajenación mental, pérdidas de apetito… los cuales muestra Calisto de forma exagerada. Con su comportamiento egoísta hacia Melibea, representa la caricatura del modelo literario del amor cortés, este amor encubre en Calisto un deseo sexual que se presenta sin tapujos en los criados, en las prostitutas y en la propia Celestina. Existe también en la obra un amor sincero, el que siente Melibea por el hechizo amoroso de Celestina.
La muerte En el caso de Melibea y de Calisto aparece como una consecuencia del amor ilícito y de la lujuria. En el caso de los criados y de Celestina, se presenta como resultado de la codicia y de la avaricia. La muerte, aparece mencionada muchas veces como premonición y es el final que espera a todos los personajes que se han dejado llevar por pasiones irracionales o inmorales.
La fortuna Entendida como suerte combinante, la idea de que cada uno labra su propio destino.
Otros temas Aparecen otros asuntos como la hechicería, la honra, el dinero… relacionados con la cambiante realidad de la época.
No es fácil determinar la intención de esta obra, aunque predomina una interpretación de ella como obra didáctica-moral. Intenta advertirnos acerca de las consecuencias de la pasión amorosa y prevenirnos contra los criados traidores y las alcahuetas, en un tono irónico y humorístico, que entretiene y divierte.
Fernando de Rojas utiliza los recursos propios del género dramático:
Diálogos Por una parte se dan rápidas y vivas conversaciones que aportan dinamismo a la acción y por otra parte, largos parlamentos en los que se habla sobre los temas más importantes de la obra.
Monólogos Suelen ser extensos, ayudan a conocer mejor el carácter de los personajes.
Apartes En ellos uno o varios personajes dicen algo en voz baja para que sus interlocutores no capten o entiendan a medias. Suelen producir un efecto humorístico y permiten conocer la verdadera intención de los personajes.
Otro rasgo estilístico es el uso constante de proverbios y sentencias extraídos de autores clásicos.
El autor reproduce en el libro un estilo llano y coloquial de los criados y las prostitutas, y el elaborado lenguaje literario de las clases altas. Los criados son capaces de hablar a veces con ese estilo elevado rompiendo con el decoro poético.