Intervención Social: Definición y Propósitos

La intervención social es toda actividad organizada, planificada y dirigida a actuar sobre una realidad social para estudiarla, analizarla y modificarla positivamente. Según Fernando Fantova, la Intervención Social debe cumplir una serie de condiciones:

• Es una acción formal y organizada. No incluye acciones informales y espontáneas, pues necesita diagnóstico y conocimiento real del problema.
• Responde a necesidades sociales.
• Tiene un triple propósito:
  • Buscar el desenvolvimiento autónomo de las personas, recuperando el control sobre sus propias vidas. Trata de dotar de herramientas y potenciar competencias y habilidades para poder intervenir sobre la realidad.
  • Tratar de integrar a las personas en su entorno social, asumiendo su protagonismo en el cambio colectivo necesario.
  • Modificar positivamente la realidad, pasando de una situación actual a otra deseada.

La metodología de la intervención social es el conjunto de estrategias, métodos y procedimientos organizados y secuenciados que utilizaremos para intervenir en el ámbito social.

Tipos de Intervenciones Sociales

Según cuándo se produzca, la Intervención Social puede ser:

• Reactiva: Reacciona ante una situación ya producida.
• Preventiva: Se prepara para tratar de evitar que se produzca una situación negativa.

Según su intención de modificar la realidad, la Intervención Social puede centrarse en:

• Las consecuencias del problema: Se pone la referencia en la caridad, en la ayuda a quien lo esté pasando mal. Es paliativa, se limita a suavizar o tratar de anular el daño causado.
• Las causas del problema: Referencia puesta en la justicia, en transformar la realidad para mejorar las condiciones de vida para evitar que se reproduzcan situaciones excluyentes.

Según el grado de participación, la Intervención Social puede favorecer en la ciudadanía:

• Una colaboración pasiva: Entendiendo la participación ciudadana sólo como colaboración puntual y muy pautada.
• Un empoderamiento activo: Favoreciendo amplios espacios de participación, toma de decisiones y gestión ciudadana.

Principios de la Intervención Social

Algunos de los principios de intervención social más aceptados son:

• Inclusión Social: Es el proceso de mejorar las habilidades y las oportunidades de las personas que se encuentran en desventaja social para que puedan participar en la sociedad en igualdad de condiciones al resto.
• Equidad: Implica tratar de compensar o equilibrar las diferentes capacidades de aquellos colectivos sociales que sufren una mayor desventaja social para que puedan intervenir en plano de igualdad con el resto de personas.
• Participación: Toda intervención social ha de contar con la participación e implicación de los sectores sociales a quienes se dirige. Esta participación puede ser muy variada, desde la mera colaboración en determinadas actividades puntuales, a una mayor implicación en la toma de decisiones y gestión del proyecto.
• Superación de toda discriminación: Buscamos educar para el respeto y la valoración de las diversidades sociales (Interculturalidad; Igualdad de género…). Supone luchar por la superación de toda creencia que lleve a la discriminación de cualquier colectivo humano.
• Promoción: Contribuir a la valoración de todas las personas, facilitando el acceso a cualquier puesto social de cualquier persona.
• Ciudadanía: Concepto que defiende la dignidad humana y entiende que todas las personas han de disfrutar los mismos derechos.

Modelos de la Intervención Social

Los modelos de la Intervención Social son los principios que conforman la intervención. No se dan de manera pura y aislada, sino que muchas veces se entremezclan o complementan unos con otros.

Modelo Asistencialista – Paternalista

Se centra en las carencias del individuo o colectivo sin tener en cuenta las causas estructurales que las generan. Aunque se trata de actuaciones necesarias y beneficiosas para la sociedad, no generan cambio social ni inciden en el origen de la problemática, pues son de carácter asistencial más que educativo y transformador. Este modelo ha sido el característico de las órdenes religiosas en los orígenes de la Intervención Social, pero está aún vigente: comedores sociales, donación de vestimenta, ayudas económicas de urgencia…

Modelo Tecnocrático – Burocrático

Se caracteriza por la asunción por parte del Estado de las políticas, la legislación y presupuesto para abordar los problemas sociales. El estado asume la planificación de la Intervención Social sustituyendo en estas funciones a las instituciones de caridad, las redes de solidaridad y el tejido asociativo. Supone la profesionalización de las personas y las funciones para atender esta realidad social. Aumenta la burocratización de la gestión, lo que disminuye en ocasiones la capacidad de adaptación a las diferentes problemáticas sociales.

Modelo Democrático – Emancipador

Capacita a las personas para que por ellas mismas y desde la organización colectiva, puedan superar las dificultades y los conflictos que no les permiten desarrollarse plenamente. Se trata de una concepción centrada en el potencial de las personas y de la comunidad, y tiene en cuenta las causas estructurales de los problemas. Este modelo surge en países con el Estado de Bienestar consolidado y en el que emergen determinados movimientos sociales preocupados por el desarrollo participativo de la sociedad.