Portada » Filosofía » Imposibilidad de la metafisica segun kant
Kant: Kant plantea el tema en un espacio más propiamente político en el sentido de establecer las condiciones de posibilidad de la vida del ser humano en sociedad.
Los documentos que apuntan a estos temas son aparte de los «opúsculos´´ de 1784, las obras que Kant va a desarrollar en la década de 1790 y que suponen un giro en su planteamiento crítico.
El texto principal va a ser «metafísica de las costumbres´´. Se trata de intentar determinar en qué medida un código de derecho es justo o no en relación a la corrección o no de nuestras acciones. En este caso nos encontramos con el estudio de estas acciones en el marco de la sociedad y en relación a una posible finalidad del ser humano en cuanto especie. Kant es un liberal que va a partir de una situación similar a la de Locke pero se diferencia en que es un liberalismo que no se rige por la utilidad. A partir de ahora, Kant recurre al concepto de voluntad general de Rousseau para explicar cómo partiendo de una multitud de individuos atomizada, se llega a articular una estructura estatal por medio de la reunión del pueblo en una asamblea. Una vez articulado el estado, Kant admite la división de poderes en ejecutivo, legislativo y judicial; que cada uno de los cuales tendría las características de irresistible, irresponsable e inapelable. Kant distinguirá distintos tipos de gobierno según quién asuma el poder y en relación a cómo se den los poderes, si de forma independiente o confusa. Tendríamos así tres formas de soberanía: autocracia, aristocracia y democracia; que podrían ser gobiernos de tipo republicano o despótico si se da confusión al menos entre legislativo o ejecutivo. Asi, solo seríamos auténticamente humanos en una sociedad republicana, aunque solo fuera en espíritu cuando no existiera un auténtico parlamento independiente, pero el monarca gobernará según la voluntad del pueblo, que es lo que Kant llama una autocracia republicana, solo aquí habría auténticos ciudadanos al ser poseedores de los atributos de la libertad y la igualdad.
Rousseau:
En el caso de Rousseau nos encontramos con el modelo que asociamos con la llamada democracia radical y que establece la absoluta primacía del poder del pueblo contra toda forma de poder que aspire a legitimarse por encima del único poder político. Para entender la posición de Rousseau debemos considerar la situación de la Francia del siglo XVIII, quebrada económicamente y dividida entre la aristocracia y un pueblo extremadamente empobrecido. Además coincide con el momento cumbre de la Ilustración. De ahí la primera gran crítica moderna a la idea del progreso tal como se entiende en Europa asociado a lo económico, y a una ciencia puramente materialista que deje de lado todo lo que tiene que ver con la libertad y la moral humana, considerando al ser humano como una máquina. Para Rousseau, tal como expresa en «el contrato social´´ de 1762, el hombre nace libre e igual, pero por todas partes se encuentra encadenado en el contexto de sistemas políticos que emergen por una legitimación no ajena a la fuerza y cuyo producto más elaborado sería el absolutismo despótico más moderno que escondiéndose en el marco de una aparente ilustración, pretende gobernar para el pueblo pero sin él. El punto de referencia sería un estado natural en el cual el ser humano es bueno bajo el concepto del llamado «buen salvaje´´, que vive compartiéndolo todo en común, la naturaleza nos pertenece a todos, sin que haya propiedad privada. Ha sido la sociedad actual la que por medio de la fuerza y de la propiedad privada, la que está corrompiendo al ser humano, por lo que se trataría de articular un contrato que nos permitiera salir de ese estado sin perder en ningún momento nuestra libertad.
Hobbes:
El estado es comparable con el modelo de Thomas Hobbes dado que lo que Hobbes plantea es producto de las continuadas luchas entre la monarquía y el parlamento en la Inglaterra del siglo XVII que alcanzarán un punto culminante con la condena a muerte de Carlos I tras la victoria de los partidarios del parlamento de manos de Oliver Cromwell. Se va a incidir en que en época de crisis, deben gobernar dictadores porque asocia la guerra civil con el estado de naturaleza en el cual lo normal es el regirse por las pasiones, que nos abocan a un enfrentamiento del cual solo puede salirse o por la destrucción total o por la razón medida pero no por la fuerza. En el estado de naturaleza tenderíamos a sobrevivir luchando por los recursos por lo que lo habitual sería que fuésemos un lobo para los demás, en el contexto de una guerra de todos contra todos. Sin embargo existen ciertas leyes naturales que la razón puede descubrir y que básicamente nos dictan buscar la paz y mantenerla mientras sea posible, ceder los propios derechos para poder realizar un pacto y aceptar mantener las consecuencias de tal pacto. Sin embargo los seres humanos no estamos de acuerdo en llevar a cabo tal pacto de forma natural por lo que debe realizarse por medio de la fuerza impuesta por la ley o por el ejército. Por eso, el pensamiento hobbesiano constituye una profundización en la línea maquiaveliana al ser igualmente un símbolo del poder que va a adquirir el estado en la modernidad, frente a las tendencias medievales que aspiraban a la idea de un imperio universal. Al mismo tiempo, el poder del soberano no vendría de Dios, sino de la fuerza o violencia por lo que la iglesia estaría también sometida al estado.
Kant: Kant plantea el tema en un espacio más propiamente político en el sentido de establecer las condiciones de posibilidad de la vida del ser humano en sociedad. Los documentos que apuntan a estos temas son aparte de los «opúsculos´´ de 1784, las obras que Kant va a desarrollar en la década de 1790 y que suponen un giro en su planteamiento crítico.
El texto principal va a ser «metafísica de las costumbres´´. Se trata de intentar determinar en qué medida un código de derecho es justo o no en relación a la corrección o no de nuestras acciones. En este caso nos encontramos con el estudio de estas acciones en el marco de la sociedad y en relación a una posible finalidad del ser humano en cuanto especie. Kant es un liberal que va a partir de una situación similar a la de Locke pero se diferencia en que es un liberalismo que no se rige por la utilidad. A partir de ahora, Kant recurre al concepto de voluntad general de Rousseau para explicar cómo partiendo de una multitud de individuos atomizada, se llega a articular una estructura estatal por medio de la reunión del pueblo en una asamblea. Una vez articulado el estado, Kant admite la división de poderes en ejecutivo, legislativo y judicial; que cada uno de los cuales tendría las características de irresistible, irresponsable e inapelable. Kant distinguirá distintos tipos de gobierno según quién asuma el poder y en relación a cómo se den los poderes, si de forma independiente o confusa. Tendríamos así tres formas de soberanía: autocracia, aristocracia y democracia; que podrían ser gobiernos de tipo republicano o despótico si se da confusión al menos entre legislativo o ejecutivo. Asi, solo seríamos auténticamente humanos en una sociedad republicana, aunque solo fuera en espíritu cuando no existiera un auténtico parlamento independiente, pero el monarca gobernará según la voluntad del pueblo, que es lo que Kant llama una autocracia republicana, solo aquí habría auténticos ciudadanos al ser poseedores de los atributos de la libertad y la igualdad.
Hegel
: El pensamiento de Hegel supone una reacción extrema contra la crítica a la que se había visto sometida la metafísica, de tal manera que ya no se aceptaba la posibilidad de comprender la realidad de modo absoluto. Si la realidad es atrapable de modo absoluto solo puede significar que tendría que ser tan racional como nuestra propia capacidad para aparentar esa racionalidad, que es lo que Hegel denomina como formas de racionalidad. La comprensión que podamos tener de la racionalidad de lo real, tendrá que destilarse de la dinámica procesual a que la realidad se ve sometida, y que es lo que Hegel llama dialéctica. Esta dialéctica la va a estructurar Hegel en tres pasos que son: la tesis o afirmación, la antítesis o negación, para finalmente producirse una síntesis dialéctica también llamada superación de esa oposición por medio de la llamada «doble negación´´. De una manera metafórica es la llamada dialéctica del amo y del esclavo, según la cual la realidad humana fluctuaría siempre según la guerra, tras la cual surgen vencedores y vencidos. Para Hegel, la historia es la marcha del Espíritu o razón que se va incorporando en las instituciones y en las sociedades por medio de la lucha entre formas de racionalidad contrapuestas, de manera que al final la historia terminaría en la forma del estado máximamente racional y libre. Las tres características principales del idealismo hegeliano se resumen en: la idea de que lo racional es real y lo real racional, la idea de que el pensamiento determina lo material; para finalmente establecer que la verdad no sería el producto de un momento determinado en relación a una parte determinada de la sociedad, sino el todo de las formas de racionalidad contrapuestas que se dan.
Kant: Kant va a desarrollar en su teoría del conocimiento su idea sobre el hombre, sobre todo en “Crítica de la razón pura”. Kant llama a sus tres grandes obras «críticas´´, en el sentido de que matizan cómo funcionan las facultades de conocimiento humano. El objetivo: establecer si Dios existe, si el mundo tiene sentido como totalidad y si tenemos un alma libre e inmóvil.
La ciencia es un cuerpo de juicios acerca de la realidad que distinguía entre juicios analíticos ,universales y necesarios, y juicios sintéticos (que son particulares y contingentes, a posteriori).
Kant va a analizar las condiciones de posibilidad de los juicios sintéticos a priori en las distintas facultades de conocimiento: sensibilidad, entendimiento y razón; asociando la primera a las matemáticas, la segunda a la física y la razón a la metafísica. En el caso de la sensibilidad, lo que a Kant le interesa es cómo nuestra mente es capaz de construir juicios. En el plano del entendimiento, los juicios sintéticos a priori se construyen articulando conceptos empíricos en enunciados cuyas condiciones de posibilidad serían lo que Kant llama conceptos puros a priori. El hecho es que la razón aspira a darle sentido a toda la realidad buscando las máximas generalizaciones por medio de estructuras a priori, que en este caso serían las ideas puras de las cuales carecemos de contenido empírico, por lo que nos embarcamos en un terreno que forma parte de las tendencias constitutivas de la especie humana. Es en este sentido que Kant establece que los objetos tradicionales de la metafísica, vienen a ser las máximas generalizaciones que integrarían todo el conjunto de fenómenos naturales en la idea de mundo. Serían así guías de la razón que nos marcan un límite asintótico hacia el cual en todo caso tiende la mente humana. Es esta inercia humana a creer en Dios, a creer que el mundo tiene un sentido o a creer que tenemos un alma inmortal; la que nos lleva a cometer errores que Kant llama antinomias de la razón