Portada » Geografía » Impacto del Turismo en España
El turismo es una actividad recreativa que consiste en viajar o recorrer un país o lugar por placer. Dentro de este concepto deben ser incluidas las relaciones humanas que conlleva y la prestación de servicios. Si bien los motivos del turismo son variados, suelen estar relacionados con el ocio. El turismo se ha convertido, desde hace unas décadas, en un fenómeno de masas que provoca anualmente el desplazamiento de cientos de millones de personas en el mundo, y es una fuente de ingresos y empleo fundamental para muchos países. España es la cuarta potencia turística mundial y la segunda en ingresos por turismo. En 2019, casi 84 millones de turistas extranjeros visitaron España. El turismo interior y exterior de los españoles también va creciendo.
España comenzó su desarrollo turístico en los años sesenta del pasado siglo en pleno desarrollo y ofrecía su clima, sus playas y sus precios baratos: “turismo de sol y playa”. Este modelo turístico lleva consigo dos consecuencias: La concentración en el tiempo o “estacionalidad” ya que la mayor parte de los viajes se realizan en verano. Así la oferta turística se concentra en verano, mientras que el resto del año está infrautilizada (problemas de rentabilidad). La concentración en el territorio a lo largo de una estrecha franja del litoral mediterráneo y en los archipiélagos. Esta situación da lugar a una enorme presión sobre la zona que tiene que recibir, alojar, dar de comer y entretener a millones de personas en muy poco tiempo. El sector turístico español ha ido cambiando de modelo ante las dificultades para competir por los precios con otros destinos.
En 2019, el turismo supuso el 12,3% del PIB y el 12,7% del empleo en España. Pero la importancia del turismo en España va más allá: favorece el crecimiento de los sectores primario y secundario y de otros servicios como los transportes y el comercio. Es fundamental para la economía española ya que el saldo turístico positivo ayuda a que el déficit de la balanza de pagos sea moderado.
El modelo turístico español de “sol y playa” origina la llegada de millones de turistas al litoral y a los archipiélagos en los meses de verano. Esto lleva consigo que la estructura demográfica de estas zonas sea peculiar: Se generan empleos, que en muchos casos son ocupados por inmigrantes extranjeros y españoles, lo que da lugar a poblaciones menos envejecidas que la media española.
Los principales problemas proceden de la concentración del turismo en unas pocas zonas del litoral y los archipiélagos que sufren fuertes impactos como mayor consumo de recursos y energía, mayor cantidad de residuos generados, necesidad de más infraestructuras, mayor ocupación del suelo, mayor contaminación (del agua, acústica, etc.).
España es la cuarta potencia turística mundial y la segunda en ingresos por turismo. En 2019, visitaron España casi 84 millones de viajeros internacionales y gastaron 92.337 millones de euros. El turismo crea empleo, dado que muchas tareas no pueden mecanizarse y requieren mano de obra abundante y poco cualificada, que es la más afectada por el paro.
El turismo no solo repercute en los espacios propiamente turísticos sino también en su entorno, donde implanta actividades y servicios y donde puede ocasionar conflictos con otras actividades.
La red de carreteras, con más de 160.000 Km, es la clave del sistema de transportes, pues pone en comunicación a la totalidad de los núcleos de población del país; además, es imprescindible para acceder al resto de infraestructuras de transportes (estaciones de ferrocarril, aeropuertos y puertos).
a) El carácter radial de las redes de transporte terrestre– Las vías de comunicación llevan desde Madrid a los puntos periféricos del país, hasta las costas y las zonas fronterizas. Esta configuración de la red de transportes nació en el siglo XVIII y se consolidó con el desarrollo de la red de ferrocarriles a partir del siglo XIX y del transporte aéreo en el siglo XX.
El análisis de la intensidad del tráfico muestra la importancia de los corredores transversales. Los que tienen mayor intensidad de tráfico se corresponden con las zonas de mayor densidad urbana, industrial y turística: el corredor mediterráneo, el cantábrico, el eje del Ebro, la costa gallega, las islas y las carreteras cercanas a Madrid.
a) La estructura radial de la red ferroviaria y sus problemas La red de ferrocarriles españoles consta de unos 15.000 Km, escasos en cuanto a la superficie del territorio que cubren. Esta red se estructura según un trazado radial. En el centro nodal está Madrid desde donde parten las líneas principales hacia el norte y noroeste, hacia el nordeste, y hacia Levante y Andalucía.
El análisis de las redes de transportes y comunicaciones en España nos muestra un reparto desequilibrado de la accesibilidad en el territorio español: Las zonas de mayor accesibilidad se corresponden con Madrid y el noreste (cinco de las siete grandes ciudades), con una buena integración con Europa y entre sí.
La red aragonesa de carreteras conecta a través de vías de alta capacidad con Cataluña, País Vasco, Madrid y Comunidad Valenciana. Pero se dan dos situaciones muy diferentes entre: Los territorios aragoneses del valle del Ebro, que se encuentran a lo largo de las redes de carreteras de alta capacidad, están bien comunicados y tienen un elevado nivel de accesibilidad con Madrid, Barcelona Valencia y Bilbao.