Portada » Psicología y Sociología » Gestión del Estrés y Trauma Vicario en Intervenciones de Emergencia
Las competencias son las capacidades, habilidades o destrezas que una persona necesita para desarrollar su trabajo de manera efectiva. Se dividen en dos categorías principales:
Las actitudes son las predisposiciones o tendencias a comportarse de una forma determinada ante ciertas situaciones, lo que influye en el grado de compromiso. Algunos ejemplos incluyen:
Diversos factores pueden generar estrés en las intervenciones de emergencia, que se clasifican en tres categorías:
Es importante estar atento a los siguientes signos de alarma que pueden indicar la necesidad de intervención:
La traumatización vicaria es la reproducción en el profesional de las vivencias y reacciones propias de las víctimas del desastre. Algunos factores que contribuyen a esto incluyen:
El agotamiento emocional es un estado de agotamiento crónico (físico y psicológico) asociado a la demanda emocional continuada y a la falta de satisfacción por el trabajo realizado. Algunos factores que contribuyen a esto incluyen:
El Inventario Maslach es un test con 22 enunciados que evalúa tres ámbitos:
Se responde con una escala del 0 al 6.
Algunas estrategias para reducir la tensión en intervenciones de emergencia incluyen:
Un grupo es un conjunto de personas que comparten características o participan de unas vivencias. La cohesión de grupo es un proceso dinámico que se refleja en la tendencia de sus miembros a mantenerse juntos y unidos en la consecución de los objetivos. Algunos factores que influyen en la cohesión incluyen:
El rol de una persona en un grupo es el papel que desempeña o que se espera que desempeñe en él. Se distinguen dos tipos de roles:
Un equipo de trabajo es un grupo organizado de personas que aportan su formación, conocimientos, habilidades y experiencia para realizar unas actividades determinadas. Cada miembro tiene un rol como parte de la organización y un rol como miembro del equipo operativo.
La prevención primaria consiste en medidas de cuidado de la salud mental que se adoptan antes de que se produzca la emergencia. Se divide en dos categorías:
La prevención secundaria consiste en actuaciones que se ponen en marcha una vez que ha ocurrido la emergencia, con el objetivo de minimizar los efectos en los intervinientes. Algunas medidas incluyen:
La prevención terciaria agrupa las actuaciones que se aplican después de una intervención. Sus objetivos son:
Consiste en una sesión informal, aunque semiestructurada, que tiene lugar antes de transcurridas 24 horas desde la intervención. Su objetivo es valorar los efectos de la intervención en las personas y aliviar la sobrecarga de tensión.
Consiste en una reunión estructurada que se suele realizar de 48 a 72 horas después de una actuación. Facilita el procesamiento de información de los hechos traumáticos. Sus objetivos son: