Portada » Economía » Interrelación de Mercados y Eficiencia Económica: Un Análisis Completo
Se pasa del Equilibrio Parcial al Equilibrio General (relaciones entre mercados) a través de las interrelaciones entre todas las familias, empresas y los mercados. El Equilibrio General (EG) aparece al explicar el sistema de precios y el Flujo Circular de la Renta (FCR). El EG relaciona las ofertas y demandas de un ingente número de bienes, servicios y factores productivos.
La empresa es tomadora de precios: no puede influenciar el precio que se paga por su producto. En EG, los hogares tratan de maximizar su satisfacción, mientras que las empresas tratan de maximizar sus beneficios. Esta interrelación se concreta en unos PRECIOS y en CANTIDADES intercambiadas. El conjunto de P y Q de equilibrio se define como EQUILIBRIO COMPETITIVO.
El mecanismo de precios, al hacer que la utilidad marginal de cada bien sea igual al coste marginal, permite optimizar la producción y la satisfacción de los consumidores. Solo es posible incrementar la satisfacción de una persona reduciendo la de otra (Óptimo de Pareto). Para el mercado existe la Frontera de Posibilidades de Utilidad (deseo de situarse lo más alejado).
Es la situación que se produce cuando un agente realiza actividades donde no asume todos los costes o no recibe todos los beneficios. Se trata de un efecto resultado de una acción interdependiente no compensada. Se trata de un beneficio o un costo que no refleja su precio real en el mercado.
El estado puede internalizar las externalidades gravando los bienes y servicios que generan externalidades negativas y subvencionando las que generan las positivas.
Se trata de un ejemplo extremo de externalidad positiva. Estos bienes benefician de modo ‘invisible’ a toda la comunidad.
No hay una empresa lo suficientemente grande para que sus acciones tengan un efecto perceptible sobre la oferta total. Las acciones de la empresa no afectan al precio, por ello se llaman precio-aceptantes.
Aquella en la que consumidores y vendedores tienen en cuenta los efectos que produce su decisión en el mercado.
Muchos oferentes que producen bienes y servicios cercanos, que tienden a la imagen de una marca única. En competencia monopolística, la empresa determina el precio de mercado. Ej. Grandes superficies.
Las empresas en competencia monopolística no obtienen beneficios extraordinarios, pero no se produce al mínimo coste posible, el precio es superior al de competencia perfecta y las cantidades intercambiadas, menores. La lucha por maximizar beneficios se convierte en el empeño por conseguir el máximo poder monopolístico en el mercado. Por ello, el estado tiene entre sus objetivos la defensa de la competencia.