Portada » Música » Historia de la música vocal
Los gitanos entraron en el Siglo XVI en Andalucía, y a partir de las diversas tradiciones musicales forjaron algo completamente nuevo: el cante flamenco.
Entre los siglos 15 y 18, la palabra gitano es sinónimo de marginación.
Los cantes esforzaron en los hogares, las bodas y los bautizos, y ahí seguirán hasta la aparición de los llamados cafés cantantes. Gracias a los cafés cantantes, el flamenco puede abrirse al público y ganar presencia y difusión, además de permitir el surgimiento de cantaores profesionales.
A mediados de la década de 1920, los cafés cantantes empezaron a cerrar sus puertas. Los artistas flamencos empezaban a ofrecer sus espectáculos en teatros y plazas de toros bajo el nombre de ópera flamenca.
Después de la Guerra Civil, el régimen franquista desconfío del mundo del flamenco, pero al cabo de unos años lo aceptó como manifestación cultural y el flamenco se convirtió en uno de los símbolos de la identidad española. A mediados de la década de 1960 empezaron aparecer cantaores que se opónían al régimen con letras reivindicativas.
En la década de 1970, la sociedad española estaba más influida por estilos musicales extranjeros, como el pop y el rock. Algunas colaboraciones fueron particularmente creativas.
En la década de 1980 surgíó una nueva generación de artistas bajo la etiqueta del nuevo flamenco, más interesados en la música popular que las formas flamencas.
En la actualidad, conviven la fusión el flamenco más clásico. Algunos cantaores actuales mantienen viva la tradición del flamenco abríéndose a nuevas influencias.
Las palmas son uno de los signos distintivos del flamenco. Tienen que llevar el compás, acompañar las letras y la respuesta al tanto al baile.
El guitarrista que acompaña al cante debe conocer los palos y la música que corresponde a cada uno, pero también donde acelerar o retardar el tiempo, donde rematarlo, etc. Su función es introducir la tonalidad y el tiempo, contestar convenientemente al cantaor, tocar variaciones entre los diferentes cantes y alguna falseta a modo de interludio.
El flamenco tradicional tiene estructuras que permiten que cantaores, guitarristas y bailaora se entienden sin haber enseñado: los patrones melódicos del cante, los acordes de la guitarra, los ritmos de los palos y la manera de cantar las letras
Y la estructura del cante flamenco es:
introducción de la guitarra, que marcar tiempo en la tonalidad.
Salida: el cantador tempra la voz y entona los quejidos propios de cada estilo.
Cante de preparación: en el primer cante el cantaor se adapta al palo y en torno a la primera copla en un tono medio.
Cante valiente: el cantaor realiza cantes de mayor elaboración sin tomar aire entre uno y otro y cantando toda la frase de un tirón.
Remate: en el último tercio se suele hacer el tiempo y se cambia el tono mayor para expresar claramente a la conclusión.
Un intervalo es la distancia entre dos notas. El nombre del intervalo se obtiene contando el número de grados desde la primera nota. Según la dirección de las notas si súbelos y bajan el intervalo es ascendente o descendente.
Los intervalos son la base de la melodía, y nos permiten construir escalas y acordes.
Los intervalos en los que las notas suenan sucesivamente se llaman intervalos melódicos, y los intervalos en los que las notas suenan simultáneamente se llaman intervalos armónicos.
Si dos notas que suenan simultáneamente forman un intervalo armónico, tres o más que suenan a la vez forman un acorde.
Un acorde se construye superponiendo terceras. Una cortada de tres notas distintas recibe el nombre de triada. Una triada será mayor si a la fundamentarse en el súper pone una tercera mayor y una quinta justa.
Una triada será menos si a la fundamental se le supone una tercera menor y una quinta justa.
Si añadimos una tercera a un acorde triada obtendremos una corte cuatriada, formado por cuatro notas distintas.
la fundamental, decidimos con acorde está en estado fundamental.
La tercera, el acorde está en primera inversión.
La quinta, el acuerdo está en segunda inversión.
La séptima, el acorde está en tercera inversión.
El Barroco busca la intensidad emocional y el dramatismo, y para ello se vale de la ornamentación y el contraste de texturas, intensidades, timbres, dinámicas y tiempos. En contraposición al orden y equilibrio renacentistas, las obras vocales del Barroco tienen un templo marcado y una armónía con mayor conclusión de disonancias.
El Barroco también se consolida el concepto de jerarquía de las voces y se centra la atención musical y la expresión en la voz superior o aguda, que interpreta la melodía principal y cobra protagonismo, mientras que las voces más graves conduce la armónía. Este esquema jerárquico se denomina melodía acompañada.
Las voces agudas suelen ser cantadas por niños que todavía no has experimentado el cambio de voz o por Fall se distas, pero la voz más apreciadas son las de los castrati: hombres que conservan la tesitura aguda de la voz de un niño. Los castrati eran las grandes estrellas del escenario, los divos. Sus voces, dulces y potentes, sus increíbles tesitura, y sus sombras de técnica provocaba la admiración del público.
Después de la subordinación de las voces que los instrumentos estuvieron durante el Renacimiento, la orquesta barroca adquiríó mayor importancia y desempeñó un papel fundamental.
Los géneros vocales más destacados del Barroco son para cantantes solistas, coro y orquesta: la ópera, el oratorio, la pasión y la cantata.
Alrededor de 1600 se intenta revivir la tragedia griega clásica, gran parte de la cual era cantada. Así nace la ópera. La ópera es un género musical escénico, que parte de un texto o libreto de carácter profano. Es el espectáculo favorito del Barroco y seguirá siendo durante cuatro siglos uno de los géneros más populares gracias a la uníón de las artes que participan: música, literatura, ballet, artes plásticas, etc.
La ópera consta de los siguientes elementos:
Obertura: pieza orquestal que inicia el espectáculo.
Recitativo: tipo de canto declamado que sigue las inflexiones del texto.
Árías y duetos: composiciones vocales de carácter melódico y lírico, con acompañamiento instrumental.
Coro: pieza polifónica interpretada por un grupo de cantantes.
Ballet: pieza instrumental compuesta para ser bailada.
El oratorio y la pasión son composiciones de carácter narrativo y tema religioso escritas para solistas, coro y acompañamiento instrumental. Incluyen recitativos, Arias, dúos, coros y secciones instrumentales. No están destinadas a la liturgia y se interpretan en verso de concierto, sin escenificación ni vestuario. El oratorio tiene una trama basada en algún tema de religión cristiana, y la pasión narra la historia de la pasión de Cristo.
La cantata contiene los mismos elementos, pero no narra una historia. Además, puede ser de tema religioso o profano.
Hasta el Barroco, la música instrumental había sido un género menor, pero en el Siglo XVII se producen muchos avances técnicos en la construcción de instrumentos y la música instrumental adquiere mayor importancia. La música se tocaba en los palacios de los nobles, y los músicos y compositores de la corte formaban parte del personal doméstico. Nace la orquesta, un conjunto de instrumentos organizados por familias: cuerda, viento y percusión. Aunque tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la ópera, se convirtió en una agrupación independiente que interpretaba música instrumental.
La base de la orquesta se constituyen los instrumentos de cuerda, que se perfeccionan en esta época gracias al arte de los luthiers, entre los que destacan dos familias italianas: los Amati y los Stradivarius El clavecín o clave, el violín, la flauta de pico y Traverso, en la web y el órgano son los instrumentos más importantes.
La principales carácterísticas de la música instrumental barroca son:
El contraste: de intensidad, de tiempo y de timbre. Los compositores se valen de los contrastes para introducir en el oyente determinados afectos o emociones y expresar pasiones del alma.
La incorporación del bajo continuo: en la base armónica grave que sustenta la melodía ininterrumpidamente. Un instrumento de cuerda o viento toca el bajo y un instrumento de teclado proporciona la armónía.
El empleo de texturas homofónica, polifonía contrapuntística y melodía acompañada.
El importante papel de la improvisación: la partitura no debía seguirse al pie de la letra.
Las más importantes son la sonata, la suite, el concierto y la fuga. El término sonata describe un tipo de obra de carácter instrumental, para ser sonada por oposición a la cantata. La suite es una obra musical compuesta de movimientos breves y de distinto carácter basados en danzas barrocas. Puede ser escrita para instrumentos solistas, para formaciones de cámaras o para orquesta.
El concierto consta de tres movimientos que contrastan el carácter y el tiempo. Hay dos tipos de concierto: el concierto solista, en el que solo lo interpreta un instrumento, y el concierto grosso, escrito para un pequeño grupo de solistas y orquesta, que dialogan entre sí. La fuga es una forma musical polifónica, de un solo movimiento, formada por el contrapunto entre varias voces de igual importancia. El término procede del latín y significa huida, porque parece que las voces se persigan y usan unas de otras. La fuga es el máximo exponente de la técnica y la estética barroca. Aunque hay fugas para todas las formaciones instrumentales, la mayoría son para teclado. La fuga se inicia con la exposición del sujeto, el tema principal del que deriva toda la fuga. Las demás voces se van incorporando sucesivamente a diferentes alturas. Otros elementos de la fuga son la respuesta o el contra sujeto, un motivo que acompaña al sujeto a la respuesta.