Portada » Economía » Integración Laboral y Empleo en la Unión Europea: Estrategias y Fondos
Para la integración laboral de personas con discapacidad, se han establecido cuatro fórmulas principales:
Entre las medidas de fomento del empleo, se encuentran:
Este plan asume las estrategias del I Plan Nacional de Accesibilidad, concreta las directrices, las adapta a las necesidades específicas de las personas con discapacidad y, en ocasiones, las complementa con propuestas de otros contextos. El plan se organiza en cuatro áreas:
El II Plan de Acción 2003-2007 se basa en los siguientes principios:
El mercado laboral es fundamental para la inclusión de las personas con discapacidad, mejorando su calidad de vida y equiparándola a la del resto de ciudadanos. España ha evolucionado de una política de subsidios y empleo protegido a una de integración en un empleo normalizado. Este es un gran reto, especialmente para las mujeres con discapacidad, que enfrentan una doble discriminación.
La Unión Europea tiene como objetivo principal promover un alto nivel de empleo. Si bien los Estados son competentes en materia de empleo, la UE influye en las políticas mediante directrices, orientaciones y recomendaciones.
El Fondo Social Europeo es uno de los Fondos Estructurales de la Unión Europea, cuyo objetivo es reducir las diferencias de prosperidad y nivel de vida entre las distintas regiones y Estados, promoviendo la cohesión social y económica. Para fomentar el empleo en la UE:
Esta estrategia, fundamental para garantizar la prosperidad y el bienestar de los europeos, guía al Fondo Social Europeo en la asignación de fondos. La estrategia y el presupuesto del FSE se negocian y deciden entre los Estados miembros, el Parlamento y la Comisión. Con base en esto, los Estados miembros elaboran, junto con la Comisión Europea, programas operativos de 7 años de duración, ejecutados a través de diversas organizaciones públicas y privadas.
Los europeos sufrimos los efectos combinados de la globalización y el cambio. En general, la UE se ha beneficiado de las oportunidades de ambos fenómenos, aunque aún quedan desafíos. En 2007, la UE contaba con 17 millones de personas desempleadas. Además, existen amenazas para la viabilidad de los sistemas de protección social, junto con una creciente segmentación de los mercados laborales, que afecta tanto a trabajadores activos como a desempleados.
En una sociedad capitalista y de libre mercado, especialmente en momentos de crisis económica, es crucial un modelo regulador de los derechos laborales que mantenga el crecimiento y se adapte a las condiciones del mercado. La UE debe crear más empleo y de mayor calidad, aumentando la flexibilidad del mercado laboral sin reducir la seguridad de trabajadores y empresarios.