Portada » Latín » Historia de Roma: Fundación, Reino, Guerras y Conspiraciones
Rómulo, fundada la ciudad, a la que llamó Roma de nombre, recibió a una multitud de los pueblos cercanos en su ciudad, eligió a cien de los más mayores, a los que llamó senadores a causa de su edad. Entonces, como/ya que él mismo y su pueblo no tenían esposas, invitó a un espectáculo en su ciudad a las naciones vecinas a la ciudad de Roma y raptó a las muchachas de estas.
Luego, Prisco Tarquinio recibió el reino. Este duplicó el número de senadores, construyó el Circo de Roma, organizó/instituyó los juegos romanos, los cuales permanecen en nuestra memoria. Venció igualmente también a los sabinos y entró el primero triunfante en la ciudad. Hizo muros y cloacas, y empezó el Capitolio. Al trigésimo octavo año de su gobierno, fue asesinado por los hijos de Anco, de su rey, al que él mismo había sucedido.
Pues, cuando su hijo violó a Lucrecia, la esposa de Colatino, la mujer más noble y casta y ella se quejó de esta injuria a su marido, a su padre y a sus amigos, a la vista de todos se suicidó. Por este motivo, Bruto incitó al pueblo y le arrebató a Tarquinio el poder. Así, en Roma se reinó por siete reyes (Roma fue reinada por siete reyes) durante doscientos cuarenta y tres años.
De ahí los cónsules comenzaron, dos en vez de un rey, creados por este motivo para que, si uno fuera malo, el otro lo detuviese. Y se acordó que (ellos) no tuvieran el poder más de un año. Por tanto, fueron en el primer año desde los reyes expulsados cónsules Lucio Junio Bruto y Tarquinio Colatino, marido de Lucrecia.
Aníbal, habiendo dejado a su hermano Asdrúbal en Hispania, cruza el Pirineo. Abrió los Alpes para sí mismo (Se abrió paso/tuvo acceso), todavía por esta parte intransitables. Se cuenta/se dice QUE había conducido hasta Italia ochenta mil soldados de infantería, diez mil jinetes, y treinta y siete elefantes. Entre tanto, muchos ligures y galos se unieron/se aliaron con Aníbal. Sempronio Graco trajo de Sicilia a Arimino el ejército.
Publio Cornelio Escipión se encuentra primero con Aníbal. Habiendo comenzado la batalla, habiendo huido los suyos (otra: tras haber comenzado la batalla; cuando había comenzado la batalla, etc.), él mismo regresó herido al campamento. Sempronio Graco también en persona luchó junto al río Trebia. Él también fue vencido. Muchos se rindieron en Italia a Aníbal. Desde allí hasta a Tuscia viniendo, Aníbal se encuentra con el cónsul Flaminio. Mató al mismo Flaminio; veinticinco mil de los romanos fueron asesinados, el resto huyeron.
Después de esta lucha, muchas ciudades de Italia, las cuales habían obedecido a los romanos, se cambiaron (al bando de) a Aníbal. Aníbal prometió a los romanos que liberaría a los rehenes, y se respondió por el senado que esos civiles no eran necesarios… Él mató a todos después con diferentes torturas y envió a Cartago tres modios de anillos de oro, los cuales había arrancado de las manos de los caballeros romanos, de los senadores y soldados.
Durante el décimo año después que Aníbal había llegado a Italia, siendo cónsules Publio Sulpicio y Cornelio Fulvio, Aníbal llegó/se acercó hasta cuatro millas de la ciudad, y sus jinetes hasta la puerta/entrada. Luego, por el miedo de los cónsules que venían con el ejército, Aníbal se resguardó/se retiró hacia Campania. En Hispania los Escipiones, que había sido vencedores durante muchos años, fueron ambos asesinados por su hermano Hasdrubal, pero el ejército quedó intacto.
En el décimo cuarto año después que Aníbal había llegado a Italia, Escipión, quien muchas cosas bien había hecho en Hispania, fue hecho cónsul y enviado a África… Él en África lucha contra Hanón, general de los afros; acaba con su ejército… captura a Sifax, rey de Numidia, que se había unido a los afros, y devasta su campamento. Sifax es enviado a Roma por Escipión junto a los númidas más nobles e innumerables despojos. Escuchado este asunto, casi toda Italia abandonó a Aníbal.
Entretanto, una batalla fue preparada por ambos generales… Escipión regresó vencedor… Después de este enfrentamiento la paz fue hecha con los cartagineses. Escipión regresó a Roma, triunfó con una ingente gloria y por ellos/a partir de ello fue llamado “el Africano”. La segunda guerra púnica terminó después de diecinueve años.
Luego el cónsul Quinto Pompeyo, vencido por los numantinos/por los de Numancia, la cual fue la ciudad más rica de Hispania, hizo una paz vergonzosa. Después de él, el cónsul Cayo Hostilio Mancino de nuevo hizo una paz infame con los numantinos… así pues, después de tanta infamia, Publio Escipión “el Africano” fue nombrado por segunda vez cónsul y fue enviado a Numancia… Finalmente venció a la misma Numancia cercada durante mucho tiempo por el hambre.
En tercer lugar, fue enviado Quinto Cecilio Metelo… venció a Yugurta en varias batallas, exterminó o capturó a sus elefantes, tomó muchas de sus ciudades por rendición… A este le sucedió Mario (este fue sucedido por Mario). Él superó igualmente a Yugurta y a Boco, rey de Mauritania, que había empezado a traer ayuda a Yugurta. También él tomó otras tantas ciudades de Numidia y puso término a la guerra cuando Yugurta fue capturado… Se realizaron también dos triunfos sobre Yugurta, el primero por Metelo, el segundo por Mario. Antes de la llegada de Mario, Yugurta junto a sus dos hijos es conducido encadenado y luego, por orden del cónsul, fue estrangulado en la cárcel.
Siendo cónsules Marco Emilio Lépido y Quinto Catulo, cuando Sila había organizado el Estado/la república, surgieron nuevas guerras. Pues Sertorio, quien había sido partidario de Mario, temiendo la fortuna del resto que habían sido asesinados, instigó/movió/incitó a las Hispanias a la guerra. Finalmente, al octavo año, fue asesinado por los suyos.
Viriato fue asesinado por los suyos cuando contra los romanos había incitado a las Hispanias durante catorce años. Primero fue pastor, luego jefe de los ladrones, finalmente instigó a tantos pueblos a la guerra, de tal manera que fue considerado como el libertador de Hispania contra los romanos. Y cuando pidieron sus asesinos la recompensa al cónsul Cepión, respondió que nunca a los romanos les había agradado que los generales fueran asesinados por sus soldados.
Siendo cónsules Marco Tulio Cicerón, el orador, y Cayo Antonio, en el año 689 desde la fundación de la ciudad, Lucio Sergio Catilina, un hombre de familia nobilísima, pero del carácter más perverso, se conjuró para destruir la patria junto a algunos hombres ilustres, pero osados. Fue expulsado de la ciudad por Cicerón. Sus aliados, encerrados en la cárcel, fueron estrangulados. El mismo Catilina fue vencido en la batalla por Antonio, el otro cónsul, y asesinado.