Portada » Filosofía » Kant: Proyecto Filosófico y Crítica de la Razón Pura
Iniciador del criticismo, sistema precursor del idealismo alemán. Kant intenta solucionar el conflicto entre realistas e idealistas, entre escépticos y dogmáticos. Este objetivo va a intentar ser cumplido desde una crítica a la razón desde la propia razón. Desde donde parte el conocimiento y hasta dónde puede llegar, se trata de un juicio en el que la razón se juzga a sí misma. Su proyecto lo sintetiza en dar respuestas a 3 preguntas que se concretan en una 4:
1. ¿Qué puedo hacer? Crítica de la razón pura
2. ¿Qué debo hacer? Crítica de la razón práctica y la fundamentación de la metafísica de las costumbres
3. ¿Qué me cabe esperar? Crítica del juicio. La felicidad: lo religioso o lo social.
2. Teoría epistemológica. La crítica de la razón pura constituye la principal obra de Kant. En esta obra se desarrolla su epistemología preguntándose qué podemos conocer y con ello se pregunta si la metafísica puede ser ciencia. Para responder estas cuestiones elaborará la tarea que da título a la obra: examinar críticamente la propia razón. Kant le da un nuevo enfoque a la teoría del conocimiento tradicional, se denomina giro copernicano, debido a que Kant pasará de una teoría en la que lo importante era el objeto, la realidad externa, la materia del conocimiento, a una donde se da importancia al sujeto, a la forma del conocimiento. Kant nos dice que para que haya ciencia, conocimiento, tiene que darse 2 elementos:
1. Tiene que haber condiciones empíricas, toda ciencia tiene que partir de la experiencia, tiene que haber una materia que capte los sentidos.
2. Toda ciencia se apoya en unas condiciones universales, previas a la experiencia, las matemáticas, la física y la metafísica.
Análisis de las condiciones de posibilidad de la materia. La sensibilidad es la capacidad de percibir o recibir intuiciones. La materia de la sensibilidad son las intuiciones empíricas. Kant llama a la forma, formas a priori de la sensibilidad, que son el espacio y el tiempo. Son a priori porque no las extraemos de la realidad, es algo que está en nuestra mente, sin ellas no podemos percibir nada. Al resultado de la materia y la forma es lo que él llama el fenómeno.
Análisis de las condiciones de posibilidad del entendimiento. El entendimiento posee materia y forma. La materia del entendimiento es el fenómeno, mientras que la forma son las categorías, hacen posible la física como ciencia. Una de las conclusiones de la analítica trascendental es la diferencia entre noumeno y fenómeno, conocemos el mundo tal y como determinan nuestras estructuras (fenómeno), pero no tal y como es en sí (noumeno).
Análisis de las condiciones de posibilidad de la razón: capacidad de unificar conocimientos o generalizar. Idea a la cual llegamos tras agrupar la totalidad de la experiencia interna. Es decir, que todas las ideas que tenemos acerca de nuestra interioridad las aglutinamos bajo esa idea de alma. Idea de mundo tras agrupar la totalidad de la experiencia externa, a partir de todas las ideas de la realidad externa. Idea de Dios agruparía las dos anteriores, tanto la experiencia interna como externa. Estas ideas de la razón serían las formas a priori de la razón. Estas ideas no nos dan conocimiento, ni podemos tener conocimiento de ellas, de las realidades que representan.
Con la Crítica de la Razón Pura, Kant llega a la conclusión de que no es posible la metafísica desde la razón pura, de la razón que conoce; es decir, que la metafísica no es ciencia ni puede serlo. La metafísica tiene un papel, la metafísica es posible desde el punto de vista de la razón práctica, siendo en lugar de ciencia, moral, diciéndonos qué debemos hacer. Para Kant va a ser cómo crear una ética que sea válida para todo el mundo, en todo tiempo y lugar, que sea universal. Y a ello va a dedicar sus dos obras éticas. Existen diferentes tipos de imperativos:
– Imperativos hipotéticos, que ordenan acciones como medios para alcanzar un fin: si haces a consigues b. Es a posteriori.
– Imperativos categóricos, que ordenan acciones sin buscar nada fuera de ellas, no buscan ninguna finalidad, ordenan acciones como fines en sí mismas. Haz a, es el único posible a priori.
Las éticas anteriores a Kant se habían preguntado qué tengo que hacer para ser feliz. A estas éticas, Kant las llama éticas materiales, debido a que establecen un contenido concreto a lo que es la felicidad, y nos dicen qué debemos hacer para lograrla. Son empíricas y a posteriori, en cuanto que extraen de la experiencia ese contenido. Son además heterónomas, pues las acciones que ordenan no salen de mí mismo, sino que las establecen otros, vienen desde fuera. Se basan en imperativos hipotéticos.
Un imperativo categórico es aquel que implica una actuación por deber y para ello deberá implicar tres condiciones:
– Autonomía: uno mismo se impone la norma desde su propia razón.
– Incondicionalidad: se realiza por el propio valor de la norma.
– Universalidad: válido para cualquier ser humano.
Kant se pregunta si puede darse esta moral. Para que lo que plantea sea una realidad, es necesario tres condiciones:
1. Libertad: condición que permite decidir, permite la moralidad.
2. Alma inmortal: necesitamos más tiempo para alcanzar la virtud.
3. Dios: ser que hace coincidir el camino de la moralidad y la felicidad.