Portada » Español » Historia de la Literatura Española: Desde el Modernismo hasta la Actualidad
Se mostró antiburgués, su repulsa al liberalismo lo llevó a ensalzar los viejos valores de aquella sociedad rural arcaizante. En 1915 dará un giro radical, desde posiciones revolucionarias. Las etapas de su teatro fueron:
(Cercano al modernista, El marqués de Bradomín).
(Carácter crepuscular y expreso el fin de una civilización, un modo de ver la vida: la vieja aristocracia es sustituida por la burguesía, pero esta nueva clase ha heredado los vicios de la antigua clase dominante y ninguna de sus virtudes, dando lugar a la violencia, irracionalidad y avaricia, Comedias bárbaras.)
(Tradición teatral clásica y recrea ambientes y motivos literariamente tópicos pero distanciándose de personajes y situaciones, tendencia a la caricatura, lo grotesco y la parodia, La marquesa Rosalinda)
(Obra dramática, Luces de bohemia, los principales procedimientos que emplea son estos: deformación continua y constante de la realidad y utiliza lo grotesco, contrastes y reducciones al absurdo, presentación de lo normal como algo extraordinario, presencia de la muerte, recursos deformantes, caricaturización, animalización, personificación, muñequización y cosificación).
Participan autores nuevos Vargas Llosa, Cortázar y Lezama Lima. Se pueden señalar una serie de características comunes a las novelas de esta época, son estas:
La guerra civil supuso un corte profundo en la trayectoria de nuestro teatro, al terminar la contienda algunos dramaturgos habían muerto, otros estaban en el exilio, son muy frecuente comedias extranjeras. Para este público burgués se monta un teatro deleznable, con vaudevilles y revistas. En este terreno el cine lleva ventaja y su auge es una razón más de la crisis del teatro: muchos teatros se transforman en salas de cine. Cuentan con obras de escaso valor, se caracterizan por la alternación de escenas cómicas y sentimentales, ambientes acomodados, temas como los celos, infidelidades o asuntos matrimoniales. Poncela posee ya en los cuarenta un teatro que no sigue los moldes teatrales dominantes y persiste con su deseo anterior a la Guerra de renovar la escena. Sus obras fueron Eloísa está debajo de un almendro, Los ladrones somos gente honrada. Es de especial interés el teatro de ensueño o poético, es un teatro en prosa poética con rasgos de procedencia burlesca, farsa fantástica, sainete o teatro de evasión. El escritor más representativo es Alejandro Casona, con obras como Prohibido suicidarse en primavera.
Una serie de autores continúan la línea crítica de Vallejo y Sastre y lejos del teatro de Benavente, sobresalen Lauro Olmo con La camisa que critica a la burguesía, Martín Recuerda ganó un premio Lope de Vega con El teatrito de don Ramón, Antonio Gala con un teatro simbólico en una obra como Los verdes campos del edén, ganó un premio Calderón de la Barca. En una vertiente mucho más rompedora desde el punto de vista formal, destacamos a Francisco Nieva, es un dramaturgo y director de teatro, su afán lo lleva a inspirarse en el teatro surrealista y en la tradición satírica española de Valle-Inclán y Quevedo, aparece en comedias como El fandango asombroso. Aparecieron diversos grupos teatrales que representan lo más innovador de la escena española: Els Joglars, Els Comediants, Fura dels Baus, La cubana o La cuadra.
No practican una poesía comprometida, es una poesía de evasión. Los poetas se refugian en el intimismo, la fe y el amor. Son poetas que se preocuparán también por la forma, buscando la sencillez e inspirándose en poetas de siglos anteriores. Hacen uso de estrofas tradicionales, como el soneto, tratan de reflejar la experiencia diaria y una búsqueda constante de Dios. Destacan José García Nieto, Luis Rosales, Leopoldo Panero y Dionisio Ridruejo. En 1944 surge la ruptura, con la publicación de Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, supone esta obra una fuerte innovación temática y técnica con respecto a la tendencia oficial dominante. Representa la angustia del hombre que sufre las consecuencias de la guerra. Es una poesía tremendista, en un mundo caótico invadido por la angustia, pretende ser una poesía comprometida. Aparece la queja de Dios por su pasividad, es innovadora, no sigue la métrica y versificación tradicional. Otro poeta importante es Eugenio de Nora, que cultiva una poesía existencial con obras como Amor prometido, Cantos al destino. La poesía de Nora se ocupa del amor, la muerte, dios y la soledad, manteniéndose al margen del tremendismo.
Aparece un grupo de poetas con un ideal estético innovador y experimental. Son los novísimos:
Su figura más relevante es Agustín Delgado, que propone una poesía dialéctica en la línea de Bertolt Brecht y con otras influencias como Cernuda. Se crea una polémica entre novísimos y leoneses.
La nota central de estos poetas es su postura antirrealista, vuelve los ojos hacia la simbolización y la subjetividad poéticas. Esta actitud exigía la sistematización de un nuevo universo mítico, que los jóvenes compusieron con elementos procedentes del mundo culturalista. Por medio del culturalismo el poeta trata de ocultar su yo a través de la referencia a una realidad artística en la que encuentra reflejo a su espíritu mediante la expresión a través de un personaje cultural. El carácter decadente mostraba dicha estética que provocó la crítica de quienes entendieron que esta poesía era un producto burgués y neocapitalista. En la búsqueda de una nueva subjetividad trataron de evitar la caída en el viejo confesionalismo romántico. La escritura es solo un ingrediente más de la vida, no supone ni salvación, ni catarsis, ni razón de ser vital. Existe la constancia de la inutilidad del arte, por su incapacidad para vertebrar una interpretación trascendentalizadora de la vida. Quebrada la congruencia entre poesía y mundo, el escritor se desenvuelve en el ámbito del lenguaje que termina por ser la única justificación de la creación artística. Su escepticismo acerca de las posibilidades del poema para entender e interpretar el mundo adopta con frecuencia un estilo sincopado y discontinuo. En la línea del hermetismo y del rechazo de la transparencia lógica hay que contar con el alejamiento de las estructuras versales y estróficas tradicionales. La supresión de signos de puntuación, reflexión metapoética. Se sintieron atraídos por el arte camp, que basa su atractivo en el humor, la ironía y la exageración para huir de la realidad.
Tiene su origen el grupo de los tres. Baroja, Maeztu, Azorín, Unamuno, Antonio Machado y Valle-Inclán. Coincidirá con el grupo de los modernistas, a lo que se unen en algunos aspectos y de los que se separan estética e ideológicamente. En los rasgos comunes destaca su rebelión contra el aburguesamiento, los tonos radicales y críticos, el creer en la imagen y el pensamiento, influenciados por los filósofos antes citados y de la tendencia decadentista francesa. Hay rasgos diferenciadores entre Modernismo y la generación del 98:
Comienza a surgir una nueva generación de escritores con una sensibilidad distinta y unos enfoques intelectuales más rigurosos que los hombres del 98. Aunque la segunda década del siglo continúa, con tendencias anteriores, aparecen ya figuras que intentan renovar la novela. Sobresale Gabriel Miró con la novela lírica y Ramón Pérez de Ayala con la novela intelectual.
De influencia modernista, con ambientes decadentes, tono melancólico, personajes abúlicos e inadaptados, atmósfera sensual y algo de erotismo, es su primer etapa, en la que sobresale Las cerezas del cementerio. Su segunda etapa se caracteriza por la búsqueda de la perfección formal y en ella lo importante son las minuciosas descripciones de sensaciones y ambientes, pues la acción es mínima, escribió Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso.
De orientación krausita y liberal escribe poesía, novela y ensayo.
Donde escribió Tinieblas en las cumbres, La pata de la raposa y Troteras y danzaderas.
Donde se les llamó novelas intelectuales, donde destacan Belarmino y Apolino, El curandero de su honra.
Pobreza literaria notable, notable cambio estético, desaparece la novela de izquierdas, vuelve el realismo y el costumbrismo, aparece el realismo extremo y violencia. Novelas de ideología falangista, conservadora y católica.
Panorama desolador de la existencia y hechos desagradables o repulsivos. “La familia de Pascual Duarte” de Cela, “La sombra del ciprés es alargada” de Delibes, “Nada” de Laforet. Temas: soledad, inadaptación, frustración o muerte. Personajes marginales, violentos y oprimidos.
Reaparece la tradición picaresca con la obra de Cela “Nuevas andanzas y desventajas del Lazarillo de Tormes” destacando los antivalores de la sociedad de la época. Las obras eran supervisadas por el Estado.
Muestran escenarios extranjeros y se basan en el pasado del Antiguo Régimen, ofreciendo una visión optimista de la sociedad actual. Agustí, del bando vencedor destaca la decadencia de la gran burguesía catalana. Obras: “Mariano Rebull” y “El viudo Ríus”.
En 1969, cambia el gobierno y Juan Carlos es el príncipe heredero. El país comienza a liberarse y un futuro revolucionario. Esta revolución, literalmente se relativa con la novela de memoria, los cuales tienen el deseo de evadirse.
Nace con el deseo de una nueva era, tras la muerte de Franco. Se caracterizan por el diálogo. Novelas como “Retahílas” de Gaite, “Recuento” de Goytisolo y “Oficio de tinieblas” de Cela. Destaca el diálogo, la autocrítica y la fantasía.