Portada » Educación Artística » Guía Práctica para la Creación de Guiones Técnicos de Televisión
El guion técnico debe indicar el modo de transición de un plano al siguiente (encadenado, cortinilla, etc.).
Cualquier tipo de mezcla de imágenes, títulos, gráficos, etc., debe ser indicado en el guion técnico.
La información que recoge el guion técnico debe ser conocida por los cámaras, el técnico de sonido, el primer ayudante y el ayudante técnico mezclador. Dicha información se reflejará en la tarjeta o planilla de cámaras y en el guion técnico.
Se requiere una por cada cámara que interviene. Aporta información sobre: número de plano, encuadre, contenido y movimiento que debe ejecutar cada cámara durante la grabación del bloque.
Será manejado por el equipo de realización y el de sonido. Sirve para que el ayudante desde control lleve el seguimiento de la acción, previniendo a los operadores de cámara y dando los «pies» de entrada o cambio de plano. Sobre este guion se reflejarán todas las incidencias de la grabación de cara a las correcciones que puedan ser necesarias en el montaje.
En primer lugar, se debe concebir el punto de vista narrativo de la acción. El primer paso será la división del guion en secuencias, estas en bloques de grabación, y estos en planos.
Según la característica de la acción, del propio guion o de la técnica de realización, las secuencias podrán estar divididas en varios bloques o, por el contrario, un bloque puede contener varias secuencias.
Antes de proceder a la división del bloque en planos, se distinguirán los momentos sustanciales o núcleos principales de la acción, estudiando para cada uno el tratamiento visual requerido. Hecho esto, se procede a dividir cada núcleo en los puntos de vista (planos) que demande la acción.
Cada plano ha de tener un sujeto (ya sea sujeto u objeto), sin olvidar los otros términos de la imagen: primer término (o más próximo) y fondo (o más alejado).
Como criterio básico de cualquier planificación para televisión, se atenderá a la claridad narrativa de la imagen, evitando la confusión y complejidad de la imagen, los personajes enfilados, los fondos confusos, etc., e identificando, desde el principio, los distintos espacios escénicos en los que se desarrolla la acción mediante el plano general o de situación. Claridad narrativa: imagen limpia.
El criterio para cambiar de punto de vista ha de responder, al menos, a uno de estos dos supuestos:
Una vez hecho este primer desarrollo del bloque, se debe analizar la planificación y los encuadres elegidos de forma pormenorizada.
La elección del encuadre deberá satisfacer, al menos, seis puntos:
Tal como se ha observado, un aspecto importante en el buen funcionamiento de una realización es la claridad visual o claridad narrativa, y para ello debemos observar los siguientes aspectos: