Portada » Historia » Instrucciones del juego pastel partido
Los grupos conservadores recibieron con satisfacción la Restauración de los Borbones porque esperaban que la nueva monarquía devolvería la estabilidad política y pondría fin a todo intento de revolución democrática y social en España. Cánovas no pretendía el regreso a los tiempos de Isabel II, sino la vertebración de un nuevo modelo político que superase algunos de los problemas endémicos del liberalismo precedente: el carácter partidista y excluyente de los moderados durante el reinado isabelino, el intervencionismo de los militares en la política y la proliferación de enfrentamientos civiles. Para conseguir su propósito, se propuso dos objetivos: elaborar una constitución que vertebrase un sistema político basado en el bipartidismo y pacificar el país poniendo fin a la guerra de Cuba y al conflicto carlista. La primera medida política de importancia fue la convocatoria de elecciones para unas Cortes constituyentes, pues la Constitución de 1869, defendida por las fuerzas políticas más democráticas, había quedado, de hecho, sin efecto tras la proclamación de la República. Pese a que Cánovas no era partidario del sufragio universal, dispuso que las primeras elecciones del nuevo régimen se hiciesen por ese sistema, aunque posteriormente debería volverse al sufragio censitario.
La Constitución elaborada en 1876 es una clara muestra del liberalismo doctrinario, caracterizado por el sufragio censitario y la soberanía compartida entre las Cortes y el rey. Se trataba, pues, de una constitución de carácter marcadamente conservador e inspirada en los valores históricos tradicionales de la monarquía, la religión y la propiedad.La Constitución consideraba a la monarquía como una institución superior, incuestionable, permanente y al margen de cualquier decisión política. Constituía un poder moderador que debía ejercer como árbitro en la vida política y garantizar el buen entendimiento y la alternancia entre los partidos políticos. .Por ello, se establecía la soberanía compartida y se concedían amplios poderes al monarca: derecho de veto, nombramiento de ministros y potestad de convocar las Cortes, suspenderlas o disolverlas sin contar con el gobierno.
Las Cortes eran bicamerales y estaban formadas por el Senado y el Congreso de los Diputados, este último de carácter electivo. La Constitución no fijaba el tipo de sufragio, pero una ley de 1878 estableció el voto censitario, limitado a los mayores contribuyentes. Sin embargo, en 1890, cuando estaba en el poder el partido liberal, se aprobó el sufragio universal masculino. En el Senado, la mitad de los senadores lo eran por derecho propio o vitalicio, lo que daba opción al rey y al gobierno a nombrar directamente a los senadores.La Constitución también proclamaba la confesionalidad católica del Estado aunque toleraba otras creencias siempre que no se hiciese manifestación publica de ellas. En consecuencia, se restableció el presupuesto del culto y clero para financiar a la Iglesia. Asimismo el nuevo texto constitucional contaba una prolija declaración de derechos, pero su concreción se remita a leyes ordinarias posteriores que, en general, tendieron a restringirlos, especialmente los derechos de imprenta, expresión, asociación y reunión.
Antonio Cánovas del Castillo introdujo un sistema de gobierno basado en el bipartidismo y en la alternancia en el poder de lo dos grandes partidos diansticos, el conservador y él liberal, que renunciaban a los pronunciamientos como mecanismo para acceder al gobierno. Se aceptaba, por tanto, que habría un o pacífico de partidos que aseguraría la estabilidad institucional mediante participación en el poder de las dos familias del liberalismo y pondría fin a la intervención del ejército en la vida política.El ejército, que constituía uno de los grandes pilares del régimen, quedó subordinado al poder civil. Así, una Real Orden de 1875 estableció que la mision deL ejército era defender la independencia nacional y que no debía intervenir en las contiendas dé los partidos. Como contrapartida se otorgaba a los mies una cierta autonomía para sus asuntos internos y se dotaba al ejército un elevado presupuesto. De este modo, el turno pacífico eliminó del panorama político de la Restauración el problema de los pronunciamientos y el protagonismo de la presencia militar en los partidos y en la vida política española, habían caracterizado la época de Isabel II.
La estabilidad del régimen se vio favorecida por el fin de las guerras carlista y cubana. La Restauración borbónica privó a la causa carlista de una buena parte de su hipotética legitimidad y algunos personajes del carlismo acabaron reconociendo a Alfonso XII. Además, el esfuerzo militar del gobierno a lo largo de 1875 hizo posible la reducción de los núcleos carlistas en Cataluña, a pesar de que habían conseguido algunos éxitos militares en las batallas de Alpens y Castellfollit. La intervención del ejército al mando de Martínez Campos forzó finalmente la rendición de los carlistas en Cataluña, Aragón y Valencia. Sin embargo, el conflicto continuó unos meses más en el País Vasco y Navarra, donde fue trasladada la mayor parte del ejército gubernamental, que consiguió debilitar la resistencia navarra y vasca hasta su total rendición en 1876. En febrero de ese mismo año, Carlos VII cruzó la frontera francesa hacia el exilio y la guerra se dio por finalizada en todo el territorio.La consecuencia inmediata de la derrota carlista fue la abolición definitiva del régimen. foral. De este modo, los territorios vascos quedaron sujetos al pago de los impuestos y al servicio militar, comunes a todo el Estado. Sin embargo, en 1878, se estipuló un sistema de conciertos económicos que otorgaba un cierto grado de autonomía fiscal a las Provincias Vascas, en virtud de la cual éstas pagarían anualmente a la administración central una determinada cantidad recaudada directamente por las Diputaciones Provinciales.El final de la guerra carlista permitió acabar más fácilmente con la insurrección cubana (Guerra de los Diez Años, 1868-1878). Como resultado de la actuación militar y de la negociación con los insurrectos, en 1878 se firmó la Paz de Zanjón. En ella se incluía una amplia amnistía, la abolición de la esclavitud (aprobada en 1888) y la promesa de reformas políticas y administrativas por las que Cuba tendría representantes en las Cortes españolas. El retraso o incumplimiento, de estas reformas .provocaría el inicio de un nuevo conflicto en 1879 (Guerra Chiquita) y la posterior insurrección de 1895.
2 La vida política y alternancia en el poder 2.1 Los partidos dinásticos
Cánovas había sido el principal dirigente del Partido Alfonsino, que durante el Sexenio Democrático había defendido la restauración monárquica. Tras el regreso de Alfonso XII lo transformó en el Parado Liberal-Conservador, que aglutinaba a los grupos políticos más conservadores (a excepción de los carlistas y los integristas) y que Ácabó llamándose simplemente Partido Conservador. El proyecto bipartidista de Cánovas requería otro partido de carácter más progresista, la llamada izquierda dinástica, y él mismo propuso a Sagasta su formación. De un acuerdo entre progresistas, unionistas y algunos republicanos moderados nació el Partido Liberal-Fusionista, más tarde conocido como Partido Liberal. A ambos partidos les correspondía la tarea de aunar a los diferentes grupos y facciones, con el único requisito de aceptar la monarquía alfonsina y la alternancia en el poder. Por este motivo, se les conocía como partidos dinásticos.Conservadores y liberales coincidían ideológicamente en lo fundamental, pero diferían en algunos aspectos y asumían de manera consensuada dos papeles complementarios. Ambos defendían la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y la consolidación del Estado liberal, unitario y centralista. Su extracción social era bastante homogénea y se nutrían principalmente de las élites económicas y de la clase media acomodada. Eran partidos de minorías, de notables, que contaban con periódicos, centros y comités distribuidos por el territorio español.En cuanto a su actuación política, las diferencias eran escasas. Los conservadores se mostraban más proclives al inmovilismo político, proponían un sufragio censitario y la defensa de la Iglesia y del orden social. Los liberales defendían el sufragio universal masculino y estaban más inclinados a un reformismo social de carácter más progresista y laico. Pero, en la práctica, la actuación de ambos partidos en el poder no difería en lo esencial, al existir un acuerdo tácito de no promulgar nunca una ley que forzase al otro partido a derogarla cuando regresase al gobierno.La alternancia regular en el poder entre estas dos grandes opciones dinásticas (turno pacífico) tenía como objetivo asegurar la estabilidad institucional. El turno en el poder quedaba garantizado porque el sistema electoral invertía los términos propios del sistema parlamentario. De este modo, cuando el partido en el gobierno sufría un proceso de desgaste político y perdía la confianza de las Cortes, el monarca llamaba al jefe del partido de la oposición a formar gobierno. Entonces, el nuevo jefe de gabinete convocaba elecciones con el objetivo de conseguir el número de diputados suficiente para formar una mayoría parlamentaria que le permitiese gobernar.
El sistema del turno pacífico pudo mantenerse durante más de veinte años gracias a la corrupción electoral y a la utilización de la influencia y poder económico de determinados individuos sobre la sociedad (caciques). El caciquismo fue un fenómeno que se dio en toda España, aunque alcanzo su máximo desarrollo en Andalucía, Galicia y Castilla.La adulteración del voto .-constituyó una practica habitual en -todas las elecciones, que se logró mediante el restablecimiento del sufragio censitario censitario un trato mas favorable a los distritos rurales frente a los urbanos y, sobre todo, por la manipulación y las trampas electorales. El triunfo del partido que convocaba las elecciones porque había sido requerido para formar gobierno era convenido previamente, y se conseguía gracias al falseamiento de los resultados este modo, el triunfo electoral permitía la creación de una amplia mayoría parlamentaria al partido gobernante.Los caciques eran personas notables, sobre todo del medio rural, a menudo ricos propietarios que daban trabajo a jornaleros y que tenían una gran influencia en la vida local, tanto en lo social como en lo político. También podían ser abogados, profesionales de prestigio o funcionarios de la Administración, que controlaban los ayuntamientos, hacían informes y certificados personales, dirigían el sorteo de las quintas, proponían el reparto de las contribuciones y podían resolver o complicar los trámites burocráticos y administrativos. Con su influencia, los caciques orientaban la dirección del voto, agradeciendo con sus «favores» la fidelidad electoral y discriminando a los que no respetaban sus intereses.Los caciques manipularon las elecciones continuamente de acuerdo con las autoridades, especialmente los gobernadores civiles de las provincias. El conjunto de trampas electorales que ayudaban a conseguir la sistemática adulteración de los resultados electorales se conoce como el pucherazo.
A lo largo del período que transcurrió entre 1876 y 1898, el turno funcionó con regularidad: de todas las elecciones realizadas, seis fueron ganadas por los conservadores y cuatro por los liberales. Aunque la alternancia pasó por momentos difíciles, la primera crisis del sistema sobrevino como consecuencia del impacto del desastre de 1898, que erosionó a los políticos y a los partidos dinásticos.El Partido Conservador se mantuvo en el gobierno desde 1875 hasta 1881, cuando Sagasta formo un primen gobierno liberal que introdujo el sufragio universal masculino para los comicios municipales. En 1884 canovas volvió al poder pero el temor a una posible desesstabilizacion del sistema político tras la muerte del rey Alfonso xII impuso un acuerdo entre conservadores y liberales el llamado pacto del pardo ante las fuertes presiones de carlistas y republicanos.Bajo la regencia, el Partido Liberal gobernó, más tiempo que el Conservador Durante el llamado gobierno largo de Sagasta, que se extendió entre 1885 y1890, los libérales Impulsaron uná importante obra reformista para incorporar al sistema algunos derechos asociados a los ideales de la revolución del 68. De este modo se aprobó la ley de Asociaciones (1887), que eliminó la distinción entre partidos legales e ilegales y permitió la entrada en el juego político a las fuerzas opositoras, se abolió la esclavitud (1888), se introdujo la celebración de juicios por jurados, se impulsó un nuevo Código Civil (1889) y se llevaron a cabo reformas hacendísticas y militares.Pero la reforma de mayor trascendencia fue sin duda la implantación del sufragio universal en las elecciones generales esta manera, el censo electoral se amplio de 80’0000 hombres a cerca de 5000000, al tener derecho a voto todos los varones mayores de 25 años. Sin embargo, la universalización del sufragio quedó desvirtuada por la continuidad de los viejos mecanismos de fraude y corrupción electoral, que imposibilitaron una verdadera democratización del sistema.En la última década del siglo se mantuvo el turno pacífico de partidos: en 1890, los conservadores volvieron al poder, en 1892 regresaron los liberales, y en 1895, Canovas asumió la presidencia del gobierno hasta 1897, fecha de su asesinato. Sin embargo, el personalismo del sistema deterioró a los partidos, que dependían excesivamente de la personalidad de sus líderes, provocando disidencias internas y la descomposición de ambos partidos. En el Partido Liberal surgieron personajes como Germán Gamazo y Antonio Maura, que provocaron la aparición de facciones y la desorganización del partido. En cuanto a los conservadores, destacó la disidencia de los reformistas de Francisco Silvela, que consiguió aglutinar a las diferentes facciones tras la muerte de Cánovas.
4.1. El nacionalismo catalán La región pionera en desarrollar un movimiento regionalista fue Cataluña, donde a lo largo del siglo XIX había teñido lugar un crecimiento económico superior al de cualquier otra región española. La industrialización había hecho de Barcelona y. su. entorno la primera zona industrial de España y había -propiciado el nacimiento de una influyente burguesía de empresarios industriales. Este-nuevo , grupo —social sentía que sus intereses economicéis estaban-poco representa^ dos en los diferentes gobiernos e hizo de la defensa del proteccionismo una elemento aglutinador.El desarrollo socioeconómico de Cataluña coincidió con un notable renacimiento de la cultura catalana y una expansión del uso de su lengua vernácula, el catalán. En este contexto, y a mediados del siglo XIX, nació un movimiento conocido como la Renaixenca. cuyo objetivo era la recuperación de la lengua y de las señas de identidad catalanas. De este modo, el catalanismo surgió de la conjunción del progreso económico y el renacimiento cultural o, como se dijo en aquel tiempo, de la unión del arancel y la. poesía.Por otro lado, en la década de 1880 se desarrolló el catalanismo político;- que tuvo varias corrientes. Uña ele ellas estuvo basada en el tradicionalismo y tuvo en el obispo Torras y Bages su máximo representante. Otra era de carácter progresista, base popular y principios federalistas y estuvo alentada por Valentí Almirall, considerado como el padre del catalanismo político. Almirall fundó en,1882 el Centre Catalan que empezó a, defender la autonomía de Cataluña.Un paso muy importante en la consolidación del catalanismo político fue la elaboración de las Bases de Manresa en 1892, un documento producido^ por la Unió Catalanista, que proponía la consecución de un poder catalán como resultado de un pacto con la corona y, por tanto, la consideración de Cataluña como una entidad autónoma dentro España. El regionalismo pasó entonces a convertirse en verdadero nacionalismo.La crisis del sistema político de la Restauración en 1898 acrecentó el interés de la burguesía catalana por tener su propia representación política al margen de los partidos dinásticos. En 1901 se creó la Lliga Regionalista^ fundada por el intelectual nacionalista Enríe- Prat de la Riba y el joven abogado Fíancesc Cambó. El nuevo partido aspiraba a participar activamente en la política y a tener representantes en las instituciones que defendiesen los intereses del catalanismo. El éxito electoral convertiría a la Lliga en el principal «partido de Cataluña durante primer tercio del siglo XX.
El nacionalismo vasco
El nacionalismo vasco surgió en la década de 1890. En sus orígenes hay que considerar la reacción ante la pérdida de una parte sustancial de los fueros tras la derrota del carlismo; pero también el desarrollo de una corriente cultural en defensa de la lengua vasca, el euskera, que dio lugar ala creación del movimiento de los, euskaros, con un importante componente religioso y de defensa de las tradiciones.Su gran propulsor fue Sabino de Arana, que sentía una gran pasión por la cultura autóctona de Euskalerria (nombre vasco del territorio donde se habla el euskera). Arana creyó ver un gran peligro para la subsistencia de la cultura vasca en La llegad de inmigrantes procedentes de otras regiones de España a la zona minera e industrial de Bilbao como resultado de la enorme expansión de la minería y la siderurgia vascas en el último tercio del siglo XIX. Pensaba que esta población de maketos (nombre, dado a los inmigrantes no vascos) ponía en peligro el euskera -cuyo uso se reducía a pequeños territorios rurales-, las tradiciones y la etnia vasca.Las propuestas de Arana prendieron en diversos sectores, sobre todo en la pequeña burguesía, y en 1895 se creó el Partido Nacionalista Vasco en Bilbao. Arana popularizó un nuevo nombre para su patria, Euzkadi, una bandera propia y propuso un lema para el partido Dios y ley antigua. El movimiento estaba impregnado de un gran sentimiento católico y de defensa de la tradición, pretendía impulsar la lengua y las costumbres vascas y defendía la pureza racial del pueblo vasco, por lo cual adquirió un cierto sentido xenófobo.En un principio, el PNV se declaró de inmediato independentista con respecto a España, pero esta posición fue evolucionando hacia el autonomismo.Aunque a la muerte de Arana aparecieron- disensiones dentro del nacionalismo vasco, su progreso electoral fue constante en las primeras décadas del siglo XX. Su principal rival en la defensa de la identidad vasca fue el carlismo, que también reclamaba la vuelta de los fueros, y que en Navarra tenía mucha más fuerza.
en 1899 la reina maria cristina otorgo su confianza para formar gobierno a un nuevo líder conservador. Francisco silvela convoco eleciones. El nuevo gabinente mostro una cierta voluntad de renovación. Se inicio asi una política reformista con proyectos de descentralización administrativa. las nuevas cargas fiscales impulsaron especialmente en Cataluña un boicot de los constituyentes a la recaudación de tributos.
la ley electoral no consiguió ni acabar con la corrupción ni de democratizar el sistema político. Maura procuro atraer hacia el régimen el nacionalismo moderado no republicano, hizo un primer intento de llegar acuerdos con el catalanismo concediendo mas autonomía a los ayuntamientos y diputaciones y reconociendo las regiones. El gobierno de maura también adopto medidas económicas para la industria y promulgo la ley de colonización interior. En el terreno social aprobó algunas leyes, creo el instituto nacional de previsión dedicado a los seguros obreros. En 1910 jose canalejas formo un nuevo gobierno liberal, su programa proponía una vez mas la modernización de la política. El gabinete emprendio una amplia tarea legislativa. Abordo la reforma del procedimiento de financiación de la iglesia y profundizo en la separación de la iglesia y el estado. La negativa de la santa sede a cualquier proceso de reforma comporto la promulgación de la ley del candado que limitaba el establecimiento de nuevas ordenes religiosas. Unos de los elementos básicos de la política social fue la sustitución del impuesto de consumos por un impuesto progresivos sobre la renta. Canalejas fue sensible al problema de las autonomías regionales especialmente al del nacionalismo catalán. En consecuencia el gobierno liberal elaboro la ley de mancomunidades que aceptaba la posibilidad de la unión de las diputaciones provinciales para hacerse cargo de la gestión de algunos servicios públicos.
Entre las fuerzas sociales que el régimen fue incapaz de incorporar figuraron las del movimiento obrero: el Partido Socialista Obrero Español, el sindicato de tendencia socialista Unión General de Trabajadores y el sindicato de inspiración anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo.
Al comenzar el siglo XX, el PSOE era todavía una fuerza relativamente pequeña. La dirección la ejercía un Comité Nacional, llamado más tarde Comisión Ejecutiva, que presidió Pablo Iglesias hasta su muerte. En 1899, el PSOE tenía sólo unos 3 000 afiliados, en 1915 eran ya 15000, y en la década de 1920, 30000. El partido seguía unas directrices que marcaron su actuación: la preservación de la organización, no poniéndola en peligro con grandes acciones revolucionarias; la diferenciación con respecto a los partidos burgueses, en 1910, Pablo Iglesias consiguió un acta de diputado. Con respecto al sindicato socialista UGT, su crecimiento fue todavía mayor. Se mostró partidario de la acción política para conseguir reformas sociales y laborales y defendió la participación de representantes obreros en los organismos estatales. destacó Francisco Largo Caballero, que en 1918 llegaría al cargo de secretario general de la UGT. La organización del sindicato se basaba en la federación, a escala local y provincial, de sindicatos de oficio, recogiendo la vieja tradición artesanal. En 1914 la UGT tenía en torno a 120000 afiliados, en 1921 había pasado a 240000. Su expansión se dio, sobre todo, en Madrid, el País Vasco, Asturias, Andalucía y algo menos en Levante. La vinculación entre el PSOE y la UGT era muy estrecha, y sus principales dirigentes fueron, en muchas ocasiones, militantes de ambas formaciones. En 1918, Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero, entre otros, consiguieron actas de diputado por Madrid, mientras Indalecio Prieto las obtuvo por Bilbao; y en 1920, los socialistas lograron 578 concejales en las elecciones municipales. Sus nuevos dirigentes se mostraron claramente partidarios del parlamentarismo y de una práctica política reformista y moderada
Al iniciarse el siglo XX, el anarquismo tenía su mayor presencia en Cataluña, pero también era poderoso en Andalucía, Aragón, Asturias y Levante. En Barcelona, las sociedades obreras y los sindicatos autónomos de inspiración anarquista crearon, en 1907, Solidaridad Obrera, una federación de asociaciones de trabajadores de carácter apolítico, reivindicativo la lucha revolucionaria. El nuevo sindicato nació con el objetivo de extenderse por toda España y dar estabilidad al sindicalismo anarquista. La CNT se definía como revolucionaria y presentaba una ideología basada en tres presupuestos básicos: la independencia del proletariado con respecto a la burguesía y a sus instituciones ,; la necesidad de la unidad sindical de los trabajadores, y la voluntad de derribar al capitalismo, a través de la expropiación de los burgueses. la CNT sufrió notables altibajos y, en 1911, después de la huelga general de septiembre, el sindicato fue prohibido hasta 1914. En la época de la Primera Guerra Mundial se abrió una etapa de colaboración con la UGT, que desembocó en huelga general revolucionaria de 1917. En los años posteriores a la guerra, la CNT pasó de 15 000 afiliados en 1915, a 700 000 a finales de 1919. Fue también el momento de sus grandes líderes, Salvador Seguí, Ángel Pestaña y Joan Peiró.
A partir de 1900, España consolidó su penetración en el norte de África. La Conferencia de Algeciras (1906), a la que acudieron diversos países europeos, y el posterior Tratado hispanofrancés (1912), establecieron un protectorado francoespañol en la zona de Marruecos. A España le correspondió el territorio de El Rif, una zona montañosa del norte, con la obligación de pacificarlo y organizarlo. El interés español por esta región venía estimulado por los posibles beneficios económicos (minas, inversiones en ferrocarriles, etc.), La presencia española en esta área estuvo contestada por los continuos ataques de rifeños, organizados en cabilas. En 1909, los rifeños infligieron una importante derrota a las tropas españolas en el Barranco del Lobo, ocasionando numerosas bajas. Se decidió entonces aumentar el número de soldados en el Rif 3.2. La Semana Trágica de Barcelona
La movilización contra la guerra se inició en el puerto de Barcelona e la 18 de julio, durante el embarque de tropas hacia Marruecos se cosntituyo un comité de huelga con la participación de los republicanos lerrouxistas socialistas y anarquistas. un llamamiento a la huelga genera para el día 26. Pero esa huelga derivó en una revuelta popular que desbordó el objetivo protesta contra la guerra de Las autoridades respondieron declarando el Estado de guerra y enviando refuerzos para reprimir las manifestaciones. El elevado número de muertos y heridos radicalizó el movimiento insurreccional, pero la falta de dirección y coordinación políticas derivó hacia la acción incontrolada de grupos que actuaban indiscriminadamente y sin objetivos claros La represión posterior fue muy dura por parte del gobierno de ,maura. Los procesos penales se encomendaron a Tribunales Milita-res. Se celebraron 216 Consejos de Guerra que afectaron a 1700 personas y se dictaron 17 condenas a muerte, de las cuales sólo se ejecutaron cinco. Entre éstas figuraba la de Francisco Ferrer Guardia, un pedagogo anarquista fundador de la Escuela Moderna, institución pedagógica laica La represión de la Semana Trágica levantó una oleada de protestas por su virulencia y arbitrariendad 3
En el verano de 1914, estando al frente del gobierno el conservador Eduardo Dató produjo el estallido de la Primera Guerra Mundial, que enfrentó a los llamados imperios centrales (Alemania, Austria) con las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, Rusia) y en la que intervinieron otros muchos países. Dato declaró de inmediato la neutralidad española, manteniendo al país fuera del conflicto y evitando el grave desastre que hubiera significado para la población. La carestía de vida se convirtió en un problema para las clases populares, el conflicto social a causa del empeoramiento de la condiciones de vida fue creciendo de manera imparable y las organizaciones obreras desembocaron en el movimiento huelguístico del verano de 1917.
En 1917 se produjeron conflictos sociales y políticos en gran parte de Europa. En febrero había caído el zarismo en Rusia y en octubre se producía la revolución bolchevique. descontento militar y la conflictividad social una protesta generalizada de carácter antigubernamental en la que se vieron implicados los partidos situados al margen del turno dinástico, los militares y las organizaciones obreras.
La protesta militar
El ejrecito español como consecuencia de la guerra coloniales presentaba un numero excesivo de oficiales en relación al de soldados. El fuerte descontento entre los oficiales de baja y media graduación desemboco en la formación de las llamadas juntas de defensa, que se extendieron por la mayoría de las guarniciones peninsulares. Las juntas reclamaban un aumento salarial y se oponían a los ascensos por meritos de guerra. El manifiesto de junio de 1917 culpaba al gobierno de los males del ejercito del país.
La crisis política el gobierno conservador de Dato había sustituido en 1916 por un gabinete liberal precedido por el conde de romanone que continuo con las viejas practicas de corrupción política. Como reacción y aprovechando la situación de crisis creada por la protesta militar a iniciativa de la liga regionalista se organizo en Barcelona una asamblea de parlamentarios catalanesLa huelga general revolucionaria
En 1916 ya se había -producido un importante movimiento huelguístico y en marzo de 1917 las centrales sindicales CNT y UGT acordaron firmar un manifiesto conjunto en el que se instaba al gobierno a intervenir para contener los precios bajo la amenaza de convocar una huelga general. La tensión estallo en agosto de 1917 a raíz de un conflicto ferroviario en valencia y la ugt con el apoyo del psoe decidio llamar a la huelga general. La protesta adquirio un carácter político y revolucionario. La huelga tuvo una incidencia muy desigual. Las reacciones del gobierno fue básicamente represiva: se declaro la ley marcial y se envio al ejercito a aplacar el movimiento. El balance fue de mas de setenta muertos, dos centenares de heridos y dos mil detenidos.
Desde 1917 se recurrió con frecuencia a la solución de los gobiernos de concentración. El más relevante fue llamado gobierno nacional impulsado por Maura en 1918 que configuro un gabinete con la participación de los lideres dinásticos y de los regionalistas catalanes.
En España, el final del conflicto europeo propició un cambio brusco de las condiciones económicas, la producción descendió, aumentó el paro y subieron los precios, lo cual provocó de nuevo la movilización obrera y un espectacular crecimiento del sindicalismo.El movimiento huelguístico afectó a un buen número de regiones industriales, pero fue en Barcelona donde alcanzó mayores dimensiones. En 1919 se inició una huelga en La Canadiense -empresa que suministraba electricidad a la mayor parte de Barcelona-, que consiguió la paralización del 70% de la industria local. La huelga duró un mes y medio y finalizó con un acuerdo por el cual la patronal aceptaba la readmisión de los despedidos, aumentos salariales y la jornada de ocho horas. Pero el incumplimiento de la promesa de liberar a los detenidos hizo reanudar la huelga y la patronal respondió con el cierre de empresas y una durísima represión contra los sindicatos. Los anarquistas, y en menor medida los socialistas, impulsaron revueltas campesinas motivadas tanto por el «hambre de tierras» como por el deterioro de los salarios y de las condiciones de vida. Se quemaron cosechas, se ocuparon tierras, y muchos municipios llegaron a estar controlados por los comités de huelga. Córdoba, con 23 huelgas agrarias y más de 30000 trabajadores involucrados en ellas, se convirtió en la punta de lanza de un movimiento campesino que se extendió a otras provincias andaluzas, manchegas y extremeñas. los patronos instituyeron la Federación Patronal, contrataron a pistoleros a sueldo para asesinar dirigentes obreros y recurrieron, frecuentemente, al lockout (cierre de empresas. Algunos grupos vinculados a la CNT respondieron a esta situación Practicando también un activismo violento y atentaron contra las autoridades, los patronos y las fuerzas del orden. Entre estos grupos cabe citar a Los Solidarios, que actuaron en Barcelona y entre los cuales se hallaban Buenaventura Durruti, Juan García Oliver y Francis- La Federación Patronal barcelonesa exigía medidas de fuerza, y el general Martínez Anido, gobernador civil de Barcelona, protagonizó una política de protección de los pistoleros de la patronal; ejerció una dura represión contra los sindicalistas y puso en práctica la Ley de Fugas, durante la cual tuvieron lugar más de 800 atentados en los que murieron 226 personas, entre ellas el presidente del gobierno, Eduardo Dato, asesinado por militantes cenetistas en 1921, conocidos empresarios, dirigentes sindicales como Salvador y el abogado laboralista Francesc Layret (1920), ambos asesinados por pistoleros a sueldo.
Al comenzar la década de 1920, en la zona oriental del protectorado de Marruecos, en torno a Melilla, las tribus rifeñas hostigaban al ejército español de forma permanente. En 1921 se intentaron varias operaciones con el fin de controlar a los rebeldes, y para dirigir el ejército de la zona se nombró al general’ Silvestre coz XIII, partidario de atacar a las cabilas rifeñas. El general inició una ofensiva hacia el interior del territorio que acabó en un verdadero de-sastre. El ejército fue derrotado en Annual, se perdió todo el territo-rio ocupado y se produjeron unas 13 000 bajas, incluida la de Silvestre.
Primo de Rivera y los sectores que le dieron apoyo defendieron su acción como una solución para poner fin a la crisis política y a la conflictividad social que atravesaba el país, las razones que justificaban la necesidad de cambiar la situación hay que destacar: la inestabilidad y el bloqueo del sistema político parlamentario, el miedo de las clases acomodadas a una re- solución social ante el auge de la conflictividad obrera y campesina; el aumento de la influencia del republicanismo y los nacionalismos.Primo de Rivera justificó el golpe militar a través de un discurso, que se centraba en la crítica de la «vieja política» y presentaba un claro componente populista, con el fin de ganarse la adhesión popular. Así, en su manifiesto inaugural, anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques y de acabar con el bandidaje político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. Algunos historiadores apuntan que Primo de Rivera no pretendía poner fin a un régimen caduco y anquilosado, sino más bien evitar que el régimen político acabara por democratizarse. En efecto, el último gobierno de concentración de García Prieto, con miembros del Partido Reformista, pretendía una reforma de la Constitución, de la Ley Electoral, del sistema de turno de partidos y de las relaciones laborales5.2. La reorganización del Estado
La dictadura de Primo de Rivera atravesó dos fases sucesivas. Hasta 1925 gobernó el Directorio Militar cuyos miembros eran militares, pero a partir de ese año, el gobierno dictatorial incluyó entre sus ministros a personalidades civiles, como José Calvo Sotelo en Hacienda y Eduardo Aunós en el Ministerio de Trabajo Las primeras medidas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial: suspensión del régimen constitucional, disolución de las cámaras legislativas, cese de las autoridades civiles, prohibición de las actividades de los partidos políticos y de los sindicatos, etc. Todo ello fue acompafiado par la militarización del orden publico y por una represión del obrerismo mas radical. Durante la primera etapa de la dictadura, Primo de Rivera, asumía personalmente el Alto Comisionado de Marruecos, en 1924. Al año siguiente, en colaboración con Francia, se organizo el desembarco de Alhucemas (1925), que se saldó con gran éxito. Para promover la adhesión al nuevo sistema se crean partido que se llamo Unión Patriótica. Se trataba de un partido gubernamental, sin un programa ideológico definido y cuya misión primordial era proporcionar apoyo social a la dictadura y seguir las directrices del poder. Los afiliados al nuevo partido procedían básicamente de las filas del catolicismo, 5.
La dictadura se beneficio de la buena coyuntura económica internacional, iniciada en los años veinte, tras la Primera Guerra Mundial. La idea rectora fue la nacionalización de importantes sectores de la economía y el aumento de la intervención estatal. El Estado tuvo un protagonismo notable gracias al fomentar de las obras publicas (ferrocarriles, carreteras, planes hidroeléctricas, etc.). El gobierno aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional, que preveía la concesión de ayudas estatales a las empresas que no podían competir con el exterior. También se concedieron grandes monopolios, como el de telefonía, a la Compañía Telefónica Nacional de Espafia, y la exclusividad en la importación, refinado, distribución y venta de petróleo a la compañía arrendataria Campsa. Todo ello fue financiado mediante los llamados Presupuestos Extraordinarios. En el terreno social, la dictadura puso en marcha un modelo de regulacion del trabajo que pretendia eliminar los conflictos laborales mediante la intervencion del Estado, la integracion de los sectores moderados del movimiento obrero y la represion de las organizaciones mas radicales. Con este fin se creo la Organizacion Corporativa Nacional, que agrupaba a patronos y obreros en grandes corporaciones (sindicalismo vertical) y regulaba los conflictos laborales
La oposición a la dictadura estuvo integrada por algunos lideres de los partidos dinásticos, los republicanos, los nacionalistas, los comunistas, los anarquistas. Los antiguos partidos del turno criticaron la excesiva duración del régimen y varios dirigentes participaron en conspiraciones militares como el complot de la «sanjuanada”, en junio de 1926. Con respecto a los intelectuales y el mundo universitario, la dictadura pretendio controlarlos férreamente mediante la censura y limitando su libertad, llegando incluso a cerrar las –universidades El enfrentamiento de los intelectuales con la dictadura estuvo protagonizado par figuras como Unamuno, Ortega y Gasset, Blasco Ibafiez y Menéndez Pidal. En 1924, suscribieron un manifiesto con mas de cien firmas en contra de la política cultural El conflicto político mas persistente se produjo, sin embargo, con el republicanismo y los nacionalismos, especialmente el catalán. La oposicion de los republicanos fue permanente y organizaron la Hamada Alianza Republicana, que logro unir a las diversas facciones del movimiento y desarrollar una amplia campaña propagandística en el exterior. En Cataluña, las medidas tomadas por Primo de Rivera, coma la liquidación de la Mancomunidad (1925), asi coma la prohibición del uso público de la lengua catalana y del baile de la sardana, fueron recibidas como profundamente anti catalanas y provocaron un notable distanciamiento incluso entre los. La oposición del catalanismo de izquierdas y republicano fue aún más decidida. En ella se distinguió el grupo Estat Catalá con su intento de invasión armada dirigida por Francese Mach desde Prats de Malló (Francia), en 1.926. Por último, la CNT se mostró contraria al régimen y fue intensamente perseguida, lo que agravó el enfrentamiento en su interior entre los partidarios de posturas radicales y violentas y los que defendían posiciones más posibilistas (Ángel Pestaña5. La caída de Primo de Rivera
En esta tesitura, el rey optó por retirar su confianza al dictaor, quien acabó dimitiendo el 30 de enero de 1930.El general Berenguer fue el encargado de sustituirle, con la misión de celebrar unas elecciones que permitieran retornar a la normalidad constitucional .La oposición comenzó a organizarse y los republicanos, los catalistas de izquierda y el PSOE acordaron la firma conjunta del Pacto de San Sebastián (agosto de 1930), un programa para presentarse a las elecciones y constituir un comité revolucionario que debería convertirse en el gobierno provisional de la futura República. Berenguer fue incapaz de preparar las elecciones y, en febrero de 1931, fue sustituido por un gobierna presidido por el almirante Aznar, que puso en marcha unos comicios en los tres niveles establecidos: municipales, y legislativos. El gobierno decidió convocar en pirimer lugar las elecciones municipales, al considerarlas las menos peligrosas para la monarquía, y las fijó para el 12 de abril de 1931
: Nos encontramos ante un texto primario, de tipo político. Se trata del manifiesto que realiza Primo de Rivera, dirigido a la población española, anunciando los motivos de su golpe de estado y las primeras medidas tomadas. El autor es Miguel Primo de Rivera (1870-1930), importante militar que consiguió sus ascensos por la participación en las guerras coloniales (Marruecos, Filipinas…). Desde 1922 era el Capitán General de Cataluña, donde se distinguió por apoyar a la burguesía catalana frente a las protestas sociales. Tras el golpe de estado que protagoniza, gobernará España de forma dictatorial hasta 1930, cuando el rey le retira su confianza. Poco después morirá en el exilio.
El general asume el poder, según él, no de una forma gustosa, sino como un deber, como una obligación que le imponen las circunstancias. De no hacerlo así, el autor augura para España un final trágico. Él, como representante de un estamento encargado de defender la nación, afirma no poder eludir esa responsabilidad.En el texto se hace referencia al inicio de esos problemas que amenazan el país: se trata de la crisis del 98. Desde entonces el régimen de la Restauración ha ido arrastrando una serie de conflictos, a los que los partidos políticos no han puesto solución También las reclamaciones nacionalistas (Lliga Regionalista, que ha conseguido la formación de la Mancomunitat, PNV…) son objeto de preocupación para los militares (“propaganda separatista”) y causa del golpe de estado. Hay también una cita clara entre las causas al problema de las responsabilidades de Annual, problema que envenenaba la realidad política española. La posibilidad de que la comisión parlamentaria encargada de su investigación señalase al rey como responsable de la matanza de 12.000 españoles es, para muchos historiadores, uno de los principales argumentos para dar el golpe de estado, golpe que paralizó la investigación de forma inmediata.El gobierno del general, que se proyectó como provisional, pasó por dos fases o Directorios claramente diferenciados.DIRECTORIO MILITAR (1923-25):Primo de Rivera asume todos los poderes al frente de un directorio militar formado por altos mandos del ejército. Suspende la Constitución, ilegaliza los partidos y sustituye a todos los gobernadores civiles por militares. Las principales medidas fueron:Reestablecer el orden social mediante acciones represivas, especialmente dirigidas contra los anarquistas, creara una milicia especial de defensa, el Somatén Nacional, en 1923,Postura intransigente ante los nacionalistas, .
Primo de Rivera plantea en este manifiesto que rompe con la legalidad para recoger las ansias de los que no ven otra solución para la situación de España que liberarla de los profesionales de la política, responsables de las desdichas e inmoralidades que se iniciaron en 1898. Éstos tienen secuestrada la voluntad del Rey, y aunque parecen distintos, “se avienen fáciles y contentos al turno”.Ha llegado pues, el momento de pedir responsabilidades y de gobernar los militares o civiles próximos a ellos, en un movimiento que es “por España y por el Rey”. Termina con una clásica bravuconada militar: el que no tenga cojones que se quede en casa.El 23 de septiembre, el general Primo de Rivera se pronunció contra la legalidad constitucional, declaró el estado de guerra y exigió que el poder pasase a manos de los militares. El golpe de estado se justificó con la tesis de que el régimen constitucional estaba bloqueado y desprestigiado y existía un grave peligro de revolución social. Para Primo de Rivera, la toma del poder era algo que debía hacer, una obligación frente a España y los españoles. Criticaba a los “profesionales del política” y al turno político, elementos todos ellos de la Restauración. Señala 1898 como el inicio de los males de la patria, de ahí que añada algunas pretensiones regeneracionistas, de cambio, de limpieza moral, de eliminación del caciquismo y de todas las redes de clientelismo surgida en la restauración, aunque también está de acuerdo con el mantenimiento del orden y con la unidad nacional.Es importante señalar la implicación del rey en este golpe de estado y en la instauración de este régimen autoritario. Al ver que la oposición crecía y que no contaba con el apoyo de sus propios compañeros de armas, Primo de Rivera presentó al rey Alfonso XIII su renuncia el 28 de enero de 1930, dejando tras de sí todo un cúmulo de problemas: nacionalismo, obrerismo, crisis económica e incluso la misma viabilidad del sistema monárquico.