Portada » Historia » Industrialización en vizcaya
Hablar de industrialización en el País Vasco, es a hablar fundamentalmente de Bizkaia donde La extracción del hierro monopolizó el desarrollo económico de la provincia. La siderurgia fue por tanto el eje en torno al que giró el desarrollo económico vasco. Las causas del retraso con respecto a Europa Occidental (principios del Siglo XIX) eran las guerras civiles (carlistas) y el marco jurídico Foral (aduanas interiores).
El sistema económico y social de la época de la Restauración, presentaba una situación dual. Un universo interior agrario con formas de vida muy atrasadas. Y algunas áreas periféricas que caminaban hacia una economía moderna y capitalista; es en esta zona donde el País Vasco protagoniza un proceso de industrialización de la mano de la burguésía, que junto con los empresarios catalanes y los terratenientes cerealistas castellanos van a regir la vida política-económica del país.
La base del capitalismo vasco y por extensión de todo el capitalismo industrial de España, fue la concentración de yacimientos de hierro, orientado a la exportación. La ley librecambista de Figuerola en 1869, rebajaba la protección a los productos industriales, manteniendo protección para los productos agrarios. Permitía importar bienes de equipo (maquinaria) y materias primas. Todo ello con objetivo de abrir la economía española al exterior como forma de promover el desarrollo.
A partir de 1876 se inicio una etapa de crecimiento:
Se fundaron compañias extranjeras y autóctonas. Además el mineral vizcaíno de elevada ley metálica y de bajo precio, comenzó a ser el más demandado por las siderurgias europeas (Inglaterra, Francia y Alemania).
La reinversión del capital obtenido por la venta del mineral en la construcción de Altos Hornos, contribuyó al despegue de la industria siderúrgica.
Protagonizado en 1882 por dos sociedades: los Altos Hornos y Fábricas de hierro y Acero de Bilbao, y la Metalurgia y Construcciones de Vizcaya («La Vizcaya»).
En 1902 estas dos sociedades, a las que se añadió La Sociedad Anónima Iberia, se fusionaron para dar origen a Altos Hornos de Vizcaya, empresa emblemática de la siderurgia vasca y que se fue reestructurando en función del mercado español para lo que era necesario acabar con la competencia extranjera. De ahí que la burguésía industrial encabezada por Víctor Chávarri exigiera una legislación proteccionista en 1891.
Se hizo necesario diversificar la producción:
Apareciendo una industria metalúrgica mediana, subsidiaria, que se vio beneficiada por la política proteccionista y la repatriación de capitales coloniales como Cuba y Filipinas. Además de la construcción naval (Astilleros del Nervión y el Euskalduna). Y cementeras (que hacen cemento) e infraestructuras (cargaderos, embarcaderos, ferrocarriles…).
El potencial económico desarrollado requería de la creación de servicios como el Banco de Comercio, el Banco de Vizcaya (1901) y la Bolsa de Bilbao, para canalizar las capitales hacia las inversiones. A la vez se construía el puerto exterior de Bilbao e iniciada su andadura la Universidad de los jesuitas de Deusto.
Tras un periodo de recesión, la Primera Guerra Mundial contribuyó al relanzamiento comercial debido a la neutralidad española, que proporciónó una fuerte demanda de productos que los países beligerantes (que están en guerra) no podían asumir. El capital obtenido por la guerra, facilitará la ampliación de las empresas existentes y la fundación de otras nuevas. De esta manera, el capitalismo vasco iniciaba una fase expansiva de inversiones por toda la península, consolidando su papel hegemónico (primordial).
Este proceso, tuvo una enorme repercusión social al demandar una gran afluencia de mano de obra de las provincias limítrofes: la oligarquía de gran poder financiero se establecíó en la margen derecha del Nervión construyendo barrios residenciales de tipo inglés (Neguri), mientras el proletariado industrial, vivía en la margen izquierda en barriadas cercanas a las fábricas o próximas a los yacimientos mineros en los que se iniciaba un movimiento sindical monopolizado por el PSOE y la UGT, que fue capaz de liderar huelgas importantes, contribuyendo a mejorar las penosas condiciones económicas y sociales de los trabajadores y poniendo fin a la relación paternalista obrero-patronos.
La Restauración ofrece la consagración definitiva del País Vasco (Bizkaia) y Cataluña (Barcelona) como los núcleos fundamentales de la industrialización española mientras que las demás regiones, excepto Madrid, quedarían retrasadas hasta la segunda mitad del Siglo XX. Bizkaia dejaba de ser una sociedad agraria y tradicional para transformarse en otra moderna e industrial. Este proceso que se extendería después a Guipúzcoa y Álava convertirá al País Vasco en una de las zonas más desarrolladas de España.