Portada » Historia » Historia Mundial: Desde la Constitución Argentina hasta la Segunda Guerra Mundial
La Constitución Argentina de 1853 fue la primera constitución de la República Argentina. Fue aprobada con el apoyo general de los gobiernos provinciales, sin la participación del Estado de Buenos Aires, que se mantuvo separado de la Confederación Argentina hasta 1859. Se sancionó por una convención constituyente en Santa Fe, el 1 de mayo de 1853, promulgada por Justo José de Urquiza.
Las tres presidencias históricas de Argentina, Bartolomé Mitre (1862-1868), Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) y Nicolás Avellaneda (1874-1880), abarcaron un período de 18 años (entre 1862 y 1880) y consolidaron la Organización Nacional.
Estas presidencias fueron consecuencia de la guerra entre el Estado de Buenos Aires y la Confederación Argentina, resuelta con el triunfo porteño en la Batalla de Pavón, que llevó a Bartolomé Mitre (gobernador de Buenos Aires) a tomar la presidencia de la Confederación Argentina en 1862.
Las presidencias surgieron luego de la Batalla de Pavón, que produjo la reincorporación definitiva del Estado de Buenos Aires a la República Argentina.
La crisis económica de 1873, conocida como la «ola de pánico económico», se desencadenó en Estados Unidos por la quiebra de la entidad bancaria Jay Cooke and Company en Filadelfia el 18 de septiembre de 1873, junto con la caída de la Bolsa de Viena el 9 de mayo de 1873. Esta crisis marcó el inicio de la depresión económica global, conocida como la Gran Depresión de 1873, que duró hasta 1879 y coincidió con el inicio de la Segunda Revolución Industrial.
Se conoce como Paz Armada al período que inició en 1871 y finalizó en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Fue una etapa de contradicciones, ya que hubo pocos conflictos entre los países europeos, pero las fricciones internacionales crecieron.
Este período se caracterizó por el auge y expansión del imperialismo y, por otro lado, por la frivolidad de la sociedad, que llevaba una vida de lujo mientras que la situación internacional era cada vez más peligrosa.
La Primera Guerra Mundial estalló en 1914, entre las potencias de la Triple Alianza (Alemania, Imperio Austrohúngaro e Italia) y la Triple Entente (Inglaterra, Francia y Rusia).
La principal causa fue la ambición de las potencias por controlar las mejores colonias y semicolonias del planeta. Querían tener fuertes fuentes de materias primas y buenos mercados para vender manufacturas.
El 28 de junio de 1914 fue asesinado el archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio Austrohúngaro, cuando visitaba Sarajevo. Lo asesinó un grupo nacionalista serbio llamado «Mano Negra». Por lo tanto, el Imperio Austrohúngaro le declaró la guerra a Serbia (1914). Rusia movilizó las tropas para ayudar a Serbia, lo que provocó que Alemania le declarase la guerra a Rusia (1914) y a Francia (1914). Cuando Alemania ingresó a Bélgica para invadir Francia, Inglaterra le declaró la guerra.
Entre enero y junio de 1919 se reunieron los representantes de los países que participaron en la guerra. Las potencias europeas impusieron duras condiciones a las naciones derrotadas. Por ejemplo, Alemania tuvo que ceder Alsacia y Lorena a Francia, y el Imperio Austrohúngaro se desintegró. Otro acuerdo importante fue la fundación de la Sociedad de las Naciones, organismo que debía garantizar la paz duradera.
La Revolución Rusa fue un movimiento político, social y económico que tuvo lugar en el año 1917, protagonizado por dos grupos de la sociedad: mencheviques (profesionales y gente con mucho dinero) y bolcheviques (gente pobre en general) que se oponían a la monarquía del zar Nicolás II.
Existía descontento con las políticas de corte monárquico del gobierno de los zares, ya que distintos sectores sociales se sentían frustrados con las constantes derrotas en las batallas con Alemania. Muchos opositores consideraron que sus derechos y libertades estaban comprometidos y que las nuevas políticas solucionarían sus problemas.
Las repercusiones de los movimientos revolucionarios de 1917 no se hicieron esperar. En abril estallaron en Suecia huelgas y motines. En el verano se desarrolló la crisis en España, donde continuaría hasta 1923.
Las reformas agrarias se hicieron entre 1919 y 1922 en la mitad oriental de Europa, de Finlandia a Grecia y de Alemania a Rusia. En 1923 se hizo la reforma agraria española. Medidas que iban a tener importancia en el siglo XX: el recurso a la firma de convenios colectivos para asegurar las condiciones de trabajo de la mayoría, la estructura definitiva de los sistemas nacionales de prevención social y la multiplicación de organismos estatales especializados.
Se conoce como Período de Entreguerras a los años que transcurren entre el final de la Primera Guerra Mundial y el inicio de la Segunda Guerra Mundial. La década de 1920 a 1929 puede considerarse como la época de optimismo e innovaciones. Los Estados Unidos se colocaron a la cabeza del mundo, y sus empresas y bancos financiaban todo. Pero la caída de la bolsa de Nueva York en 1929 provocó una crisis financiera que terminaría afectando a todo el mundo. A partir de 1931, la crisis económica provocó paros, un empeoramiento de las clases trabajadoras y la extensión de la pobreza y la miseria. La consecuencia más importante de la crisis fue la constatación del sistema liberal en la economía.
En Estados Unidos se optó por las reformas profundas del sistema capitalista liberal, que se iniciaron a partir de 1933. En Europa, en algunos países se optó por el totalitarismo, ganando el apoyo de las masas partidos políticos contrarios a la democracia.
En Italia se impuso el fascismo. Benito Mussolini organizó grupos paramilitares armados a los que llamó fasci, como a su movimiento político. Sus miembros, conocidos como «camisas negras», crearon en 1920 el Partido Nacional Fascista y, con 40,000 personas vestidas con camisas negras, iniciaron una marcha hacia Roma. Ante la llegada de los fascistas a Roma, el rey Víctor Manuel III se vio obligado a darle a Mussolini la jefatura del gobierno, y este instaló un régimen totalitario.
En Alemania, Adolf Hitler estableció un régimen totalitario. Hitler fundó en 1921 el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores, que se conocerá como Partido Nazi. Gracias a una hábil propaganda, fue ganando apoyo de las clases medias alemanas.
En las elecciones de 1930, el Partido Nazi se convirtió en la segunda fuerza política del país, y en 1932 ganó las elecciones. Hitler fue nombrado canciller en 1933.
Tras su llegada al poder, Hitler prohibió y disolvió a los partidos políticos. Con el apoyo de volver a ganar las elecciones, asumió el puesto de dictador supremo, adoptando el título de Führer.
En 1928, Stalin acometió la industrialización de Rusia, dirigida por el Estado, dueño de todos los medios de producción. La apuesta por crear industrias del sector siderúrgico para dotar al Estado de armamento, medios de producción e infraestructura. Rusia se convirtió en una potencia militar de primer orden del mundo.
En 1919, Estados Unidos se había convertido en la principal potencia mundial, y todas las otras potencias eran deudoras del país. Durante 1920, el desarrollo industrial le supuso un rápido crecimiento de la economía. En cuanto a la política, adquirió un papel mucho más significativo a nivel mundial.
El jueves 24 de octubre de 1929 se produjo un «crash» de la bolsa de Wall Street. Más de 13,000 títulos no encontraron compradores y ocasionaron la ruina de miles de inversores. Esto llevó a que la gente entrara en pánico y quienes poseían dinero en cuentas bancarias lo retiraran. Al no poder sostener las deudas, más de 600 bancos quebraron, negando a dar créditos y a financiar deudas existentes.
La Segunda Guerra Mundial es el período entre el 1 de septiembre de 1939, fecha en la que Alemania comenzó la invasión a Polonia, y el 2 de septiembre de 1945, cuando Japón firmó la rendición tras el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki.
El mundo se dividió en dos bandos: el bloque del Eje (Alemania, Italia y Japón) y el bloque de los Aliados (Reino Unido y Francia).
Alemania, derrotada en todos los frentes, empezó a retirarse hacia la capital, Berlín. Hitler se encerró en el Führerbunker de Berlín y se suicidó el 30 de abril de 1945. Alemania cesó los ataques el 8 de mayo del mismo año.