Portada » Latín » Ideal educativo de Roma
En muchos órdenes de la vida Roma tuvo a Grecia como espejo, por ejemplo su mitología, pero siempre con un sentido más pragmático que los helenos:
En Roma la virtud la virtus era a lo que aspiraba el ciudadano romano, como el griego aspiraba a la Areté
.
Roma asimiló la cultura griega en definitiva, pero con matices. No les bastaba con alcanzar la sabiduría sino que pretendían pasar a la acción y servirse de ella.
La aspiración del romano ser un vir bonus un hombre bueno, abarcaba una triple vertiente: la Tradición, la Ciencia y la Humanitas.
La palabra educatio equivalía a la trophé griega. Un de las acepciones del término latino educare significa alimentar. La educatio era pues la crianza tanto física como moral del niño, contemplaba dos etapas:
·La crianza en el seno de la familia, donde recibía cuidados físicos y hábitos morales.
·y la educación recibida en la vida pública y en las escuelas de carácter moral y cultural.
Bajo el término educatio se englobaba la doctrina, la disciplina, la eruditio y la instituio.
Cicerón acuñó el término Humanitas para referirse a la versión romana de la paideia griega. Era un concepto similar, pero con mayor carga práctica. . El antecedente más remoto de la Humanitas hay que buscarlo en la figura de CATÓN conocido como el Demóstenes romano. Cicerón y Quintiliano identificaron el ideal de la Humanitas con el buen orador que sabe aplicar la cultura y la filosofía griega a su actividad política y profesional.
El elemento propiamente intelectual (propio del helenismo) no ocupa un lugar relevante en la educación romana. Al joven romano se le preparaba para ser un bonus agrícola y un bonus colonus, es decir un buen propietario que se dedicaba a la agricultura y a la ganadería. Más tarde se le prepara para ser un bonus miles (buen militar). Sin embargo, el objetivo esencial de la educación romana era convertirse en un vir bonus (hombre bueno) un hombre íntegro y de provecho, para sí mismo, para su familia y para la República o el Imperio
Los contenidos de la educación romana se centraban en las siguientes áreas de conocimiento:
: que comprendían lengua, gramática y retórica tanto griegas como latinas.
: que se basaban en sentencias Pitagóricas, en obras clásicas de Horacio, Homero y Virgilio, y en conferencias y declamaciones pronunciadas en lugares públicos de Roma.
: que comprendía materias como Astronomía, Agricultura, Arquitectura, Historia, Derecho, Medicina, Arte militar, Música o Filosofía, aunque estas dos últimas no gozaron de la misma importancia que en Grecia, por ser menos prácticas.
La Gimnástica y la música fueron objeto de repudio por los romanos. La primera porque por una parte el pudor romano chocaba con el desnudo griego; por otra parte, la mentalidad utilitaria del romano no entendía bien el gusto griego por una actividad deportiva inútil. El estudio de la música se consideraba más propio de comediantes que de gente bien nacida. Se toleraba sin embargo su estudio por parte de las mujeres, como parte del arte de agradar.
Las instituciones educativas.
a)La familia: La primera institución educativa en Roma es la familia. En esta etapa se adentraba en la tradición y en las costumbres ancestrales el Mos Maiorum
.
Dentro de ella cobra especial relevancia la figura del páter familias y la patria potestas que ostenta, era privativa del padre y ni siquiera la madre podía tenerla. No sólo ejercía el poder, sino que ofrecía protección a los miembros de la familia, incluidos esclavos.
El itinerario formativo de los hijos en la familia comenzaba cuando los hijos eran depositados tras nacer, a los pies del padre, si lo levantaba y tomaba en brazos significaba que lo reconocía como hijo legítimo, lo constituía en su heredero y se comprometía a criarle, educarle y dotarle de medios de subsistencia.
A los ocho días de nacimiento, se le impónía el nombre y recibía la bulla una especie de cápsula metálica que conténía sustancias a las que se le atribuían poderes de protección. Esta bulla se quitaba a los 17 años junto con la toga pretexta (el vestido de gala de los niños), que era sustituida por la toga viril, ello significaba el paso de la infancia a la adolescencia y se celebraba con una gran fiesta.
Durante los 7 primeros años de vida del niño, era la madre la que asumía la responsabilidad de su crianza, en todos los órdenes: biológico, intelectual y moral. Algunas veces podía contar con una institutriz o nodriza de garantía.
A partir de los 7 años, comenzaba la intervención específica del padre, que le enseñaba a leer, escribir y a contar, así como a cultivar el campo y a cultivar las virtudes morales. Esta etapa concluía hacia los 16 o 17 años que se solemnizaba con la imposición de la toga viril
. Significaba la incorporación a la vida pública.
A continuación debía dedicar un año al tirocinium fori, es decir al aprendizaje de la vida pública, pero de esta tarea ya no se ocupaba el padre sino que se le encomendaba a alguien preparado de la familia.
Concluido este año el joven romano se enrolaba en el ejército, pero continuaba el aprendizaje de la vida pública con el asesoramiento de un gran protector o de su propio padre.
Durante la república la enseñanza era privada y libre, después tomó un aire más estatal. El ciclo de los estudios se centraba en los tres niveles de la enkyklios paideia. La escuela elemental (primero ludus y luego schola) comprendía de los 6 a los 12 años. Estaba atendida por el primus magíster, ludimagister o litterator, que es la réplica del grammatista griego. Gozaba de escasa remuneración económica y de escaso prestigio. También había maestros particulares (magíster institutor litterarum) , que era propio de personas de origen humilde y generalmente lo desempeñaban esclavos y libertos.
La enseñanza media abarcaba desde los 11 a los 16 años, de ella se ocupaba el grammaticus o litteratus, mejor considerado que los anteriores, se ocupaba de la formación literaria: materias como la lectura, la gramática y el comentario de autores clásicos era su misión. Por último la enseñanza superior (de los 16,17 hasta los 20 años) estaba a cargo del rhetor normalmente de procedencia griega, que se ocupaba de materias como la Retórica, la Dialéctica y la Historia. Pero en la enseñanza superior intervénían también otros profesionales especializados en Derecho y en Filosofía, aunque no eran materias de la enseñanza superior sino más bien vocaciones especiales.
En cuanto a las técnicas docentes llaman la atención algunos métodos empleados por los rhetores romanos consistentes en memorizar textos para ejercitar la memoria de los futuros oradores. Una cualidad muy valorada en la carrera política.
En definitiva, la educación romana se inspiró en los sistemas pedagógicos griegos, pero supo imprimirle un carácter propio y muchos de los rasgos de su sistema educativo pueden detectarse en buena parte del mundo occidental, como una de las herencias más valiosas legadas por Roma.