Portada » Historia » Historia de la Iglesia Católica: Desde San Francisco de Asís hasta la Madre Teresa de Calcuta
Giovanni di Bernardone, conocido como Francisco de Asís, nació en 1183 en Asís, Italia. Su padre era un próspero comerciante. Francisco disfrutaba de una vida acomodada, pero no le interesaban ni los negocios ni los estudios, solo buscaba la diversión.
En 1202, durante una guerra, fue hecho prisionero y encarcelado. Enfermó durante su cautiverio y experimentó una profunda transformación espiritual. Un encuentro con un leproso, a quien besó y dio limosna, marcó un punto de inflexión en su vida. Francisco sintió el llamado de Jesús a vivir como los pobres y entregarse a los demás.
Francisco comenzó a dedicar su vida a la oración y al servicio de los pobres y enfermos. Pronto, otros se unieron a él, atraídos por su santidad y su mensaje. Juntos, predicaron el Evangelio y vivieron en pobreza y fraternidad. En 1209, el Papa Inocencio III aprobó su forma de vida, dando origen a la Orden Franciscana.
Francisco solo llegó a ser diácono, considerándose indigno del sacerdocio. La orden creció rápidamente, distinguiéndose por su servicio a los demás. En 1212, Clara, una amiga de Francisco, fundó la Orden de las Clarisas.
Enfermo y ciego, Francisco compuso el famoso «Cántico de las Criaturas». Murió el 3 de octubre de 1226, a los 45 años.
El siglo XII fue una época de grandes cambios en Europa. Las Cruzadas, el crecimiento demográfico y el comercio impulsaron el desarrollo de las ciudades y la prosperidad económica. Surgió una nueva clase social, la burguesía, compuesta por comerciantes y artesanos.
La Iglesia Católica se vio afectada por el auge económico. Algunos monasterios se enriquecieron y sus líderes se preocuparon más por el poder y la riqueza que por el Evangelio. Surgieron movimientos que pedían una vuelta a la esencia del cristianismo.
Durante la Alta Edad Media, los monasterios benedictinos desempeñaron un papel crucial en la vida religiosa, social y cultural. Sin embargo, con el tiempo, algunos cayeron en abusos de poder y riqueza. En los siglos X y XI, surgieron dos movimientos de reforma:
En el siglo XIII, el crecimiento de las ciudades y la expansión de las herejías crearon nuevos desafíos para la Iglesia. Surgieron las órdenes mendicantes, inspiradas por hombres como Santo Domingo de Guzmán (fundador de la Orden de los Dominicos) y San Francisco de Asís (fundador de la Orden de los Hermanos Menores o Franciscanos).
Los frailes mendicantes vivían en pobreza, dedicándose a la predicación, el trabajo intelectual y el servicio a los pobres. Otras órdenes mendicantes incluyen a los Agustinos y los Carmelitas.
Las peregrinaciones, viajes religiosos a lugares sagrados, se extendieron por toda Europa. Los destinos más populares eran Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela. El Camino de Santiago, en particular, adquirió gran importancia a partir del siglo IX. Se establecieron rutas y se construyeron albergues, hospitales, monasterios e iglesias para atender a los peregrinos.
La expansión del Islam en el siglo XI dificultó el comercio y las peregrinaciones a Tierra Santa. Papas y reyes cristianos organizaron expediciones militares, conocidas como Cruzadas, para recuperar Jerusalén. Entre 1095 y 1270, se llevaron a cabo ocho Cruzadas. Aunque militarmente fueron un fracaso, fortalecieron el poder del Papa y abrieron nuevas rutas comerciales.
Las diferencias políticas, culturales y religiosas entre la Iglesia latina y la griega llevaron a la ruptura en 1054. El Papa León IX y el Patriarca de Constantinopla se excomulgaron mutuamente, dando origen a la Iglesia Ortodoxa. En 1964, el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras se encontraron en Jerusalén y levantaron las excomuniones, dando un primer paso hacia la reconciliación.
En el siglo XIV, la elección de dos Papas rivales, uno en Roma y otro en Aviñón, dividió a la cristiandad. El Cisma de Occidente se resolvió finalmente en el Concilio de Constanza (1414-1418), con la elección de un nuevo Papa.
El estilo gótico en la arquitectura se caracterizó por la luz, la verticalidad y la búsqueda de la elevación espiritual. Destacan las catedrales de León, Burgos y Toledo en España. El gótico evolucionó del románico, pero con un espíritu diferente, reflejando el gusto por lo real y lo sensorial de la burguesía.
La Iglesia impulsó la cultura cristiana en la Edad Media. Junto a los monasterios y catedrales, surgieron escuelas. Hacia el año 1200, se fundaron las primeras universidades, como las de Palencia y Salamanca.
El canto gregoriano, un canto religioso con letras de los Salmos y otros textos bíblicos, se originó en la Edad Media. Se cantaba en latín y su nombre proviene del Papa Gregorio I, quien reorganizó la liturgia y la música religiosa. Actualmente, se sigue cantando en monasterios y celebraciones solemnes.
Las reducciones jesuíticas del Paraguay fueron comunidades fundadas por misioneros jesuitas en el siglo XVII para evangelizar y proteger a los indígenas guaraníes de la esclavitud. Los jesuitas crearon asentamientos donde los guaraníes podían vivir con libertad y dignidad. Durante 150 años, un pequeño grupo de sacerdotes logró evangelizar a más de 140.000 guaraníes.
Desde el siglo XVII hasta la actualidad, han surgido numerosas instituciones y organizaciones dedicadas a ayudar a los más pobres. La Iglesia Católica ha estado presente en estas iniciativas a través de voluntarios, religiosos y religiosas. Algunas congregaciones religiosas, como las Hijas de la Caridad y los Hermanos Paúles, se dedican al servicio de los pobres.
San Vicente de Paúl (1581-1660) fue un sacerdote francés que dedicó su vida a trabajar con los pobres. Fundó numerosas congregaciones religiosas, como las Hijas de la Caridad y los Hermanos Paúles.
La Madre Teresa de Calcuta (1910-1997) fue una religiosa católica que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, India. Dedicó su vida a servir a los más pobres y enfermos. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 y fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en 2003.
Cruzada: Expedición militar organizada por la cristiandad para luchar contra los infieles.
Mendicante: Referido a una orden religiosa cuyos miembros carecen de pertenencias y viven de la limosna y el trabajo personal.
Abadía: Iglesia o monasterio gobernados por un abad o abadesa.
Monasterio: Edificio donde viven en comunidad los monjes o las monjas de una orden religiosa.
Convento: Casa o monasterio donde viven los religiosos bajo las reglas de su instituto.