Portada » Geología » IPCC: Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
1-IPCC: consiste en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático creado en 1988 y se conoce por sus siglas inglesas IPCC. Pronostica para el actual siglo un incremento medio de las temperaturas entre 1.5°C y 5.8°C.
Retroceso de los glaciares: en las últimas décadas se ha producido un retroceso de los glaciares de montaña y el proceso se está acelerando, afectando también a la capa helada que cubre el océano en las zonas polares. Incremento del nivel del mar: entre 1993 y 2003, el incremento ha sido de 3mm. Es el resultado de la fusión de parte del hielo continental y de la dilatación térmica del agua del océano. Incremento de la temperatura media global: el retroceso glacial y el ascenso del nivel del mar no son más que consecuencias directas del incremento de la temperatura en la superficie de los continentes. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes: los periodos de sequía, las inundaciones o las olas de calor forman parte de la dinámica climática habitual, pero con el cambio climático, estos sucesos se agudizan e incrementan su frecuencia. Muchos organismos vivos están modificando su comportamiento y distribución: se han visto cambios en los ritmos estacionales, modificaciones en los procesos migratorios de las aves, en la época de floración de las plantas y en la distribución territorial de especies.
La radiación solar que llega a la Tierra sigue tres cambios: el 30% es reflejado por la atmósfera o por la superficie terrestre y devuelto al espacio exterior sin que nuestro planeta se caliente en este proceso. Esto se conoce como albedo. El 19% es absorbido por las nubes y otros componentes atmosféricos. El 51% restante es absorbido por la superficie terrestre, que incrementa así su temperatura. La superficie devuelve esa energía que ha absorbido, pero en forma de radiación infrarroja. Los gases de efecto invernadero absorben la radiación infrarroja, calientan el aire y dificultan la emisión de calor hacia el espacio exterior.
Cambios en la actividad solar: la actividad solar experimenta modificaciones evidenciadas, afectan a la propia fuente de energía y sus consecuencias alcanzan a la Tierra. Cambios en la órbita terrestre: la órbita descrita por la Tierra cambia de una forma circular a otra más elíptica. El proceso modifica la radiación solar que llega a la Tierra. Impactos de meteoritos: un meteorito se pulveriza al colisionar con la Tierra y origina una nube de polvo que permanece largo tiempo en suspensión. Cambios en el albedo: el valor medio del albedo actual de la Tierra alcanza el 30%, pero varía mucho de unas superficies a otras. Si cambia la cobertura de la superficie terrestre, se modificará la temperatura global. Cambios en las corrientes marinas: a las zonas cercanas al ecuador llega más radiación solar que a las latitudes próximas a los polos, lo que genera grandes diferencias de temperatura. Las corrientes marinas, al igual que los vientos, contribuyen a reducir esas diferencias.
Todos los compuestos orgánicos contienen carbono. El carbono lo incorporan las plantas con el CO2 que toman del aire para originar, con él, con el agua y gracias a la energía luminosa, los compuestos orgánicos que integran su cuerpo. Así se inicia un recorrido sin fin denominado ciclo del carbono que describe el intercambio de este elemento entre los cuatro reservorios naturales: atmósfera, hidrosfera, biosfera y litosfera.
La temperatura media global de la Tierra se habrá incrementado a finales del siglo XXI. El nivel del mar estará entre 20 y 80cm por encima del actual. Los fenómenos meteorológicos extremos se acentuarán. Efectos ambientales: pérdida de biodiversidad, desaparición de humedales, etc. Efectos en la salud: en países no desarrollados, principalmente enfermedades tropicales como el paludismo.
Incrementar el uso de energías renovables. Mejorar la eficiencia de los automóviles para reducir su consumo de combustible y sus emisiones a la atmósfera. Mejorar la eficiencia energética de los electrodomésticos. Fomentar la eficiencia energética en edificios. Impulsar la investigación científica y el desarrollo tecnológico que tenga como objetivo el uso de energías renovables y la retención de CO2. Proteger y mejorar los sumideros naturales de gases de efecto invernadero. Investigar y experimentar tecnologías que actúen como sumideros artificiales de CO2.
Riesgo natural: probabilidad de que se produzca algún daño o catástrofe para la población de una zona o para sus bienes, motivados por un suceso natural. El valor que alcanza un riesgo depende de 3 factores: peligrosidad (magnitud que puede tener un suceso catastrófico y frecuencia con la que ocurre), exposición (volumen de población y bienes que pueden verse afectados) y vulnerabilidad (la capacidad de una comunidad para ser dañada).
Son gráficas dibujadas por los sismógrafos y sirven para medir la magnitud de los terremotos registrados.
No, la intensidad de un terremoto es la medida de sus efectos y la magnitud es la energía que se libera a partir del foco sísmico, pero sus efectos son mayores en el epicentro que lejos de él. Por eso, la intensidad de un terremoto irá disminuyendo a medida que nos alejamos del epicentro.
No se puede predecir, pero hay precursores sísmicos que avisan con cierta antelación de microseísmos locales, elevación del terreno o alteraciones del campo magnético local. Pero que no pueda predecirse cuándo va a ocurrir no significa que carezca de criterios para establecer el riesgo sísmico de cada zona.
El hielo se ha ido acumulando, capa sobre capa, de manera que se encuentra ordenado por edades, abajo el más antiguo y arriba el más moderno. Se ha formado por compactación de la nieve y aún encierra pequeñas burbujas de aire que contenía aquella nieve.