Portada » Economía » Interacciones en el Mercado de Bienes, Servicios y Trabajo
Un mercado es un arreglo institucional (un conjunto de normas, reglas y acuerdos entre partes) para la realización regular de operaciones de compra-venta de un determinado bien o servicio entre oferentes y demandantes. La interacción entre estos agentes, en un espacio (no necesariamente físico) y un momento definido, determina el precio y la cantidad transada.
Describe un mercado con múltiples compradores y vendedores, donde ninguno individualmente impacta significativamente en el precio. Cada vendedor tiene control limitado sobre el precio, ya que otros ofrecen productos similares. Si un vendedor incrementa el precio, los compradores pueden acudir a otros. Similarmente, un comprador individual no puede modificar el precio por la pequeña cantidad que compra.
Requiere dos características:
A este precio, compradores y vendedores pueden transar cuanto deseen.
Representa la cantidad de un bien que los compradores están dispuestos y pueden comprar. El precio es un determinante fundamental.
Si todo lo demás permanece constante, la cantidad demandada disminuye cuando el precio aumenta, y viceversa.
Una recta con pendiente negativa muestra la relación entre precio y cantidad demandada.
Un aumento en la cantidad demandada a cualquier precio desplaza la curva a la derecha. Una reducción la desplaza a la izquierda.
Cuando la reducción en el precio de un bien reduce la demanda de otro, son sustitutos (pollo y carne). Cuando la reducción en el precio de un bien incrementa la demanda de otro, son complementarios (gasolina y automóviles).
La cantidad que los vendedores quieren y pueden vender.
Si todo lo demás permanece constante, la cantidad ofrecida aumenta cuando el precio aumenta, y viceversa.
Tiene pendiente positiva: a mayor precio, mayor cantidad ofrecida.
El punto donde se intersecan las curvas de oferta y demanda. Aquí, la cantidad ofrecida iguala a la cantidad demandada.
El precio se ajusta para equilibrar la cantidad ofrecida y demandada.
La economía neoclásica se basa en la agregación del comportamiento individual de agentes racionales y optimizadores. Utiliza modelos basados en supuestos y análisis de estática comparativa. La demanda y oferta agregadas resultan de la suma de las individuales. La teoría subjetiva del valor establece que el valor de un bien depende de su utilidad para el individuo.
Alfred Marshall (1890) propuso el mercado en competencia perfecta como explicación de la «mano invisible» de Adam Smith.
Estos supuestos conducen a una asignación eficiente de recursos y máximo bienestar social.
Ocurren cuando el mercado no proporciona la cantidad adecuada de bienes o servicios, o alcanza equilibrios socialmente inconvenientes. Esto sucede cuando no se cumplen los supuestos de la competencia perfecta, y algunos agentes tienen poder de mercado (capacidad de influir en el precio).
Las barreras a la entrada desincentivan la entrada de nuevas empresas.
Un solo productor. Sus causas incluyen:
Pocos oferentes con acciones interdependientes. Los acuerdos de colusión (explícitos o tácitos) buscan aumentar el poder de mercado. Suelen ser inestables.
Muchas empresas compiten con productos similares pero diferenciados (restaurantes, calzado, ropa). La diferenciación otorga algún poder de mercado.
La demanda proviene de quienes producen bienes y servicios, y es derivada de la demanda de estos. La cantidad demandada depende de la actividad del mercado, el contexto económico y las expectativas.
Las empresas comparan ingresos y costos marginales, contratando mientras el salario (W) sea igual al valor del producto marginal del trabajo (VPML). La curva de demanda de trabajo relaciona salario y cantidad de trabajadores.
La oferta proviene de los individuos que desean trabajar. Depende del tamaño de la población económicamente activa (PET) y la disposición a trabajar. El salario es el costo de oportunidad del ocio.
El equilibrio se alcanza cuando la oferta y demanda de trabajo se igualan. Sin embargo, a menudo se observa desempleo (exceso de oferta). La escuela neoclásica lo atribuye a salarios rígidos a la baja.
La perspectiva neoclásica considera el desempleo como voluntario, resultado de salarios superiores al equilibrio. Si los salarios se ajustaran a la baja, el desempleo desaparecería.