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Uno de los mayores errores en la interpretación de la moral cristiana es verla como una moral primordialmente prohibitiva, una moral en la que se insiste mas en la abstención del pecado que en las virtudes positivas y la santidad.
Como señala el P. Sáenz en su introducción a Los mandamientos comentados (de Santo Tomás), un exceso de casuismo, que presentaba una moral como si se tratase de algo exclusivamente imperativo con una serie de deberes y de prohibiciones que parecían imponerse sin razones evidentes, podía llevar a cierta obsesión de pecado y hasta escrúpulos.
Pero, por otro lado, surgíó en las últimas décadas una reacción contra esa mentalidad, que no fue sana, sino que condujo a nuevos y más graves errores. Son errores que reduce el seguimiento de Cristo a solo una actitud, una inspiración. En este último caso no importan los actos particulares, sino la ¨opción fundamental¨ que se toma en general y que esta más allá de todo comportamiento particular, en nada dependiente de determinados mandamientos.
La palabra decálogo significa literalmente ¨diez palabras¨. Estas diez palabras Dios las revelo en su Pueblo en la montaña santa. Las escribíó ¨con su Dedo¨. Los 10 mandamientos enuncian las exigencias del amor de Dios y del prójimo. Los tres primeros se refieren más al amor de Dios y los otros siete más al amor del prójimo.
Los diez mandamientos pertenecen a la Revelación de Dios. Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto, indirectamente los derechos fundamentales inherentes a la naturaleza de la persona humana.
Sabemos que para el hombre herido por el pecado se hace prácticamente imposible el cumplimiento de los mandamientos si la gracia de Cristo no nos auxilia radicalmente. En el mejor de los casos, podrá cumplir este o aquel mandamiento pero no la totalidad de ellos.
El don del Decálogo no se ha de considerar como una carga porque la gracia, solicitando nuestra cooperación, posibilita su pleno cumplimiento, ni mirarlo como una atadura que coartara nuestra libertad.
*1, Amaras a Dios sobre todas las cosas (esto a su vez implica cuatro preceptos; -adoraras al Señor tu Dios y le servirás, -No habrá para ti otros dioses delante de Mi, -No te harás escultura alguna).
5. Moral realista y moral represiva: La moral tradicional o realista no es represiva. El gran desastre de la moral actual es el desastre de la moral kantiana y no de la ética realista y católica. La virtud, que es
disposición permanente de obrar el bien, tiene que transformar y ordenar el material pasional y no simplemente reprimirlo.
La primera llamada y la justa exigencia de Dios consiste en que el hombre lo acoja y lo adore. Exige las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad.
A) Por exceso: *Excesiva credulidad (consiste en admitir con demasiada facilidad y sin suficiente fundamento ciertas verdades y opiniones que están muy lejos de pertenecer a la fe. *Superstición (propiamente hablando es un pecado contra la virtud de la religión). B) Por defecto: *Infidelidad o incredulidad (es la creencia de fe en quien no esta bautizado. Se distinguen 3 clases, Infidelidad puramente negativa –carencia de fe en quien no ha tenido nunca la noticia de la verdadera religión-, Infidelidad privativa –es la carencia de fe en el que, por su propia culpa, ha descuidado instruirse en ella-, Infidelidad positiva o formal –es la carencia de la fe en quien la rechaza positivamente o la desprecia después de haber sido suficientemente instruido en ella). *Apostasía (consiste en el abandono total de la fe. Son verdaderos apostatas los que, después de recibir el bautismo, se han apartado totalmente de la fe católica). *Herejía (es el error voluntario y pertinaz de un bautizado contra alguna verdad revelada por Dios y propuesta como tal por la iglesia. Lutero, Arrío, Enrique Octavo, etc.). *Cisma (es un pecado grave contra la unidad de la Iglesia al negar la obediencia a los legítimos Pastores). *Admitir dudas voluntarias contra la fe (los creyentes nunca pueden tener causa justa para cambiar o poner en duda la fe). **Ignorancia de la fe (es el pecado de los que descuidan por culpable negligencia el deber de aprender las cosas necesarias para la vida cristiana). *Omisión de los actos de la fe (se puede pecar directamente contra la fe, omitiendo su ejercicio en las circunstancias y casos en que es obligatorio).
Son cuatro. El trato con acatolicos, las escuelas acatolicas, la lectura de libros heréticos y el matrimonio con incrédulos, herejes o infieles.
: El primer mandamiento nos manda aguardar confiadamente la bendición divina y la bienaventurada visión de Dios. Pecados contra la esperanza.
1.2.2. La presunción (por exceso): es la temeraria confianza de obtener la salvación eterna por medios no ordenadas por Dios.
El primer mandamiento nos manda a responder a la caridad divina mediante un amor sincero. Se puede pecar de diversas maneras. *Con el odio a Dios (la gravedad de una culpa se mide por el grado de aversión a Dios, que es máximo en el pecado del odio). *Con la indiferencia (que descuida o rechaza la consideración de la caridad divina). *Con la ingratitud (que omite o se niega a reconocer la caridad de Dios y a devolverle amor por amor). *Con la tibieza (que es una vacilación o negligencia en responder al amor divino). *Con la acedia o pereza espiritual (que llega a rechazar el gozo que viene de Dios). *Con el amor desordenado a las criaturas (cuando alguien ama tan desordenadamente a una criatura que esta dispuesto a quebrantar cualquier precepto divino antes que renunciar a ella).
La caridad nos lleva a dar culto a Dios lo que en toda justicia le debemos en cuanto criaturas. La virtud de religión nos dispone a esta actitud.
Es una virtud moral que inclina la voluntad del hombre a dar a Dios el culto debido como primer principio de todas las cosas.
1.2.1. Adoración: Adorar a Dios es reconocer, con respeto y sumisión absoluta, la grandeza, perfección y bondad absoluta de Dios.
1.2.2. Oración: Es la elevación de la mente a Dios para alabarle y pedirle cosas convenientes a la eterna salvación. La oración puede ser mental o vocal.
A) Condiciones de la oración: Para que la oración tenga eficacia infalible se requiere cuatro cosas: *Que se pida para si mismo. *Cosas necesarias para la salvación. *Piadosamente. *Con perseverancia.
1.2.3. Sacrificio: El sacrificio es un acto culto por el cual se ofrece a Dios una cosa sensible de cierto valor (causa material), con cierta imputación o destrucción de la misma en su honor (causa formal), realizada por el sacerdote (causa eficiente), para expresarle que lo adoramos, le damos gracias, le pedimos perdón por nuestras faltas y le rogamos la ayuda necesaria para el alma y para el cuerpo (causa final).
1.2.4. Promesas y votos: En varias circunstancias el católico es llamado a hacer promesas a Dios. En los sacramentos del Bautismo, en la Confirmación, en el Matrimonio y en el Orden Sagrado se exigen siempre.
El primer mandamiento prohíbe honrar a dioses distintos del único Señor que se ha revelado.
Puede definirse como un vicio que ofrece culto divino a quien no se debe, o a quien se debe, pero de modo indebido. Las formas mas comunes de superstición son: *Idolatría (la palabra significa falso Dios, y consiste en tributar a una criatura la adoración debida exclusivamente a Dios). *Adivinación (es la superstición que trata de averiguar las cosas futuras u ocultas por medios indebidos o desproporcionados). *MAGIA (son las prácticas mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas al servicio de uno y obtener un poder preternatural sobre el prójimo). *ESPIRITISMO (consiste en la invocación e interrogación a los espíritus con el fin de averiguar por medio de ellos cosas ocultas).
a) La tentación de Dios: Consiste en el dicho o hecho por el cual se pretende poner a prueba algún atributo de Dios o se pide temerariamente su divina intervención.
a) Ateísmo: El ateísmo se funda en la concepción falsa de la autonomía humana, llevada hasta el rechazo de toda dependencia respecto de Dios. Considera falsamente que el hombre es el fin de si mismo y el ratifica único de su propia historia. Una de las formas de ateísmo es el AGNOSTICISMO, quienes se resisten a negar a Dios, al contrario, postula la existencia de un ser trascendente que no podría revelarse y del que nadie podría decir nada.
s) Masonería: La masonería proviene del Racionalismo de los siglos XVII y XVIII y se basa en filosofías deístas, panteístas o ateas. El objetivo de la masonería es construir un mundo sin Dios, cuyo centro sea el hombre, implantando el laicismo indiferentista y oponiéndose a la religión institucionalizada.
c) Liberalismo: El liberalismo coloca el bien en una incondicionada libertad de elección, como si el hombre fuera su propio fin y se diera a si mismo la suprema ley.
El mandamiento divino implicaba la prohibición de toda representación de Dios hecha por la mano del hombre. La Iglesia siempre ha proporcionado la legitimidad de veneración de las imágenes fundada, principalmente, en que la Encarnación del Hijo de Dios.
Implica el deber positivo de honrar el santo nombre de Dios. Algunas de las maneras de hacerlo son mediante la alabanza y el juramento.
La alabanza es la invocación externa, como manifestación del fervor interno, del santo nombre de Dios en el culto público o privado.
El juramento es un acto de la virtud de la religión por el que se invoca el nombre de Dios como testimonio de la verdad de una afirmación o de una promesa que se hace.
No tomaras en falso el nombre de Yahvé, tu Dios, porque no dejara Yahvé sin castigo al que tome en falso su nombre.
Consiste en proferir sin motivo alguno o sin la debida reverencia el nombre santo de Dios.
Jesús resucito de entre los muertos el primer día de la semana, la primera de todas las fiestas, el día del Señor, el domingo.
El domingo y las demás fiestas de precepto, los fieles tienen obligación de participar en la misa. Este precepto obliga bajo pecado mortal a todos los bautizados desde los 7 años. Solo causas graves excusan del precepto a la asistencia de la santa misa.
El tercer mandamiento, además de la obligación de asistir a la misa, pide que nos abstengamos de ciertos trabajos innecesarios en esos días; los serviles, de tribunales, de mercado público, etc. En el cumplimiento del descanso dominical la iglesia pretende por un lado poner las condiciones que faciliten al hombre dedicarse más a las cosas de Dios, y mantener el equilibrio entre el trabajo y el debido descanso.
Un hombre y una mujer unidos en matrimonio forman con sus hijos una familia. La familia es la célula original de la vida social. En ella desde la infancia se pueden aprender los valores morales, se comienza a honrar a Dios y a usar bien de la libertad.
Los hijos son deudores de la vida, del cuidado y de la educación que han recibido de los padres. Por eso les deben agradecimiento, amor y respeto. Cuando se hacen mayores la obediencia a los padres cesa con la emancipación, no así el respeto que les es debido, el cual permanece para siempre. En la medida en que puedan deben prestarles ayuda material y moral en los años de vejez y durante sus enfermedades, y en momentos de soledad y abatimiento.
La fecundidad del amor conyugal no se reduce a la sola procreación de los hijos, sino que debe extenderse también a su educación moral y a su formación espiritual.
2.2.1. Como esposos: Los padres son responsables antes Dios y tendrán que rendir cuentas de todos los miembros de la familia, si supieron acercarlos a Dios o si fueron obstáculo para ello. Además deben vivir conforme a la fidelidad que se prometieron ante Dios al contraer matrimonio.
2.2.2. Como padres: Durante la infancia, el respeto y el afecto de los padres se traduce ante todo en el cuidado y la atención que consagran a educar a sus hijos y a proveer a sus necesidades físicas y espirituales. Tienen obligación de bautizarlos cuanto antes, los padres no han de olvidar que son los principales educadores de la fe de sus hijos.
: Dios nos ordena también a todos los que, han recibido de Dios una autoridad en la sociedad.
3.1.1. Límites del poder del Estado: La iglesia, sabiendo que toda autoridad viene de Dios, reprueba el principio de que la autoridad del Estado sea ilimitada. El poder Estatal sigue estando sometido a las reglas de la moral y del derecho superior, solo es legitimo en la medida en que persigue la realización del bien común.
Cooperar con las autoridades para el bien de la sociedad, con espíritu de verdad, justicia, solidaridad y libertad (llamado patriotismo o piedad patriótica).
La sumisión a las autoridades y la corresponsabilidad en el logro del bien común exige moralmente: *La defensa del país frente a sus enemigos internos o externos. *La incorporación de los principios cristianos en su profesión y en su actuación publica. *El pago de los impuestos. *El ejercicio del derecho-deber de voto.
3.2.1. El derecho-deber de rechazo a la obediencia: El ciudadano tiene obligación de no seguir las prescripciones de las autoridades civiles cuando estos preceptos son contrarios a la exigencia del orden moral.
La iglesia no se confunde de modo alguno con la comunidad política, ya sea por razón de sumisión, como por razón de su competencia. Es misión de la iglesia católica emitir un juicio moral incluso sobre las cosas que afectan al orden político cuando lo exijan la salvación del hombre y su destino eterno.
Este mandamiento nos prohíbe ofender a nuestros padres o superiores, de palabra, de obra, o de otro modo cualquiera. Por parte de los hijos, por defecto impiedad familiar; por exceso amor exagerado a los parientes.
En el caso de la virtud patriótica, por defecto el internacionalismo y por exceso el nacionalismo exagerado o patrioterismo.
Este derecho a la vida aparece bien definido como el derecho natural básico, irrenunciable e inalienable, subordinado a los derechos superiores de la justicia general y del bien común.
La acción de defenderse puede entrañar un doble efecto, el primero es la conservación de la propia vida, el otro es la muerte del agresor, solamente es querido el primero, el otro no.
2.1.1. Condiciones para el ejercicio de la legítima defensa: A) Que la agresión injusta sea actual o inminente. B) Agresión injusta. C) Que haya una justa proporción con el bien que se defiende. D) Que el daño se limite a lo necesario para conjurar la agresión injusta.
La enseñanza tradicional de la iglesia ha reconocido el justo fundamento del derecho y del deber de la legitima autoridad publica de aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir, en caso de extrema gravedad, el recurso a la pena de muerte.
2.2.1. Condiciones para la aplicación de la pena de muerte: Es lícito al estado la aplicación de la pena de muerte siempre y cuando se den las siguientes condiciones:
*Que esa constancia no sea simplemente una certeza de conciencia, sino que además existan pruebas en las cuales se fundamenta el juicio.
*Que se considere prudencialmente que los medios incruentos no bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas y el orden social.
*Que se de al reo la oportunidad de recibir los auxilios religiosos, por el cual asegure el cumplimiento de su ultimo fin, salvando su alma.
Todos los ciudadanos y los gobernantes están obligados a empeñarse en evitar las guerras. Sin embargo, una vez agotados todos los medios de negociación pacifica, no se podrá negar a los gobiernos el derecho a la legítima defensa.
Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina de la llamada guerra justa. En síntesis, cualquiera que sea su naturaleza, la guerra representa siempre una gran catástrofe. Con todo, las guerras a veces se imponen como una verdadera necesidad. Pero jamás puede recurrirse a ella sino después de haber agotado todos los medios pacíficos.
El homicidio es la acción de matar voluntaria e injustamente a un ser humano. Es gravemente pecaminoso. También se prohíbe hacer algo con intención de provocar indirectamente la muerte de una persona.
El aborto provocado es una acción homicida directa, premeditada, con intención y alevosía, contra una vida humana en gestación, indefensa, inocente, débil e inofensiva; con el agravante del vínculo sanguíneo. Desde la concepción queda perfectamente diferenciada e individualizada una nueva, única e irrepetible vida humana, y que empieza su propio ciclo vital autónomo. Por eso no puede ser manipulado, congelado, descartado, discriminado, experimentado, muerto, abortado, etc.
Un aborto constituye un pecado mortal. La iglesia sanciona con pena de excomunión este delito contra la vida humana. También son responsables los médicos y el personal sanitario que interviene. El aborto no tiene razones que lo justifiquen.
La eutanasia directa consiste en poner fin la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable. De ella debe distinguirse la decisión de renunciar al llamado ¨ensañamiento terapéutico¨, decisión licita cuando se interrumpen tratamientos médicos onerosos, peligrosos, extraordinarios o desproporcionados frente a los resultados. Con esto no se pretende provocar la muerte, se acepta no poder impedirla.
Consiste en producirse la muerte a si mismo por propia iniciativa. Puede ser por una acción (disparándose un tiro) o una omisión voluntaria (negándose a tomar alimentos hasta producirse la muerte). El suicidio realizado por propia iniciativa es siempre un pecado gravísimo, se peca contra Dios, cuyo dominio exclusivo sobre la vida del hombre se usurpa violentamente. Se peca contra la sociedad, privándola injustamente de uno de sus miembros que estaba obligado a colaborar en el bien común. Se peca contra si mismo, de dos maneras, contra la inclinación natural que tienen todas las cosas a conservarse en el ser y contra la caridad al hacer algo gravemente contrario al justo amor a si mismo.
Legitimado en función del principio de que la vida de todo cuerpo es mas importante que cualquiera de sus partes. Pero fuera de estos casos, es pecado la mutilación del propio cuerpo o privarlo sin razón de sus capacidades.
La esterilización consiste en la intervención que impide, en el hombre o en la mujer, la capacidad de procrear. Puede hacerse lícitamente para conservar la vida o la salud de las personas. Si se realiza para hacer imposible la procreación por un tiempo o a perpetuidad es gravemente ilícita.
El trasplante de órganos no es moralmente aceptable, si no hay certeza sobre la muerte del donante, o si el donante o sus representantes no han dado su consentimiento consiente.
La moral exige el respeto de la vida corporal, pero no hace de ella un valor absoluto. En cuanto a la salud sobre natural, en general pecan contra Dios y si mismo: *Los que viven en estado de pecado mortal, *Los que no mortifican sus pasiones desordenadas o se exponen a grave peligro de pecado, *Los que descuidan por completo su vida sobrenatural y no aprovechan de los medios ordinarios de la gracia que Cristo y su iglesia han dejado a disposición de los fieles.
El pecado de escándalo consiste en todo dicho o hecho que da al prójimo ocasión de pecar.
La ira es pecaminosa cuando interviene la voluntad queriendo un inmoderado deseo de venganza, y rehúye la normativa de la razón. Peor que la ira es el odio, porque este quiere directamente el mal del prójimo en cuanto mal. La discordia es la disensión de las voluntades en lo tocante al bien de Dios y del Prójimo. La riña consiste en la pelea verbal contra el prójimo. La violencia contra la sociedad que se opone al bien de la comunidad. La envidia es una especie de tristeza por la existencia del bien ajeno que se considera como un mal para nosotros.
Este mandamiento se refiere principalmente y de manera positiva a la integración sana de nuestra corporalidad a todo nuestro ser, lo cual se hace explicito para el Imperio de la virtud de la castidad.
El sexto mandamiento prohíbe los actos impuros en el ámbito externo de la sexualidad. El noveno mandamiento remite a la dimensión interna. Las ofensas a ambos mandamientos pueden englobarse en la misma noción de lujuria. La lujuria es un deseo o un goce desordenado del placer sexual; es uno de los siete pecados capitales.
2.1.1. Pecados externos consumados según la naturaleza: A) La fornicación (es un acto sexual completo tenido por mutuo consentimiento entre mujer y varón solteros, no afectados por ningún vinculo familiar o religioso). B) la violación (es una fornicación considerablemente agravada por el hecho de ser efectuada contra el consentimiento de la victima. Constituye también una falta contra la justicia)
2.1.2. Pecados externos consumados contra la naturaleza: A) La masturbación (es la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer sexual). B) Onanismo (consiste en la uníón sexual voluntariamente interrumpida que frustra la finalidad intentada por la naturaleza por esa uníón). C) Homosexualidad (en un sentido general se la llama a la desviación del instinto sexual, que se caracteriza por la atracción mas o menos exclusiva hacia los individuos del mismo sexo, tanto si se llega o no a expresarse mediante un acercamiento efectivo de orden sexual).
2.1.3. Otras perspectivas y pecados externos no consumados: A) Perversiones (el sadismo, el masoquismo, el fetichismo, los travestís, los mirones, el narcisista y los exhibicionistas). B) Pecados externos no consumados (se trata de buscar o consentir directamente los actos impúdicos, miradas, tocamientos, lectura de libros o revistas inmorales, asistencias a espectáculos obscenos, etc.).
En la encíclica Humanae Vitae, el Papa Paulo VI describe las notas y las exigencias carácterísticas de este amor: *Amor plenamente humano, *Un amor total, *Un amor fiel y exclusivo, *Es un amor fecundo.
El niño brota del corazón mismo de ese don reciproco. Todo acto matrimonial debe quedar abierto a la trasmisión de la vida.
3.1.1. Los anticonceptivos y los métodos naturales para regular la natalidad: La continencia periódica, los métodos de regulación de nacimientos fundados en la auto observación y el recurso de los periodos infecundos, son conformes a los criterios objetivos de la moralidad. Por el contrario se debe excluir toda acción que, en previsión del acto conyugal, en su realización o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se propaga, como fin o como medio a hacer imposible la procreación.
El hijo es un don, no un derecho. El hijo no puede ser considerado como un objeto de propiedad, lo que conduciría a un reconocimiento de un pretendido derecho al hijo. Solo el hijo posee verdaderos derechos: el de ser el fruto del acto especifico del amor conyugal de sus padres y también el de ser respetado como personas desde el momento de su concepción.
3.3.1. El adulterio: Cuando un hombre y una mujer, de los cuales al menos 1 esta casado, establece una relación sexual, aunque ocasional, cometen adulterio.
3.3.2. El divorcio absoluto o vincular: Se opone a la verdadera doctrina de la indisolubilidad del matrimonio. Consiste en que los conyugues, por diversos motivos, y por mutuo consentimiento, o por la sola voluntad de uno de ellos, decide romper el vinculo matrimonial y contraer nuevas nupcias.
3.3.3. Otras ofensas a la dignidad del matrimonio: *La poligamia (uno hombre unido con varias mujeres). *La poliandria (una mujer unida con varios hombres). *El incesto (es la relación carnal entre parientes de los grados en que esta prohibido el matrimonio). *Los abusos sexuales (perpetuados por adultos en niños o adolecentes confiados a su guarda). *Uníón libre (hay uníón libre cuando el hombre y la mujer se niegan a dar forma jurídica y publica a una uníón que implica la intimidad sexual).
Exige el respeto del destino universal de los bienes y del derecho a la propiedad privada. Por otra parte prohíbe tomar o retener el bien del prójimo injustamente y perjudicar de cualquier manera al prójimo en sus bienes.
La apropiación de bienes es legítima para garantizar la libertad y dignidad de las personas, para ayudar a cada uno a atender sus necesidades fundamentales y las necesidades de los que están a su cargo.
El derecho a la propiedad privada, adquirida por el trabajo o recibida de otro por herencia o por regalo, no anula la donación original de la Tierra al conjunto de la humanidad.
Por efecto del pecado original el hombre puede tender excesiva y desordenadamente hacia lo material. Se pide al cristiano que este habitualmente desasido de los bienes terrenos, sabiendo prescindir de lo superfluo, y, en lo necesario, poner también la debida moderación empleando las cosas rectamente.
Se comete hurto cuando se toman ocultamente los bienes ajenos, pero si se realiza con violencia en las cosas o en las personas se denomina robo. También peca contra la justicia quien comete fraude, que ocurre cuando priva a otro de lo suyo con engaño. La usura se da cuando se reclama mayor interés del lícito por la cantidad prestada. También peca contra la justicia quien incumple un contrato o acuerdo de negocios, si causa perjuicio a la otra parte.
La gravedad de la materia de estas culpas se mide por la importancia objetiva de lo que se quita o se daña. Pero esta gravedad no se ha de medir por una cantidad absolutamente igual para todos, sino relativa al prójimo perjudicado y a las circunstancias en que se encuentra
3.2.1. Extrema necesidad: En extrema necesidad es licito y hasta obligatorio tomar de los bienes ajenos lo necesario para liberarse de ella.
En virtud de la justicia conmutativa, la reparación de la injusticia cometida exige la restitución del bien robado a su propietario.
Una definición de veracidad podría ser: La virtud que nos inclina a expresar siempre y con fidelidad lo que pensamos o creemos y a manifestarnos al exterior tal como somos interiormente, evitando la simulación, la duplicidad y la hipocresía.
El deber de los cristianos de tomar parte en la vida de la Iglesia los impulsa a actuar como testigos del Evangelio y de las obligaciones que de el se derivan. Este testimonio es transmisión de la fe en palabras y obras. El testimonio es un acto de justicia que establece o da a conocer la verdad.
Etimológicamente procede del latín y significa, ir en contra de la mente, o sea, expresar lo contrario de lo que se piensa o se tiene por cierto.
3.1.1. Clasificación: La mentira jocosa, por ser generalmente intrascendente, no constituye falta. Es oficiosa cuando se dice en beneficio propio o de otra persona. Es dañosa cuando perjudica al prójimo o sus intereses. La mentira jocosa y oficiosa no suelen pasar del pecado venial, pero la dañosa puede constituir fácilmente un pecado mortal.
A) Simulación: es el modo artificioso de encubrir las intenciones, haciendo creer algo distinto de lo que se piensa o propone.
B) Jactancia: es una forma de mentir que consiste en atribuirse excelencias, que no se poseen o en elevarse sobre lo que uno es.
Tipos de hipocresía: *El que siendo pecador, se presenta como santo. *El que se elogia a si mismo por acciones que no hace. *El que hace obras buenas con el único fin de obtener elogio de los demás. *El que se atribuye defectos o malos actos pidiendo perdón por ellos, para que se lo considere adornado con la virtud de la humildad.
E) Adulación: consiste en una alabanza desmedida del prójimo, hecha para granjearse la simpatía o para obtener un beneficio.
F) El espíritu de discordia: es el ánimo habitualmente áspero y duro, siempre inclinado a la contradicción, a oponerse y manifestarse disconforme con lo que debiera ser objeto de aprobación y de encomio.
Es un tipo de mentira por ocultamiento de la verdad que se dice o se hace para daño del prójimo.
El que viola un secreto no miente, dice la verdad, pero la dice de modo indebido, extendíéndola fuera de los justos limites en los que debería permanecer.
3.3.1. Ocultación de la verdad y secreto: En algunos casos es obligatorio mantener esta natural reserva. No se puede revelar sin causa grave algo conocido de otra persona, y cuya manifestación le causaría un daño. Esto se llama secreto natural.
Con mayor razón que en el secreto natural existe el grave deber de guardar el secreto profesional (las verdades sobre las personas que se conocen por razón de la propia profesión).
El mayor secreto de todos los confiados afecta al sacerdote en el desempeño de su ministerio, como director espiritual (secreto de conciencia) o como confesor (sigilo sacramental).
Se entiende por fama la opinión buena o mala que se tiene comúnmente de una persona. El honor es el testimonio de excelencia de alguien. Se puede hacer de tres maneras; con palabras, con hechos o con cosas.
DOS TIPOS DE Difamación: -detracción o murmuración (cuando alguien revela pecados o defectos en el prójimo), -calumnia (cuando alguien atribuye exteriormente al prójimo pecados o defectos falsos).
La sociedad tiene derecho a una información fundada en la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad. Es preciso imponer moderación y disciplina en el uso de estos medios.
El Señor enseña el camino de la virtud, en este caso de la castidad, que se decide desde el interior de la persona. La castidad debe ser vivida desde la intimidad de la conciencia al ámbito corporal.
Mediante la pureza de intención que consiste en buscar el fin verdadero del hombre con una mirada limpia, el bautizado se afana por encontrar y realizar en todo la voluntad de Dios.
A) Complacencia morosa: consiste en la representación imaginaria de un acto pecaminoso como si se estuviera realizando.
B) El mal deseo: es la apetencia de un acto malo con animo de cometerlo. Es considerado eficaz cuando hay intención o propósito absoluto de ejecutar una cosa mala cuando se presente el momento oportuno; o ineficaz si no se tiene intención de ejecutarlo.
C) El gozo pecaminoso: este pecado consiste en la complacencia deliberada en una acción mala ya realizada por uno mismo o por otros.
Prohíbe la codicia del bien ajeno, raíz del hurto, de la rapiña y del fraude. El desorden moral nos lleva a codiciar injustamente lo que no es nuestro ni pertenece.
Prohíbe la avaricia que es el apetito desordenado de los bienes exteriores. Prohíbe también el deseo desordenado nacido de la pasión inmoderada por las riquezas y por su poder.