Portada » Español » Historia de la poesía española del siglo XX
En la década de los 40 aparecen dos tendencias, “arraigados” y “desarraigados” denominadas así por Dámaso Alonso. La poesía arraigada está próxima al régimen. Sus poetas se dan a conocer en dos revistas, Garcilaso y Escorial, utilizan formas clásicas, sobre todo el soneto, y se inspiran en Garcilaso de la Vega y los clásicos españoles. Los poetas de esta corriente -también llamados garcilasistas- más importantes son Luis Rosales, Dionisio Ridruejo, Leopoldo Panero y Luis Felipe Vivanco.
Por el contrario, la poesía desarraigada habla sobre preocupaciones existenciales y expresa el malestar, el vacío y la angustia vital con un lenguaje directo y desgarrado empleando el verso libre. Publican en la revista Espadaña y Proel. La obra clave de esta corriente es Hijos de la ira de Dámaso Alonso (1944).
Otras corrientes minoritarias fueron:
La década de los 50 es la década de la poesía social; la poesía se implica en los problemas del mundo que rodean a los seres humanos y antepone la denuncia social a lo estético. Esta corriente se inscribe en el Neorrealismo que domina en el arte occidental durante esos años y utiliza un lenguaje claro y sencillo, casi coloquial. Los poetas sociales más importantes son:
Durante los años 60 los jóvenes poetas del grupo de los 50, también conocidos como “promoción del 55” o “los niños de la guerra”, serán los encargados de dar el salto de la poesía social a la poesía de la experiencia o poesía del conocimiento. Son poetas que no desprecian la realidad, pero van dando paso a la subjetividad y a la expresión de experiencias personales. Se alejan del tono áspero y prosaico de la poesía social y cuidan más el lenguaje. Los libros fundamentales que dan el giro a una poesía que abandona lo social son:
En 1970 se publica la antología de José María Castellet Nueve novísimos poetas españoles en la que se dan a conocer un grupo de poetas jóvenes de la generación de 1968. Nacidos entre 1940 y 1950, están marcados por las revueltas estudiantiles del mayo francés de 1968. Empiezan a publicar a finales de los 60 y principios de los 70. Muestran influencias nuevas como la poesía hispanoamericana y de los simbolistas franceses, la música pop, el deporte, el cine, la publicidad, etc. Está en ellos el germen de todas las corrientes de la poesía española hasta finales del siglo XX y que ya se habían dado de una u otra manera a lo largo del siglo y muy especialmente en la generación del 27:
Los autores más destacados son Pere Gimferrer, Manuel Vázquez Montalbán y Leopoldo María Panero.
A partir de los años 80 surge la que se ha dado en llamar generación de la democracia. Sus modelos son la generación del 27, sobre todo Luis Cernuda, y los autores de los 60, especialmente Gil de Biedma y José Ángel Valente; utilizan un lenguaje coloquial y narrativo mediante estrofas clásicas con un tono humorístico y paródico para tratar temas subjetivos, relacionados con su propia experiencia como el paso del tiempo, los conflictos personales, la vida urbana… Se imponen dos tendencias principales: