Portada » Filosofía » Indiferencia moral de Maquiavelo
Es el fondo profesional de la personalidad, tan sólo persigue la obtención del placer. El «ello» es»amoral» e ilógico, sus únicas coordenadas son lo agradable y lo desagradable. El «ello» tan sólo persigue la obtención del placer sin etner en cuenta las normas morales o sociales ni la supervivencia o conservación del individuo.
Es el depósito de la energía psíquica, ya que lo podemos entender cómo un eslabón tendido entre los procesos sematicos y los mentales. | El «ello» tan sólo busca descargar la tensión, dada por los augmentos de energía que percibe como molestos, y por lo tanto, decimos que el «ello» se mueve por el principio del placer. Los recién nacidos tan sólo cuentan con el «ello», ya que representa los instintos más básicos.| De la frustación del «ello» al no poder realizar sus deseos, nace el proceso primerio, es decir, la realidad subjectiva, que encuentra su representación más clara en el mundo onírico. Dado que el proceso primario no puede cumplir los deseos del ello objectivamente, acaba transformándose en el «yo». Por lo tanto podemos decir que el «yo», nace del contacto del «ello» con la realidad.| Para Freud el porqué delegó, era que encotnraba incoherencias en las motivaciones conscientes que alegaba un sujeto para sus actos. Por ejemplo, una madre era sobreprotectora con su hijo, ya que se consideraba una buena madre, sin embargo, sus motivaciones reales, las del «ello», consistían en que se vengaba de su hijo por privarla de su tiempo y sus libertades privándolo a él de realizar sus actividades. Cómo este motivo era inaceptable para la sociedad y para ella misma, el «yo» descargaba esta tensión disfrazando los motivos del «ello» con unos aceptables.
Instancia unitaria de la personalidad, su rama ejectutiva, que se dedica a velar por los intereses del individuo y a darle unidad en una «totalidad». El «yo» ya no se mueve entorno a lo agradable y lo desagradable, sinó de lo «conveniente» y lo «no conveniente». El «yo» se encarga de realizar los deseos del «llo» pero teniendo en cuenta la supervivencia del organismo. No es que el «yo» no siga el principio del placer, sinó que lo modifica dando lugar al principio de realidad.| El «yo» no puede existir sin el «ello», que es qien aporta la energía, el «yo» es más bien un admirador de los deseos del «ello», un estratega que debe lidiar en un triple frente, ya que debe hacer encajar los deseos del «ello» con la realidad exterior y a su vez, satisfacer las demandas del «superyó«. Para realizar éstas tareas, el «yo» poesee el proceso secundario, mediante el cual controla todos los procesos intelectuales del individuo.
Es la rama judicial y moral de la personalidad, su castigo moral. Viene de la socialización del individuo y la internalización de ciertas normas y hábitos. La sociedad construye un juez social dentro del individuo. El «superyó» tiene dos partes: el ideal del yo, que representa lo que se debe desear, hacer, por lo que merece la pena luchar, y la consciencia moral, alusiva a lo que no se debe hacer, lo que está mal visto. Así, el «superyó» tiene la capacidad de hacer sentir orgulloso a un individuo por sus acciones, mediante el ideal del yo, a hacerlo sentir culpable mediante la consciencia moral. El «yo» siempre busca la aprobación del «superyó», por lo tanto, cuando el «yo» colma sus demandas, es premiado con un sentimiento de orgullo, mientras qu ecuando existe un conflicto, el «superyó» se encuentra en el principio de la autoridad paterna. Así, los padres castigan al niño por sus malas acciones y la recompensan por las buenas, el «yo» del niño aprende a evitar el castigo y buscar la aprobación, no por saber que lo que hace está bien o mal, sinño para evitar situaciones desagradables. Con el tiempo, estos conceptos acaban pasando a formar parte del «yo». Por esto decimos que el «superyó» acaba desgajándose del «yo».
Maquiavelo:
Se podría decir que Maquiavelo puso, con su obra «el príncipe«, los cimientos del Estado Moderno. Con esta obra Maquiavelo realiza un análisis científico del fenómeno de la política con independecia de consideraciones morales o éticas. Maquiavelo se limita a constatar como un notario o un testigo como funciona de hecho el poder. Un contemporáneo (Francis Bacón) dijo que «hay que agradecer a Maquiavelo que diga abiertamente y sin disimulo lo que los hombres acostumbran a hacer, y no lo que deben hacer». En este sentido, el príncipe, es un manual sobre como funcionan a la práctica los mecanismos del poder, es decir la mecánica del gobierno, y se centra en mostrar los mecanismos por los que el poder puede ser obtenido y mantenido. Para Maquiavelo las únicas consideraciones a tener en cuenta son la eficacia y el éxito, mostrando indiferencia moral por los medios. «Quien desea el fin debe desear tambiñen los medios».(traducido como «el fin justifica los medios»).| El poder funciona como un arma de doble filo, o en un doble plano. Por una parte, la creación de consentimiento a la seducción, y por el otro, la coacción. El príncipe debe ser temido y amado, pero si ambas cosas no son posibles es preferible ser temido que ser amado. Debe distinguirse entre el gobernante y la masa sometida, en el sentido que ésta necesita mucha moral -y religión-, que son instrumentos para el control de ésta. El príncipe deberá proporciónárselas, pero jamás sentirse atado por ellas. Las limitaciones moralesa la conducta del soberano son un signo de debilidad; el poder o carece de escrúpulos o no es poder.| La finalidad del Estado es lograr el orden. Así, lograr la contrucción del Estado, implica alcanzar un orden en el que todo esté previsto. Para Maquiavelo, la finalidad del poder es establecer el orden. Las cínicas consideraciones morales son la eficacia y el éxito. La política es un arte que se mide por sus resultados positivos y la finalidad de la política es la organización. El Estado es la máxima eficacia organizadora. El poder consiste en crear consenso, sin importar que ése consenso responda a una verdad. La gran fuerza reside en el poder de influir, debiendo hacerse un uso racional de la fuerza. La fuerza solo debe usarse como última reserva para mantener el ordern y la unidad de Estado. Con Maquiavelo se crea la «razón de estado». El Estado supone la unidad del derecho, y supone la unidad de mando, de la fuerza y el derecho. La soberanía es la fuerza que controla el Estado, en el absolutismo, reside en el monarca, y en el Estado liberal reside en el conjunto de la población.