Portada » Economía » Gestión Estratégica de Marca y Análisis del Entorno Competitivo
La marca es el capital simbólico de la empresa y se ha convertido en la única opción frente a la ineludible comoditización. Los consumidores depositan expectativas y sueños en ella, creando un símbolo de valor en la empresa.
La marca es un símbolo que incluye diseño y otros elementos. Identifica los bienes y servicios de los vendedores para diferenciarlos de su competencia. Las percepciones de los clientes son las que le dan valor.
La construcción de marca es un proceso de comunicación que permite deducir el contexto social y cultural que influyen en ella. Se compone de tres elementos:
Existen diversos retos en la gestión de marca, incluyendo:
Algunas variables que contribuyen a la estabilidad de una marca son:
Las extensiones de marca se dan cuando se lanzan nuevos productos en categorías que no compiten con la marca original. Se busca que el consumidor categorice el nuevo producto bajo el alero de la marca madre, aprovechando las asociaciones positivas existentes.
La clasificación de marcas se refiere a los distintos elementos presentes en el nombre final de comercialización de un producto. Por ejemplo, en el mercado de los autos, un producto podría ser: Ford Mustang Shelby GT500.
Principalmente, las marcas se clasifican en:
El ajuste entre la marca madre y la categoría del producto extendido es fundamental para el éxito de la extensión.
Para que una extensión de marca sea exitosa, debe haber asociaciones positivas y conocimiento por parte de los consumidores sobre la marca madre.
Las marcas se clasifican dentro de los activos intangibles. Su valoración se basa en diferentes flujos y depende del tipo de medición, siendo generalmente subjetiva. Se utilizan métodos comparativos basados en marketing.
El modelo Aaker mide el valor de la marca en cinco dimensiones:
El microentorno se compone de los elementos cercanos a la empresa que afectan directamente sus operaciones, incluyendo:
El macroentorno se compone de factores más amplios que influyen indirectamente en la empresa, como:
La curva de experiencia, propuesta por el Boston Consulting Group, describe cómo los costos de producción disminuyen entre un 20% y un 30% cada vez que se duplica la experiencia acumulada. Esto permite ventajas en costos para empresas líderes en experiencia. La teoría relaciona la reducción de costos con el aprendizaje, la especialización y las economías de escala.
Las empresas líderes en experiencia deben ajustar sus precios a la baja conforme a sus reducciones de costos para mantener su cuota de mercado y evitar que competidores con mayores costos ganen participación.
Esta matriz clasifica las unidades de negocio en cuatro categorías:
El análisis PEST se usa para analizar situaciones y revisar estrategias, posición y dirección de la empresa. Es de carácter genérico y sirve como herramienta para analizar el macroentorno mediante factores. También ayuda a comprender el crecimiento o declive en el sector industrial. Se compone de:
Este modelo analiza la competitividad en un sector a través de:
La cadena de valor de Porter divide las actividades de una empresa en primarias (logística, producción, marketing, etc.) y de apoyo (recursos humanos, infraestructura, tecnología) para identificar y optimizar los factores clave de éxito.
El análisis FODA combina factores internos (Fortalezas y Debilidades) y externos (Oportunidades y Amenazas) para formular estrategias. Mide una unidad de negocio, mientras que el análisis PEST mide el potencial o situación del mercado, es decir, su crecimiento o decrecimiento.