Portada » Filosofía » Historia de la Filosofía: Desde la Antigüedad hasta la Modernidad
En Los orígenes del totalitarismo, Arendt investiga este fenómeno y encuentra sus raíces en el antisemitismo y el imperialismo. De ahí que divida el libro en tres partes: antisemitismo, imperialismo y totalitarismo. Para Arendt, estos movimientos se apoyan en el descontento y las dificultades económicas de las masas populares. Una vez en el poder, establecen un sistema de partido único con un líder. Esto supone el hundimiento del sistema de clases marxista. Al terror y la ideología se añaden los campos de exterminio. El totalitarismo es la experiencia del mal radical. Esta dominación total exige tres fases: matar a la persona jurídica, asesinar a la persona moral y destruir la individualidad. Tras el totalitarismo se impone una forma de pensar sin categorías previas, desde el sentido común.
Hannah Arendt recibió el encargo de informar, en una serie de reportajes desde Israel, del proceso contra Adolf Eichmann. En esta obra, Arendt abandona el concepto de mal radical e introduce el de mal banal. Eichmann era un hombre incapaz de pensar. En su defensa alegó que cumplía órdenes y que realizaba eficientemente su trabajo de transportar judíos a las cámaras de gas. El Holocausto judío fue posible. La pretensión de Arendt es mostrar que su maldad era la de un hombrecillo insignificante, que cumple órdenes. De hecho, Arendt considera a Eichmann culpable de no haber sido capaz de pensar y, en consecuencia, merecedor de condena. La propuesta moral de Arendt consiste en la lucha contra la indiferencia y el conformismo, en la integridad moral y el juicio propio.
Nietzsche, filósofo del siglo XIX, es conocido por su “filosofía del martillo” debido a su capacidad destructiva. Critica y deconstruye los pilares fundamentales de la cultura, la filosofía, la moral y la religión occidental. El superhombre es el nuevo modelo humano propuesto por Nietzsche. La transformación del hombre en superhombre tiene tres fases: camello, león y niño. Nietzsche define al superhombre con la ansia de vivir, superación, valores, tierra, poder y retorno. La voluntad de poder es el conjunto de fuerzas y energías que constituyen la realidad. Se trata de una voluntad que aspira al ser más. Es la voluntad propia del superhombre y tiene su máxima expresión en el eterno retorno. Esta expresión está inspirada en la concepción cíclica del tiempo. Con ella se pretende superar la idea lineal del tiempo. El superhombre encontrará en el eterno retorno la fuerza para hacer de cada instante su propia creación.
Plotino, no Platino, es el creador del último de los grandes sistemas filosóficos grecorromanos. Su teoría es una interpretación de los textos de Platón. Plotino identifica el bien platónico con lo Uno. En la teoría de Plotino existe una serie de realidades espirituales. La primera emanación de lo Uno se denomina Nous y contiene las ideas. El retorno a lo Uno es un camino que se hace a través de la música, el amor y la filosofía. Este retorno puede hacerse a través de un éxtasis místico.
Tomás de Aquino acepta la concepción hilemórfica del ser humano y la concepción del alma como principio de vida. Sostiene que el ser humano constituye una sustancia única, cuyos elementos fundamentales son el alma y el cuerpo. Santo Tomás considera que existen tres tipos de alma: racional, sensitiva y vegetativa. Como Aristóteles negaba la inmortalidad del alma, Aquino se aleja de este punto y recurre a Platón. El cuerpo se corrompe cuando es abandonado por el alma, pero el alma es inmortal para Aquino.
El racionalismo es una corriente filosófica del siglo XVII, cuyo principal representante es Descartes. Se caracteriza por la confianza en la autosuficiencia de la razón como fuente de conocimiento. El racionalismo supone la puesta en práctica definitiva de esta independencia de la razón con respecto a la fe. Los rasgos que caracterizan esta corriente son: la confianza plena en la razón humana, la infravaloración del conocimiento sensible, la afirmación de la existencia de las ideas innatas en el entendimiento, la búsqueda de un nuevo método para la filosofía (el método racional para conocer la realidad es la deducción), una visión del mundo mecanicista y el subjetivismo.
Hume es el filósofo que llevará el empirismo a sus últimas consecuencias. Su objetivo es contribuir al avance del conocimiento, construyendo una única ciencia. Este proyecto desembocará en el análisis concreto del problema del conocimiento, desde un punto de vista crítico. Todo el empirismo de Hume tiene su base en la distinción entre impresiones e ideas. Esta distinción determina un criterio de verdad tajante. Establece que nuestro entendimiento basa una idea en otra y las reduce por semejanza, contigüidad y causalidad. La relación de contigüidad en el espacio y en el tiempo será decisiva. Hume introduce dos modos de conocimiento: de relaciones entre ideas y de hechos o factual. Las verdades que se refieren a cuestiones de hecho no son verdades necesarias.
Hume se opondrá a los sistemas éticos que pretenden fundar en la razón la distinción entre el bien y el mal y, en consecuencia, la vida moral del ser humano. Para Hume, que la moralidad existe es una cuestión de hecho. La moralidad se ocupa del deber ser, pero no podrá deducir nunca un juicio moral. La moralidad se funda en el sentimiento: consideramos que algo es bueno o malo, justo o injusto, virtuoso o vicioso por el sentimiento de agrado o desagrado, de aprobación o rechazo, que se generan en nosotros. El sentimiento que permite la comprensión del otro se denomina simpatía. Esta simpatía es un sentimiento natural y desinteresado. La valoración moral depende del sentimiento. Aún queda por resolver qué garantiza que los seres humanos coincidan en tales valoraciones morales. Hume presupone que la naturaleza humana es común y constante.