Portada » Medicina y Salud » Impacto de la Malnutrición en la Salud Bucodental: Caries, Enfermedad Periodontal y Más
La dieta y la nutrición tienen una influencia dinámica y bidireccional decisiva en la salud bucodental.
La dieta ejerce un efecto local; el tipo, la forma y la frecuencia en el consumo de alimentos y bebidas tienen un efecto directo en los dientes.
La nutrición ejerce un efecto sistémico, ya que la mucosa bucal es muy sensible a modificaciones en el estado nutricional. Una nutrición inadecuada puede afectar al desarrollo craneofacial y contribuye como factor de riesgo a la aparición de caries dental y la enfermedad periodontal, las lesiones de la mucosa, el cáncer bucal y los traumatismos bucodentales.
La caries es una enfermedad infecciosa prevenible del diente, que constituye la principal causa de pérdidas de dientes en el mundo.
Es necesario que coincidan cuatro factores para que se pueda desarrollar la caries: huésped, agente microbiano, dieta y tiempo.
La caries dental aparece como consecuencia de la disolución del esmalte por la acción de los ácidos orgánicos, los cuales se producen debido a la fermentación de los carbohidratos por acción de las bacterias.
Existen numerosas evidencias de la relación entre el consumo de hidratos de carbono fermentables y la caries dental.
La fructosa (azúcar de la fruta) es un hidrato de carbono fermentable que se encuentra en verduras, frutas y miel. La lactosa (azúcar de la leche) es otro carbohidrato fermentable. Se encuentra en la leche y los productos elaborados con leche. Los fructanos, que se encuentran en panes, cereales y pastas, y galactanos, que se encuentra en los frijoles y otras legumbres, también pertenecen al grupo de los hidratos de carbono fermentables.
La enfermedad periodontal es una enfermedad crónica que se inicia con la inflamación de la encía, provocada por la placa bacteriana, que puede cursar con la destrucción de los tejidos periodontales, provocando resorción del hueso y caída de los dientes.
La enfermedad periodontal comprende dos condiciones clínicas distintas: la gingivitis y la periodontitis (o piorrea).
La causa de la gingivitis es la microbiota bacteriana (placa bacteriana subgingival) que, al igual que se indicó en la caries, provoca una fermentación de azúcares.
En el caso de la periodontitis, además de la microflora como factor básico, existen otros factores de riesgo: tabaco, diabetes, edad, enfermedades sistémicas, alteraciones inmunológicas y genéticas.
Existen estudios que intentan establecer una relación entre el estado nutricional y la gingivitis. Así, se ha encontrado una relación entre la deficiencia de vitamina C y ácido fólico con la severidad de la gingivitis.
En cuanto a la periodontitis, la relación con el estado nutricional no está clara; se observa una correlación positiva entre déficit de ácido ascórbico, hierro, folato y cinc.
La presencia de alteraciones nutricionales, tanto por exceso (obesidad) como por defecto (desnutrición), se han asociado con patologías orales.
La desnutrición proteico-calórica adquirida en edades tempranas de la vida y mantenida durante la infancia, influye sobre la exfoliación y erupción de los dientes, a la vez que condiciona una mayor incidencia de caries en la dentición primaria.
La desnutrición agrava las infecciones bucodentales (como la gingivitis ulcerativa necrosante) y con el tiempo puede hacer que se transformen en enfermedades potencialmente mortales como el noma, un tipo de gangrena orofacial desfigurante.
Niños con sobrepeso y obesidad pueden presentar una prevalencia de caries 1,6 veces superior a la de los niños con peso normal.
El efecto de la bulimia nerviosa y la anorexia nerviosa sobre los dientes y estructuras bucales fueron reconocidos en los años 70 por Hellstrom. Las principales manifestaciones bucodentales en los pacientes anoréxicos y bulímicos son:
Enfermedades de la cavidad oral y malnutrición: