Portada » Historia » Guerra de Independencia y Constitución de 1812: Orígenes del Liberalismo en España
El Antiguo Régimen, que se extendió desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVIII, se caracterizó por:
Tras el estallido de la Revolución Francesa, las autoridades españolas temieron la propagación de las ideas revolucionarias. Los ilustrados españoles solo apoyaban reformas dentro del marco del Antiguo Régimen.
Floridablanca implementó una política de aislamiento para evitar la difusión de ideas revolucionarias. Fue sustituido por Aranda en 1792 y luego por Godoy. España se unió a las monarquías europeas para defender el Antiguo Régimen.
Godoy firmó la Paz de Basilea, recuperando la integridad territorial y cediendo la mitad de la isla de Santo Domingo a Francia.
En 1796, se firmó el Tratado de San Ildefonso, una alianza franco-española contra Inglaterra. España fue derrotada en el cabo de San Vicente, lo que desprestigió a la Corona y a Godoy.
España sufrió una crisis económica y social debido a la subida de precios de alimentos y propiedades agrícolas, el déficit de la Hacienda y el conflicto con el clero por la 1ª Desamortización.
El 2º Tratado de San Ildefonso, con el objetivo de invadir Portugal, llevó a España a otra guerra, donde fue derrotada por los ingleses en la batalla de Trafalgar.
España firmó el Tratado de Fontainebleau con Francia, permitiendo la entrada de tropas francesas para la conquista y reparto de Portugal. En 1808, el Motín de Aranjuez provocó la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII. Napoleón no reconoció a Fernando, y Murat entró en Madrid. Napoleón obligó a la familia real a trasladarse a Bayona, donde cedieron el trono a José I, quien promulgó el Estatuto de Bayona.
Fernando VII dejó una Junta de Gobierno al partir a Bayona. La reunión en Bayona provocó el levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid, que fue reprimido por Murat. Se produjeron levantamientos antifranceses en toda España, con un ideario tradicional y religioso.
Ante la ausencia de autoridad, el pueblo español asumió la soberanía, creando Juntas Locales, Provinciales y una Junta Suprema Central, presidida por Floridablanca, que gobernó hasta 1810. La Junta Suprema Central se disolvió y cedió el gobierno a un Consejo de Regencia.
Partidarios del reformismo ilustrado y contrarios a las medidas revolucionarias. José I otorgó el Estatuto de Bayona, que mantenía el poder del rey y concedía algunas libertades.
Luchó en nombre de Fernando VII, integrada por absolutistas y liberales partidarios de una Constitución.
Tras el fracaso del 2 de mayo de 1808, el ejército francés intentó controlar las vías de comunicación y sitiar ciudades como Zaragoza y Gerona, pero fracasó. El 19 de julio de 1808, el general Castaños derrotó a Dupont en la Batalla de Bailén. José I se retiró a Vitoria y el ejército napoleónico se redujo a Navarra, País Vasco y el norte de Gerona.
Napoleón entró en la Península con la Grande Armée, conquistando Burgos, Zaragoza y Madrid, y venciendo en Ocaña, lo que le permitió entrar en Andalucía. La Junta Central se refugió en Cádiz, que no fue ocupada. En las zonas rurales, dominaban las guerrillas.
En la primavera de 1812, aprovechando la retirada de tropas francesas a Rusia, el ejército español, con ayuda británica (Wellington), derrotó a los franceses en 1813 en Arapiles (Salamanca), Vitoria y San Marcial (Irún).
Por el Tratado de Valençay, Napoleón devolvió el trono a Fernando VII.
La idea de convocar Cortes fue de la Junta Central, pero fue el Consejo de Regencia quien las convocó, realizando una consulta al país sobre las reformas a realizar. Los diputados, varones mayores de 25 años, incluían eclesiásticos, abogados, funcionarios, militares e intelectuales, sin representantes de las clases populares. Los representantes americanos fueron designados entre los originarios de las colonias. Los diputados que no pudieron asistir fueron sustituidos por gaditanos. Casi todos eran miembros de una burguesía liberal con formación intelectual, con presencia de nobles y alto clero. Había absolutistas, reformistas y liberales partidarios de la soberanía nacional.
Reunidas en la Isla de León, las Cortes eran unicamerales y establecieron:
Las Cortes fueron el primer episodio de la revolución liberal burguesa, con el objetivo de crear un nuevo modelo de sociedad basado en el liberalismo:
Elaboraron un conjunto de leyes liberales económicas y sociales. Medidas sociales: libertad, derecho a la propiedad, seguridad; libertad de imprenta, supresión de la Inquisición.
Aprobada el 19 de marzo de 1812 (La Pepa), fue el resultado de un compromiso entre absolutistas y liberales, aunque con un carácter más liberal. Definió la organización del Estado liberal. Principios básicos:
Medidas económicas y sociales de las Cortes: rompieron con el Antiguo Régimen y la sociedad estamental:
Tanto la Constitución como las Cortes de Cádiz apenas se aplicaron debido a la guerra y la vuelta de Fernando VII. Sin embargo, fue el referente de los liberales españoles y tuvo gran influencia fuera de España. Representó el primer intento serio de racionalizar el estado y el ejercicio del poder sobre las bases del liberalismo.